martes, 4 de mayo de 2021
AMAUTA: El monstruo del comunismo
Existe en el Perú un insignificante ser de lo más repelente, seguidor de una ideología criminal que asesino a 150 millones de seres humanos en todo el mundo, el cual busca implantar a como de lugar si gana el ballotage en el país andino del próximo 6 de junio. ¿El nombre de este despreciable sujeto? Pedro Castillo, que con su limitado lenguaje - ya que ni sabe articular dos frases seguidas - y un micrófono en el oído para que le dicten lo que tiene que decir, busca encandilar a la masa ignorante para que voten por el. Pero en el colmo del ridículo, no se le ha ocurrido mejor ‘ideota’ que autoproclamarse de buenas a primeras “amauta” que era el nombre como se les denominaba a los sabios y educadores en el Imperio Inca, solo que este tipejo busca implantar el comunismo en un mar de sangre como sucedió en Camboya, el sueño acariciado por su maestro y guía Abimael Guzmán - cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso, responsable de los años de horror y violencia que sufrió el Perú décadas atrás y que tras su captura en 1992, fue condenado a Cadena Perpetua - al cual su amado discípulo ha prometido indultar inmediatamente si gana los comicios, ya que considera al genocida como “un perseguido político” (?). Venga ya ¿se puede ser mas miserable?. Cabe resaltar que no puede ser más insultante que el senderista iletrado ese exija que se le reconozca como “amauta” - cuando desde hace 7 años no trabaja ya que se encuentra de licencia sindical - pretenda ahora igualarse con quienes si hicieron una noble labor. Como sabéis, los amautas (del quechua: hamawt'a; 'maestro', 'sabio') eran aquellas personas que se dedicaban a la educación formal de los hijos de los nobles y del propio Inca, quienes enseñaban era historia incaica, religión, e idioma en el Yachaywasi (la Casa del Saber). Durante el Imperio Inca, existieron dos clases de educación: La primera era una educación dirigida para las clases altas y la otra una educación para la población en general "Hatunrunas" (hombre común). Las clases nobles y reales del Imperio Inca fueron educados formalmente por los amautas (hombres sabios), mientras que la población general recibía conocimientos de sus familias, las cuales se transmitían de generación en generación. Según el cronista Fray Martín de Murúa la educación se impartía en los "Yachaywasis", lugares de aprendizaje ubicados en el Cuzco donde los estudiantes inscritos asistían a estas escuelas de formación. Los Yachaywasis eran recintos dedicados a la educación que fueron fundados por Inca Roca. Formaban parte del Consejo imperial Inca. El aprendizaje era impartido por los amautas (pedagogos en el imperio Inca) instruyendo a los futuros gobernantes normas morales, religiosas, históricas y formas de gobierno en el Imperio. También enseñaban ciencias matemáticas y conocimientos sobre la tierra y el universo (cosmovisión andina). Asimismo, practicaban castigos pero si se sobrepasaban eran a su vez castigados. Con la llegada de los españoles y el colapso del Imperio Inca, desaparecieron los Yachaywasi y con ellos, los amautas. El titulo renació en el siglo XX para nombrar así a los maestros destacados por su labor y que eran premiados por el gobierno. Sin embargo el terrorista que aspira al sillón de Pizarro esta lejos de ser un ejemplo y por el contrario, es una amenaza que merece ser erradicada de raíz, por lo que considerar “amauta” a un mediocre improvisado es una insensatez mayúscula. Esa bestia marxista leninista debe ser combatida implacablemente hasta su derrota final.