martes, 13 de mayo de 2014
UNA CREENCIA ANCESTRAL: El lado desconocido del Vudú
El vudú es una de las formas religiosas más antiguas que se originó en el oeste de África en tiempos desconocidos y se caracteriza por su misticismo y la espiritualidad. El significado africano de la palabra vudú es “espíritu o misterio”. El vudú entró en los ámbitos de la sociedad occidental mediante el comercio de esclavos de África occidental, alrededor del año 1510, cuando millones de nigerianos de Gambia, Ghana y otros fueron llevados a trabajar a las plantaciones de América, en algunas partes del Caribe y América del Sur. Cuando los africanos llegaron al Nuevo Mundo, se encontraron que sus creencias religiosas entraron en conflicto con la de sus amos, y como resultado se les prohibió practicar abiertamente su religión, por lo que decidieron seguir practicándolos en secreto. En Nueva Orleans, existe una próspera comunidad de adoradores del vudú que se estima cerca de un 15% de la población. El enriquecimiento de la práctica del vudú en Nueva Orleans comenzó con la llegada de los dueños de las plantaciones haitianos que buscaron refugio durante la revolución haitiana, llevando consigo a sus esclavos, quienes compartían sus creencias. Hoy en día el uso del vudú se asocia con la magia negra y rituales demoníacos. Uno de los hechizos más conocidos atribuidos al vudú es el de poder convertir a las personas en zombis. Estudios recientes, como el realizado por el Dr. Wade Davis de la Universidad de Harvard, autor de un libro muy completo sobre el tema, titulado Vudú, han demostrado que es posible llegar a detener casi completamente el ritmo cardiaco de un ser vivo y darle la apariencia de un muerto, utilizando ciertas sustancias. Luego, el hechicero y sus ayudantes esperan que la familia haya partido después del entierro, exhuman el cuerpo de su ataúd y se apoderan del difunto. Asimismo, es vudú es asociado con el uso de muñecos de trapo que a menudo tienen una variedad de elementos conectados a la persona a quien desean hacerle el mal, como artículos personales, ropa, cuerdas o clavos usados para activar su poder e invocar al espíritu. En Haití, existe otra forma de creación del propio muñeco mucho más amenazante. Los muñecos de trapo son creados y llevados a los cementerios para activar su poder. A veces estos muñecos son llevados a los cementerios y clavados en un árbol con un zapato viejo y un mensaje adjunto para actuar como mensajeros entre el mundo “real” y el espiritual. Hoy en día, existen personas que solicitan la ayuda de supuestos santeros que utilizan el ritual vudú, “bendiciendo” al muñeco y permitiendo que el poseedor del propio muñeco se “comunique” con los espíritus de una forma directa, solicitando ayuda en el amor, las finanzas, asuntos familiares, etc. Pero sucede que estas prácticas no son realizadas por “brujos” originarios, sino por gente inescrupulosa que se aprovechan económicamente de las personas que acuden a ellos como último recurso “para poder solucionar sus problemas” sin imaginar que son victimas de un engaño.A tener cuidado con ellos.