martes, 11 de octubre de 2022
HUISHUI: La pestilencia andante
Cabe precisar en primer lugar que no nos referimos a ese sucio drogadicto de Antauro Humala - del cual se dice que nunca se baña, ya que como ha declarado en reiteradas ocasiones, le gusta llevar consigo "el olor a pueblo"- sino de otro maldito engendro salido del Averno y que forma parte de los mitos y leyendas del Perú. Se trata de un maléfico duende llamado Huishui (cuyo nombre en quechua significa mugriento, seboso, asqueroso), ya que el hediondo olor que emana anuncia su presencia en los pueblos apartados y aldeas remotas existentes a lo largo de la Cordillera de los Andes. Hay quienes lo confunden con el tristemente célebre pishtaco - que también abundan por allí - aunque no tienen nada que ver uno con el otro, ya que se afirma que este ultimo únicamente roba grasa de los cuerpos de sus víctimas, mientras los huishuis, que son de menor tamaño, prefieren raptar a niños no bautizados, bien para devorarlos o convertirlos en duendecillos. Ante todo, ya que en diversas ocasiones nos hemos ocupado de ellos, cabe preguntarse ¿qué son los duendes? Son pequeños espíritus muy traviesos que se dedican a atormentar a personas de todas las edades, sexos y razas, ya que les gusta estar cerca de los humanos. Es difícil predecir el comportamiento de aquellas criaturas que “en teoría” no deberían existir. Es posible que para esas demoniacas criaturas resulte entretenido mover ciertos objetos, pero hay situaciones que pueden pasar de hacer bromas a atacar a los humanos sin ningún problema. De todos los seres feéricos, los duendes son quizá los más vistos por el hombre, tal vez por estar ligados al elemento tierra o debido al hecho de que ellos eligen quién puede verlos y quién no. Tienen además un temperamento bastante imprevisible y generalmente disfrutan haciendo enfurecer a los dueños de las casas donde habitan. A menudo su actitud depende de la relación que los hombres tienen con su elemento, la tierra, y con la naturaleza en general. Lo primero a tener en cuenta es que los duendes han tenido un gran protagonismo en prácticamente todas las civilizaciones de la historia, como la celta o la nórdica. Ambas los consideraban como seres diminutos que se encargaban de proteger los bosques, y la naturaleza en su conjunto. Los duendes de color verde son los más conocidos de todos. Se dice que viven en bosques, aunque muy pocas personas han tenido la oportunidad de verlos. Aunque no son tan populares, también existen los duendes malvados que roban las almas de las personas mediante hechizos. Hay leyendas que cuentan que estas criaturas se esconden en los hogares y salen cuando los más pequeños duermen. Lo que hacen es colocar su mano en la nariz para que los niños abran la boca, y así poder robarles el aliento. Como podéis suponer, los duendes desde siempre han sido objeto de la codicia del hombre, ya que se dice guardan tesoros, esconden riquezas y conceden dones. En el caso del Perú, generalmente suelen habitar bajo tierra custodiando las minas de oro (como el muki, el auqui y el chinchilico) y en caso de ser atrapados, son obligados por sus captores a entregarles las riquezas que acumula so pena de muerte. Generalmente los concede, pero una vez libre suele vengarse de ellos, lo cual ha originado que en ocasiones, a pesar de otorgarles el oro prometido, sean degollados o arrojados vivos a los perros - a los que tienen terror - que rápidamente dan cuenta de ellos. Los huishuis (que al igual que los machulas, los auquillos y los apallimay, prefieren vivir en la superficie) no han escapado a ese destino, ya que como el mal olor los delata, al estar rondando las casas en busca de niños y ser descubiertos por los canes, tratan de darse a la fuga porque saben muy bien de que si son atrapados (como ha sucedido en diversas ocasiones) terminan siendo devorados en el acto. Por último, te has preguntado ¿cuánto viven estos pequeños seres demoniacos? Aproximadamente 500 años, claro, si es que perros y humanos los dejan. Demasiado para unas criaturas repugnantes ¿No os parece?