martes, 18 de mayo de 2021
PERSEGUIDOS POR UN OVNI EN POZUZO: Una dramática experiencia jamás vivida
Un periodista de un diario local, fue protagonista involuntario hace algunos años atrás de un encuentro cercano del tercer tipo en la selva central del Perú. Por primera vez cuenta la historia en esta nota. Como podéis daros cuenta, el relato en primera persona no tiene desperdicio: “Ocurrió una noche de abril, un sábado, cuando me comisionaron en el diario para hacer un viaje a Pozuzo, en la provincia de Oxapampa (Pasco), donde debía hacer un reportaje a los descendientes de los colonos alemanes y austriacos que se instalaron allí en 1859. Puntualmente tenía que salir al día siguiente de Lima para hacer por la Carretera Central un largo viaje de mas de 12 horas para llegar a mi destino”. “Fue así que decidí convocar a un amigo para que me dé una mano, como copiloto. Me fui hasta su casa y le conté mi problema, accediendo a acompañarme de buen grado, porque dijo que aprovecharía ‘para conocer a las pozuzinas’ de quienes les habían hablado mucho por su belleza, al ser rubias y de ojos azules como los primeros colonos europeos que se instalaron en la región”. “De esta manera, luego de proveernos de todo lo necesario para el largo y fatigoso viaje - que según Alejandro al final ‘iba a tener su recompensa’ - decidimos subirnos a la camioneta e iniciar nuestra travesía. Así, luego de largas horas por la Carretera Central y llegamos a La Oroya, para luego seguir hacia Oxapampa y de allí hasta Pozuzo. Luego de varios kilómetros, el paisaje montañoso cambio. Debido a que tuvimos problemas con el coche, perdimos muchas horas, tantas que ya estaba oscureciendo y aun faltaba mucho para culminar el viaje. Oscuridad y matorrales. Era todo lo que veíamos. Una enorme montaña, nos hacía sombra y en una noche sin luna no se veía absolutamente nada”.expresó. “Nos movíamos lento porque si perdíamos el control del volante íbamos a terminar volcando debido al estado del camino. De pronto, por la derecha de la camioneta, percibo un resplandor. Eso lo noto con la visión periférica. Lo primero que pensé fue que venía atrás nuestro otro auto. Pero a los pocos segundos me di cuenta que era casi imposible que a esa hora, por ese camino poco transitado dos vehículos coincidan. Bajé el vidrio, me asomé por la ventanilla y vi una inmensa luz blanca que nos seguía”. “Tuve pánico. Quería irme de ahí, era una pesadilla. Le comenté a Alejandro lo que estaba sucediendo y la respuesta fue concluyente: ‘si vamos más rápido nos matamos’. Teníamos que seguir. De pronto la luz se movió y ya no estaba atrás de nosotros sino al costado. Más adelante había una frondosa vegetación y yo creía que cuando nos metiéramos entre la arboleda la íbamos a perder. Lejos de eso, la luz se metió en el monte e iluminaba todo su entorno como si fuera de día”. “A medida que pasaba entre los árboles por momentos me percate de que su forma era triangular, moviéndose a 70 metros nuestro. Eso, no sé cómo definirlo, el OVNI, nos acompañó por más de dos kilómetros. Una eternidad. De pronto comenzó a alejarse en silencio. A los pocos segundos ya no la veíamos y habíamos llegado a Pozuzo”. “Ese fue mi primer encuentro con un Objeto Volador No Identificado. Recuerdo muchos detalles sueltos, como que en el entorno, mientras duró el episodio, el monte parecía guardar silencio. No se escuchaba nada, apenas el ruido de las ruedas mientras giraban por el camino. En cuanto a mi amigo, quedamos inicialmente en no decirle a nadie de nuestra experiencia, pero luego decidí hacerlo para que no cayera en el olvido” aseveró. Venga ya, no cabe duda que el relato es muy interesante ¿no os parece?