martes, 23 de septiembre de 2025
EL SIGNIFICADO DE REGALAR FLORES AMARILLAS: El origen de una tradición
El acto de regalar flores amarillas ha adquirido un significado particular en Perú, sobre todo por estos días, cuando la costumbre se convierte en tendencia y despierta preguntas sobre su origen y simbolismo. El obsequio de flores amarillas está vinculado al inicio de la primavera en países sudamericanos. Este color, asociado al sol y a la vitalidad, refleja el renacer de la naturaleza tras el invierno. Desde un enfoque emocional, se considera que el amarillo transmite alegría, optimismo y buenas energías, características que encajan con el espíritu primaveral. En un plano más social, se entiende como un símbolo de éxito, prosperidad y renovación, ideas que acompañan a este cambio de ciclo natural. De esta manera, regalar flores amarillas se convirtió en una forma de expresar esperanza y afecto en una fecha que marca un nuevo comienzo. Pero el auge de esta tradición no puede explicarse sin recordar la serie argentina “Floricienta”, emitida en el 2004. En su trama, la protagonista soñaba con recibir una flor amarilla de su gran amor, y esa imagen marcó a toda una generación de adolescentes. En la novela, la protagonista Flor, interpretada por Florencia Bertotti, soñaba con recibir flores amarillas de su gran amor, otorgándoles un significado especial como símbolo de amor verdadero y felicidad. Uno de los momentos más recordados de la historia ocurre cuando Federico Fritzenwalden (Juan Gil Navarro) cumple ese deseo. La escena conmovió a los seguidores, quienes la convirtieron en un referente de romanticismo y, con el tiempo, en la inspiración de una tradición que trascendió la pantalla. Con el tiempo, la costumbre trascendió la pantalla y se popularizó en redes sociales, donde se consolidó la idea de regalar flores amarillas el 21 de marzo, coincidiendo con el inicio de la primavera en el hemisferio norte y el otoño en el hemisferio sur. Este contexto reforzó el mensaje de renovación y amor duradero, extendiéndose a otras fechas relevantes, como el 21 de septiembre, día en que Perú celebra el inicio de la primavera. En la narrativa de Floricienta, las flores amarillas poseen un valor simbólico profundo. Representan esperanza, alegría y luz para los personajes, en especial para Florencia “Flor” Fazzarino, una joven huérfana que trabaja como sirvienta en la mansión de los Fritzenwalden. Con el paso del tiempo, esa referencia salió de la pantalla y se volvió costumbre en la vida real. Las redes sociales han sido clave para mantener vivo el recuerdo, ya que cada año miles de usuarios recrean escenas o muestran sus ramos, ya sea por nostalgia o por moda. Curiosamente, incluso quienes nunca vieron la novela participan hoy de la tendencia, motivados por lo que ven en plataformas digitales. Más allá de la estación, esta práctica adquirió un peso emocional en la vida de las personas. Para muchos, entregar un ramo amarillo es sinónimo de cariño sincero, compromiso y buenos deseos. regalar flores amarillas se ha convertido en una forma simbólica de expresar amor, felicidad y buenos deseos, no solo entre parejas, sino también entre amigos y familiares. Esta tradición permite transmitir emociones diversas dependiendo del tipo de flor elegido, aportando matices específicos a cada gesto. Entre las opciones más populares destacan las siguientes flores: Girasoles: simbolizan vitalidad y energía, ideales para alegrar el día de alguien; Rosas amarillas: representan amistad y alegría, perfectas para mostrar gratitud o celebrar vínculos afectivos; Lirios amarillos: se asocian con la renovación y la esperanza; Caléndulas: evocan prosperidad y entusiasmo con su color brillante; Margaritas amarillas: transmiten inocencia y pureza, apropiadas para expresar amistad y felicidad. En el Perú, esta costumbre se observa especialmente el 21 de marzo y el 21 de septiembre, fechas que coinciden con los cambios de estación y refuerzan su simbolismo de renovación y optimismo. En estas celebraciones, los girasoles se han posicionado como una de las opciones preferidas gracias a su tamaño y su color vibrante, convirtiéndose en emblema de la tradición. Con la llegada de la primavera, regalar flores amarillas se ha convertido en una costumbre que cada año gana más fuerza en el Perú. La tendencia, impulsada en gran parte por las redes sociales como TikTok, se asocia a gestos de afecto y renovación. Este el 2025, la primavera se inició oficialmente ayer a la 1:19 p.m., según el Senamhi, pero en los días previos ya se ha registrado un incremento significativo en la compra de arreglos florales de este color. En mercados populosos de la capital, los precios varían según el tipo de flor y la presentación. Los girasoles son de los más demandados, con precios que rondan los S/ 15 por unidad, mientras que ramos más elaborados que combinan margaritas, girasoles y envoltorios especiales pueden llegar hasta los S/ 45. Los tulipanes, considerados exclusivos por sus cuidados en temporada de transición climática, alcanzan un valor de S/ 30 por unidad. De esta manera, el color amarillo, cargado de simbolismo en torno a la felicidad y la esperanza, se ha convertido en el eje de esta tradición que no solo mueve emociones, sino también dinamiza el comercio local en estas fechas.