martes, 3 de abril de 2018
TERROR HECHO EN EL PERÚ: La Cara del Diablo
Estrenada en el 2014, no comienza mal. Un viaje turbulento por un río y una historia de terror contada en un piscinazo nocturno nos van creando, sigilosamente, la sensación de que algo terrible está a punto de ocurrirle a los jóvenes protagonistas del filme. Son siete chicos y chicas, amigos todos, que deciden ir a un ‘resort’ metido en lo más profundo de la selva en un viaje por Semana Santa. La película, en esos momentos, toca las teclas correcta del cine de terror: no se apura, y decide generar cierto malestar a partir de lo más cotidiano, de lo aparentemente más tranquilo e irrelevante. Pero, en algún momento, las muertes tienen que comenzar. Porque el Tunche está rondando. Sí, el ser mitológico de la Amazonía que tiene la capacidad de tomar cualquier forma y que, aparentemente, es el responsable de que cada uno de los chicos comience a ser asesinado de distintas maneras. Y es ahí donde comienzan lo truculento del filme, porque comienza a crear una mecánica que se va repitiendo una y otra vez: el silbido característico del espíritu maligno, puertas que se cierran, voces que se escuchan, caminatas y silencios buscando un ente que nunca hace su aparición, pero que termina siendo mortal. Si la primera muerte (la de Carla Arriola) puede resultar curiosa en su planteamiento, la repetición de la misma mecánica en las siguientes hace que la propia cinta no decaiga en interés. A ello ayudan los flashbacks que nos muestran al personaje de Vania Accinelli, la protagonista, en su niñez viendo la aparente posesión de su madre (Vanessa Saba). El truco no solo funciona a la primera vez, ya que la repetición de la misma situación a lo largo de la cinta no resulta reiterativa como pudiera parecer, permitiendo que el poder de sugerencia del filme de sus primeros momentos, continué. La película, por cierto, deja algunos elementos propios del género interesantes que podrían haber sido explotados un tanto mejor: la sexualidad juvenil, manejada de manera franca en los ‘slashers’ de los años ochenta, (y recuperada por “Scream”) está insinuada, pero nunca llega a ser desarrollada del todo. Y lo mismo sobre el lado ‘gore’: una muerte a machetazos hacia el final de la cinta indica hacia donde hubiera ido si se la hubiera jugado por ser más visceral: quizá el filme se hubiera sentido más libre jugando a eso. Dirigida por Frank Pérez Garland, esta producción nacional junto a Vania Accinelli y Sergio Gjurinovic, como protagonistas, contando además con la participación de Guillermo Castañeda, Nicolás Galindo, María Fernanda Valera, Alexa Centurión, Carla Arriola e Ismael Contreras. ‘La Cara del Diablo’ es un intento por hacer cine comercial en el Perú, y de un género que tiene una enorme aceptación popular como es el terror.