Existe una historia tenebrosa acerca de un espectro que espanta a los visitantes nocturnos en Barranco desde hace décadas. Según testimonios de quienes dicen haberla visto, la leyenda de la que han dado por llamar ‘la mujer vampiro de Barranco’ data de los años 50s y estaría enterrada en el panteón de Surquillo. A pesar del tiempo transcurrido, desde hace un par de años ha vuelto a cobrar vigencia, a raíz de los nuevos testimonios, principalmente de taxistas, que han tenido la mala suerte de recogerla. Varios de ellos aseguran que en este distrito, una mujer bastante joven y de tez blanca, toma una carrera con destino al cercano distrito de Chorrillos sentándose en la parte posterior del coche, pero al llegar al lugar descubren con horror que se ha convertido en una mujer anciana o que, al bajar de auto, se convierte en un cuadrúpedo. Sea cierta o no esta historia, diversos testigos han corroborado el hecho y se han dado a conocer nuevos testimonios que daremos a conocer a continuación ¿vale?. El primer caso es de un taxista llamado Víctor, quien contó que aproximadamente hace dos años atrás, una jovencita, le tomó una carrera al Cementerio de la Policía, en la madrugada. Según relata, al llegar al panteón, la mujer bajó raudamente y se metió entre los matorrales. Al día siguiente, con la luz de día, pasó por el mismo lugar y, al bajar, se dio con la sorpresa de encontrar un nicho; El segundo testimonio es de otro conductor llamado Christian, quien cuenta que una mujer con apariencia de extranjera, le tomó una carrera desde el Hospital María Auxiliadora hasta la Av. Los Próceres, en Surco alrededor de la 3:00 p.m. De pronto - agrega - la mujer se pone a llorar y le confiesa que es una bruja. En medio del trayecto, le tocó el hombro y, según Christian, quedó como hipnotizado, sintió un dolor fuerte, los ojos se le cerraban y su cuerpo ya no le respondía. Cuando se bajó la mujer, entre risas, le dijo que no tenga miedo y le aseguró que la volvería a ver siempre; Otro relato nos da el taxista Richard, quien pasando con su taxi por Barranco a la tres de la mañana, vio que una señorita le tomo una carrera con dirección a la Villa Militar de Chorrillos, frente al cementerio. Durante todo el trayecto le pedía durante que vaya más rápido y, cuando el taxista bajó la velocidad llegando al lugar, la chica abre la puerta y se avienta. Un patrullero, más adelante, para al taxista, y le dice: ‘¿cómo es posible que usted traiga perros y los bote?’, y él le responde: ‘traje una señorita que se bajó a la volada’. El patrullero insiste: ‘ha bajado un perro negro y se metió al cementerio’. Conste que ninguno de los tres taxistas quiso dar su nombre completo por temor al ridículo, ya que se dio el caso que en los tres encuentros, la misteriosa criatura no pago el viaje y desapareció raudamente apenas llego a su destino. Pero ¿Cuál es el origen de esta leyenda? Se dice que esta la historia data de los años 50s y que una chica de 14 años - quien hoy tiene más de 80 - recuerda vivamente como se inicio todo: “En mi lejana juventud, cuando los dinosaurios gobernaban la Tierra, frecuentemente visitaba los balnearios de Miraflores y Barranco. Sucede que por entonces se contaba insistentemente que había aparecido por el lugar una misteriosa mujer de extraña apariencia, la cual fue acusada de una serie de ataques a quienes frecuentaban las playas a altas horas de la noche, cuando estaban prácticamente desiertas. Es así como a la mañana siguiente de su incursión, aparecían cadáveres de hombres a los cuales les habían extraído la sangre. Muchos creyeron inicialmente que se trataba de perros vagos, pero luego de constatar que los cuerpos no fueron devorados, creció el rumor de que se trataba de una mujer vampiro. Quienes pudieron haberla visto, dijeron que era de avanzada edad y muy fea, por lo que la catalogaron de bruja. Es más, hay quienes afirman haberla reconocido como una anciana que tenía un negocio de golosinas en los alrededores, ya que coincidentemente los ataques ocurrían prácticamente en los mismos lugares. Su nombre era difícil de pronunciar ya que era de origen búlgaro y solo se sabe que emigro con sus padres desde los Balcanes a una tierna edad. A pesar de los años transcurridos desde su llegada al Perú, apenas hablaba el español y por esa razón vivía prácticamente apartada de los demás. Al morir, se dice que fue enterrada en el cementerio de Surquillo y coincidentemente cesaron las apariciones, al menos de momento, ya que a los pocos años de su ‘muerte’, nuevas victimas desangradas eran halladas en la zona, todas de la misma manera, para luego desaparecer por un tiempo intentado con ello no llamar la atención, y posteriormente se repetía la misma historia” contó la octogenaria. Hoy en cambio, al parecer cambió sus tácticas, pero sus intenciones son las mismas, ya que no pierde la oportunidad de volver a las andadas. Hay testimonios más tenebrosos que las dadas a conocer por los taxistas, pero con las dadas a conocer es más que suficiente para hacernos una idea de aquel maligno ser. En cuanto a su ‘actual’ apariencia, no os dejéis engañar, ya que los vampiros al igual que los demonios, saben muy bien disfrazarse para luego mostrarse como los monstruos que son.