martes, 11 de junio de 2013
IO: Una escalofriante visita al satélite más activo del Sistema Solar
La innata curiosidad del hombre por descubrir mundos desconocidos en búsqueda de vida extraterrestre lo ha llevado a desarrollar toda una serie de exploraciones del espacio exterior en su incesante afán de descubrir los misterios del Universo. Si bien este es muy vasto y dado la tecnología que poseemos, nos será humanamente imposible descifrar todos sus secretos. Es por ello que las investigaciones en los últimos años se han enfocado a nuestro propio sistema solar con el envío de diversas sondas a sus planetas y satélites para el estudio de estos mundos extraños y a su vez fascinantes. Así, Io - una de las lunas de Júpiter - deslumbra a los astrónomos por sus cambios continuos, sus monstruosas montañas y sus permanentes erupciones volcánicas La luna de Júpiter es algo mayor que nuestra Luna, y se destaca por su coloración inusual. Multitud de colores tachonan su superficie; amarillos, rojos, blancos, naranjas, marrones, verdes, morados, azules… Podríamos pensar que se trata de un lugar parecido a la Tierra donde el azul correspondería al agua, el marrón a los continentes, el verde a la vegetación, el naranja a las puestas y salidas del Sol, y más. Pero nada más lejos de la realidad. En verdad se trata del mundo más activo de nuestro sistema planetario. Desde que se han podido tomar imágenes de esta luna - como el realizado en 1979 por la sonda Voyager I - han asombrado a los científicos sus constantes erupciones volcánicas.El fenómeno que permite que sea tan activa es la fuerza de gravedad en la que queda atrapada esta luna. Dichas fuerzas hacen que Ío se estire y se contraiga 100 metros, lo que hace que el interior del satélite esté completamente fundido y a altísimas temperaturas. Su interior se podría comparar con una olla a presión. De alguna forma expulsa el material fundido y lo hace a lo grande. Los últimos descubrimientos científicos atribuyen el material fundido al calentamiento de la astenósfera, una capa poco profunda de su corteza. Por esto existe un gran océano de lava bajo la corteza de Ío. Toda la superficie está repleta de enormes volcanes que ocupan más del 5% del total, los mayores del Sistema Solar que escupen dióxido de azufre en ocasiones a casi 400 km de altura, y debido a la baja gravedad de la luna, el material es eyectado con una fuerza inusitada al espacio. Además, Ío es el único cuerpo del Sistema Solar que va renovando toda su superficie de forma continua. Los científicos han calculado que cada millón de años, su superficie ha experimentado una transformación en toda su extensión, porque ha sido cubierta completamente de lava. Seria muy arriesgado hacer una visita a ese mundo infernal debido a su extrema peligrosidad. Incluso una nave robot no dudaría mucho antes de ser destruido por una gran erupción volcánica. Pero ¿puede haber vida en ella? Si en los volcanes submarinos de la Tierra se han encontrado criaturas adaptadas a ese mundo con temperaturas extremas, imposible de soportar para un ser humano ¿Por qué no puede suceder lo mismo en Io?