Con dos metros de altura y un abundante pelaje rojizo, el Mapinguari se ha convertido en una leyenda propia del Amazonas, aquel inmenso territorio cubierto por una frondosa vegetación ubicado en el corazón de Sudamérica, un lugar propicio para la existencia de extrañas criaturas que al parecer viven en aquellos remotos parajes. Aunque nunca se ha capturado un ejemplar, un ornitólogo estadounidense plantea que se trata de los últimos especimenes del megaterio -pariente de los actuales perezosos, de gran tamaño - un animal supuestamente extinto hace unos 10 mil años. En efecto, se dice que este monstruoso ser ha atemorizado a generaciones de nativos. Se trata de una imponente criatura de dos metros, que vaga por el territorio emanando un olor nauseabundo y lanzando terribles alaridos. Los encuentros cercanos relatados por pobladores han despertado el interés de los científicos, quienes creen que se trata de algo más que un animal mítico. La criatura, también ha sido avistada por cazadores que se aventuran por el Amazonas, quienes al verlo huyen para salvar su vida. Su existencia tiene como origen a una leyenda que narra la historia de un chamán, el cual en su búsqueda por encontrar el camino a la vida eterna, tuvo como precio la transformación de su propio cuerpo. Se convirtió en una especie similar a un oso de pelaje rojizo que posee un solo ojo que todo lo ve, facciones humanas, huellas invertidas, piel gruesa; además de un característico y horrible hedor. Muchos de estos testimonios llegaron a oídos de David Oren, un ornitólogo de la Universidad de Harvard (EE.UU.) que llegó en 1977 para estudiar las aves locales. Según contó el investigador, para él las historias no eran más que mitos propios del folklore local, hasta que a fines de los, 80, cuando realizaba una de sus investigaciones de campo, escuchó un terrible rugido que hizo huir a casi todos los que lo acompañaban: "Al escucharlo, quieres escapar. Aún hoy, el animal es avistado periódicamente y muchas personas piensan que se han topado cara a cara con el diablo" expresó. El nombre del monstruo hace referencia a una criatura legendaria de las selvas amazónicas en Brasil y Perú cuyo nombre por lo regular se traduce como 'animal rugiente' o 'bestia fétida'. Según la tradición oral, el Mapinguari es una quimera poseedora de características sobrenaturales halladas también en otros seres fantásticos de la mitología del Amazonas con características especiales. Aunque testigos de encuentros recientes la describen como un perezoso gigante, de grandes brazos terminados en zarpas afiladas capaces de partir palmeras en dos; una espalda curva, y una altura de más de dos metros al erguirse sobre las patas traseras, el hecho de poseer un solo ojo y grandes colmillos lo hacen único y terrible a la vez. Según la leyenda, el Mapinguari es lento, feroz y muy peligroso, ya que posee la habilidad de moverse sigilosamente entre la densa vegetación del Amazonas para sorprender a sus víctimas ya que le gusta la carne humana. Aunque se delata gracias al olor pútrido que sale de su cuerpo y al emitir un desgarrador chillido que paraliza a sus víctimas en el acto. Su piel, dura como la del lagarto, lo hace inmune a las balas y flechas, pero su única debilidad es el agua, la cual evita y limita sus movimientos en una región tan llena de ríos, canales y lagunas como lo es el Amazonas. Un reporte de 1937 en Brasil, dio cuenta que una ocasión, el Mapinguari entró en cólera por tres semanas, atacando y matando a cerca de cien vacas; a las cuales les arrancó las lenguas. En la nota, se hace claro que también ataca a los humanos y que al olerlos, se levanta en sus patas traseras para verse más amenazador y abalanzarse sobre su victima para devorarlo, emitiendo un insoportable chillido que le hiela la sangre a quien lo escuche. De seguro, no quisieras encontrarte con uno de ellos.