martes, 2 de octubre de 2012
UNA PREGUNTA AUN SIN RESPUESTA: ¿Pudo llegar la vida a la Tierra desde el espacio?
Si microorganismos incrustados en meteoritos pueden sobrevivir a un viaje a través del espacio, ¿podría haber llegado la vida a la Tierra trasportada de esa manera desde lejanos planetas ubicados en otros sistemas solares? Un nuevo estudio sugiere que hay más posibilidades de lo que se pensaba. En la nueva investigación, basada en simulaciones por ordenador, científicos de la Universidad de Princeton y la Universidad de Arizona han llegado a la conclusión de que la Tierra podría haber recibido billones de rocas con microorganismos procedentes de planetas de otros sistemas durante los inicios del Sistema Solar. Entonces, hace miles de millones de años, el Sol se encontraría en su cúmulo estelar de nacimiento, con la Tierra bajo un incesante bombardeo de meteoritos. En la investigación, publicada en la revista Astrobiology, los científicos ya habían sugerido con anterioridad esa posibilidad. Y es que durante su infancia, el Sistema Solar seguía en su cúmulo estelar de origen, cuando las estrellas estaban cerca unas de otras y se movían relativamente despacio. Según el equipo de científicos, es posible que se diera el fenómeno antes de que tal cúmulo se dispersara. En nuestro Sistema Solar ya contamos con meteoritos que procedían de Marte y de la Luna. Este nuevo modelo señala la posibilidad de que se intercambiaran grandes cantidades entre distintos sistemas planetarios dentro de un cúmulo de estrellas. Con la teoría de la transferencia débil, hasta 12 de cada 10.000 rocas expulsadas por nuestro Sistema Solar y estrellas cercanas en el cúmulo original del Sol podrían haber sido capturadas por otras. Simulaciones anteriores establecían una probabilidad de una entre un millón. La investigación también sugiere la posibilidad de que rocas que transportaban vida hubieran sido el origen de otros mundos, bajo determinadas condiciones. Por una parte, microorganismos como las esporas bacterianas tendrían que haber sobrevivido a un viaje lleno de peligros,: como la radiación ultravioleta y los rayos cósmicos que hubiesen acabado con ellas antes de entrar en la atmósfera terrestre., afirma el estudio presentado. Cuanto más grande fuera la roca, más fácilmente podrían esconderse los elementos vivos para sobrevivir al viaje interestelar. A pesar de que durante mucho tiempo se había creído erróneamente de que la vida en la Tierra se habría originado aquí, la idea de que en realidad vino de otros mundos gana cada vez mas adeptos. Y es que aun hay mucho por investigar...