martes, 29 de septiembre de 2020

TSANSAS: El enigma de las cabezas reducidas del Amazonas

Una noticia dada a conocer por estos días, indica que el Museo Pitt Rivers, fundado por la Universidad de Oxford para exponer colecciones arqueológicas, antropológicas y etnográficas, ha decidido retirar de su exposición las tsantsas, cabezas reducidas elaboradas por los shuar (llamados también jíbaros) un grupo amazónico dispersado entre Ecuador y Perú. En efecto, el museo anunció en un comunicado que por su "complicada historia colonial" revisó toda su colección desde el punto de vista ético, y este verano retiró de la exposición 120 restos humanos, entre ellas las tsantsas. Como sabéis, estas cabezas reducidas pertenecían a sus enemigos asesinados y eran considerados como trofeos de guerra ya que aseguraban, estaban cargados de supuestos poderes sobrenaturales. Los shuar creían que de esa manera atrapaban el alma del enemigo y evitaban que el espíritu del difunto pudiera vengarse, y además de utilizar las tsantsas como un talismán o amuleto con el alma que podían controlar, también obtenían fama y honor. La elaboración de las tsantsas era compleja. Al enemigo se le cortaba la cabeza y en la parte de atrás se hacía un corte para retirar la piel del cráneo y el cuero cabelludo. Luego la piel se introducía en agua hirviendo para limpiarla, y se cosía un anillo con fibra de chambira que se ataba a la abertura del cuello. A continuación, dentro de la cabeza colocaban piedras calientes para limpiarla desde el interior, y arena caliente para darle forma a la cara. Este macabro procedimiento se repetía varias veces y conllevaba la reducción del tamaño de la cabeza, que finalmente se ahumaba sobre el fuego que la endurecía y le daba un color oscuro. Los labios eran atravesados por varillas de chonta y alrededor de ellas se enrollaban fibras de algodón. Con la cabeza teñida de negro y los labios atravesados, el enemigo no podía ver ni salir. Lo que se conservaba con esmero era el pelo largo del difunto, ya que ahí residía su fuerza, según las antiguas creencias. Pese al trabajo que todo esto supone, los Shuar perdían interés en estos talismanes al cabo de un año y medio o dos, cuando creían que el poder de las tzantzas perdía su efecto e iban a por más cabezas. “La disminución en el rendimiento de las cosechas, o en la fertilidad de las mujeres de la tribu era una señal de que el poder del espíritu había comenzado a disminuir. Una vez que perdían su poder espiritual, consideraban que ya no tenían ningún uso o relevancia y perdían todo interés en conservarlas" afirmó Tobias Houston, antropólogo de la Universidad Witwatersrand, en Sudáfrica. “Sólo a partir de ese momento, se deshacían de ellas y comenzaban a intercambiarlas por otros objetos a los que le atribuían valor con los exploradores europeos del siglo XIX” indicó. En efecto, estos últimos consideraron a las tsantsas como "curiosidades exóticas" y se interesaron rápido en el negocio, pagando un buen precio cada una de las piezas. Una tsantsa valía como una pistola, el precio más alto que podía alcanzar un objeto en términos de trueque. De esta forma, estas cabezas achicadas se convirtieron en un artículo con buen valor monetario. El apetito de coleccionistas europeos en hacerse con las tsantsas desarrolló a su vez un comercio macabro. Tras un tiempo, la riqueza originada por este negocio hizo a los Shuar mucho más poderosos que sus enemigos, provocando guerras tribales y cacerías de cabezas que incitaron más asesinatos, agrega por su parte la directora del museo Pitt Rivers, Laura Van Broekhoven. La demanda creció tanto en Europa que empezaron a falsificarse tsantsas utilizando cráneos de monos y osos perezosos haciéndolos pasar como humanos. “Obtener por lo tanto tsantsas genuinas no era una cuestión de andar matando comunidades para apoderarse de sus cabezas, sino una práctica sagrada ceremonial con un significado profundo”, aseguro. “Era un tratamiento que solo se otorgaba a los líderes enemigos más feroces, por lo que la tribu, creía, podía capturar el poder de una de las múltiples almas que los Shuar y sus rivales, los Achuar, creían que poseían las personas. Los Shuar contemporáneos afirman que sus antepasados ocasionalmente encogían las cabezas de sus propios jefes como una forma de conmemorarlos” aseveró. Pero cuando el gobierno ecuatoriano puso fin a este comercio en la década de 1960, la posesión de tsantsas en Europa había adquirido una connotación muy diferente. Y es que en el imaginario occidental, películas y libros retrataron a esta y otras culturas amazónicas como horripilantes, asesinas, bárbaras e incivilizadas por sus sangrientos rituales. Cabe recordar que los Shuar, fueron una de las pocas tribus que los españoles nunca pudieron doblegar cuando llegaron a América, por lo que pudieron continuar con esa aberrante práctica de reducir cabezas durante siglos. Si bien hoy no han desaparecido, al entrar en contacto con el mundo moderno, el reducir cabezas - que requiere habilidad, precisión y paciencia - cayó en desuso luego de que fuera prohibido por las autoridades. En la actualidad, las réplicas reducidas se fabrican como objetos curiosos para el turismo comercial. Estos están hechos de cuero, pieles y animales formados para parecerse a los originales.

martes, 22 de septiembre de 2020

CORNUCOPIA: El cuerno de la abundancia

Seguramente que lo has visto representado en el escudo del Perú y te has preguntado que representa y cual es su origen. Ante todo, cabe resaltar que es un símbolo de prosperidad y afluencia, el cual data del siglo V antes de Cristo. El origen del cuerno de la abundancia está en la Grecia clásica. Según la mitología helena, una cabra llamada Amaltea crió con leche a Zeus, en el monte Ida en la isla de Creta, mientras éste huía de una muerta segura, a manos de su padre, Cronos. Hay que tener en cuenta que Cronos era el único poder tras haber derrotado a su padre Uranio. Zeus, cuando era niño, estaba jugando con los rayos y haciendo todo tipo de pruebas hasta que, por accidente, rompió el cuerno de la cabra. En compensación, Zeus dio el poder a todo aquél que poseyera ese cuerno, de concederle todo lo que deseara. Hay otra teoría sobre el origen de la cornucopia, que también nos retrotrae a la cultura griega. El protagonista, Heracles (Hércules para los romanos) quien luchó contra el dios-río Aqueloo para conquistar a Deyanira. Heracles ganó el combate y además destrozó un cuerno de Aqueloo, que tenía la propiedad de la metamorfosis, como si de un héroe de cómic se tratara, y se convirtió en toro. Tras rendirse, le pidió a Heracles, que le devolviera su cuerno, y parece que a cambio le dio uno de la cabra Amaltea, del que brotaban flores y frutos. Otras teorías relacionan el origen del cuerno de la abundancia, con el hecho de que Heracles se quedara con el cuerno de Aqueloo y lo recogieran las náyades, llenándolo con vegetales y flores. Originalmente, se representaba el cuerno con frutas y flores, representando habitualmente de esta manera a la diosa Fortuna. En la Edad Media, se la asociaba con el Santo Grial, ya que se relacionaba con ello a todo aquél que poseyera una cornamenta de este tipo. Estamos ante una decoración tradicional, que también representa un símbolo de la cosecha de otoño. Por ello, es tradicional ver este tipo de cuernos, en la celebración del equinoccio de otoño. Hoy en día, se anima a la gente que lo porta a que su vida, sea como una canasta llena de fruta fresca y deliciosa. Además, también simboliza la felicidad absoluta, y la generosidad, términos que arrastra desde la civilización grecorromana. Actualmente, en el día de Acción de Gracias se muestra una cesta con un cuerno con frutas y flores, representando esta tradición. Es una cesta de mimbre con forma de cornucopia, muy típica de los países anglosajones. Pero no sólo en ellos se representa el cuerno de la abundancia. Aparte del Perú, existen otros países en América Latina que lo tienen representado en sus escudos. En cuanto a su significado, aunque ya hemos ido mencionándolo a lo largo de apartados anteriores, la cornucopia tiende a representarse como alegorías y deidades. En primer lugar, tenemos a la Fortuna. Aparece representada como una diosa, sentada sobre un trono, con una rueda, que representa la inestabilidad. Aparece en ese momento la cornucopia, como símbolo de vanidad, variando la representación de la diosa; La Abundancia es una diosa representada como una joven ninfa con flores. En una mano tiene una espiga y en otra aparece con la cornucopia; La Ocasión, por su parte, es una mujer desnuda apoyada en una rueda, con un pie apoyado y otro en el aire. Se puede representar con melena al viento, o con calvicie, representando el mítico tempus fugit; La Liberalidad, se nos presenta con una mujer con ojos hundidos, frente cuadrada, nariz aguileña, vestida completamente de color blanco, con un compás y un cuerno de la abundancia en sus manos. Mientras sujeta ambos objetos, se le caen bastantes objetos valiosos. También tiene frutas y flores y su cabeza sujeta un águila; La Prudencia se representaba tradicionalmente con dos rostros completamente diferentes, porque a modo del yin y el yan, se indicaba el conocimiento que tenía esta diosa tanto del presente, como del futuro. Puede aparecer tanto vestida, como completamente desnuda, con un espejo y con una serpiente, que representa el mal y todos los peligros, que pueden llegar a acechar en algún momento de la vida a los seres humanos; Por último tenemos la Alegría, que como su propio nombre indica representa un estado de felicidad constante. Como en los casos anteriores, aparece representada como una mujer, con actitud alegre y con un cuerno de la abundancia sujeto, con frutos y con flores en exceso. Muchas veces, aparece acompañada por niños y uno de ellos, suele alzar una hoja de palma en alegorías de este tipo. Como amuleto, la cornucopia o cuerno de la abundancia se representa a través de un pequeño cuerno del que emanan piedras o brillantes, de modo que representa el mito del cuerno de la cabra que cuidó de Zeus, que se llenó de frutas. Se puede encontrar en forma de colgante o de amuleto sin más, de venta en tiendas esotéricas o en internet realizado en materiales como el metal, para llevarlo a todas partes y derrame la abundancia sobre ti.

martes, 15 de septiembre de 2020

PROYECTO KORICANCHA: Los túneles de los Andes y el oro de los Incas

Existen muchos datos de cronistas e investigadores que nos hablan de un importante túnel (Chinkana) construido por los incas, que conectaba el Templo del Coricancha con la fortaleza de Sacsayhuamán, que domina el Cuzco, la antigua capital imperial. Ya en una ocasión anterior - cuando nos referimos a la Leyenda de la Mazorca de Oro - nos ocupamos del tema, y ahora quisiéramos ahondar mas sobre el asunto ¿vale? Si bien el túnel existe, hasta el momento su origen y recorrido - ya que incluso se dice que llegaría a todos los rincones del Imperio - no se ha documentado lo suficiente. Por ello nació el Proyecto Koricancha que recupera una extensa bibliografía de distintos autores que os pasamos a detallar: El Padre jesuita Agnelio Oliva (1542-1572), nos relata que: “Huayna Cápac dotó de nuevos, muy suntuosos y grandes edificios y a él es atribuida la construcción del laberinto subterráneo que llaman Chincana, del cual había salidas a los caminos de fronteras, puentes, fortalezas y otros edificios”; Por su parte, el padre mercedario fray Martín de Morua, en una crónica de 1590, nos dice en el capitulo IX: “Del gran infante y capitán Ausi Topa hijo del famoso Topa Inga Yupanqui……Este valeroso capitán Ausi Topa fue el que por mandato de su padre, hizo un camino debajo de la tierra en la fortaleza de esta ciudad del Cuzco hasta Coricancha que era donde ellos tenían el templo y oratorio del sol y de la luna y de todas las demás huacas que ellos adoraban, hasta la entrada de este socavón en la dicha fortaleza en donde llamaban la chingana aunque ya es perdido y acabado todo, porque no hay quien atine por donde va, sino es solamente la entrada, porque en entrando algún trecho se pierden y no pueden dar con el camino. Porque ni en el dicho paraje del Curicancha no hay memoria de ello y dicen que el inga lo mandó cerrar porque no entrase nadie dentro. Fue como dicho es”. Igualmente Morúa, comentando las obras de Pachacútec, afirma que éste construyó el Gran Templo del Sol en el Cusco (Coricancha) y que Túpac Yupanqui, construyó un nuevo templo del Sol dentro de la fortaleza de Saqsaywaman, diciéndonos: “era un templo famosísimo en la fortaleza de la ciudad del Cusco, con infinidad de puertas y una entrada labrada diabólicamente, que era una boca de serpiente que causaba a quienes la miraban espanto… y por ella entraban e iban por debajo de la tierra, al Templo y Casa del Sol llamada Coricancha, la cual puerta se entiende al presente a lo que dicen algunos indios viejos que está en una cueva que ahora se llama la Chingana (sic) que significa cosa donde se pierden”; Por su parte, la Historia General de los Jesuitas (1600) hace una descripción de la ciudad del Cuzco, donde se menciona que al construir la Iglesia de la Compañía, se encontraron con una serie de dificultades: …….”porque el terreno que era parte de la casa estaba llena de unos sótanos o manantiales de agua que en otros tiempos formaban una laguna o pantano, que los incas desecaron extrayendo las aguas hacia el río Huatanay, que por allí cerca pasa y todo el tremedal lo cubrieron con cascajo, llevado a mano, de suerte que todo el terreno de la plaza quedó parejo y enjuto. Para salvar tan grandes dificultades, tuvieron que hacer muchas obras subterráneas, usando de tablones y tapiales y gran suma de losas y piedras labradas que sacaban de la fortaleza y de los demás edificios y antiguallas de los incas, de que están llenos todos los cimientos. Todo éste trabajo se hizo sin tocar la célebre cueva del Cusco que los indios llaman Chincana, la cual hicieron los reyes incas muy profunda y atravieza toda la ciudad por en medio, con su boca o entrada en la fortaleza de Sarsaquaman (sic) y baja de lo alto por el lado del cerro donde está la iglesia de San Cristóbal y por muchos estados de hondura va a dar y salir a lo que ahora es Santo Domingo, que como queda dicho era el famoso templo de Coricancha y Casa del gran Punchau”. Agrega el cronista: “Dicen todos los indios de quien me he informado, que hicieron los incas esta cueva costosa y trabajosa para que en tiempo de guerra cuando los reyes estuviesen en su Sarsaquaman (sic) o fortaleza con toda su gente y ejército, pudiesen con seguridad y sin ser sentidos, ir a su Templo del Sol y adorar a su ídolo Punchau (sic) y ofrecerle incienso y sacrificios y comunicar con él el estado de la guerra y las cosas de gobierno del rey”.Finalmente el cronista jesuita dice, que el Padre P. Porfirio, constructor de la iglesia de la Compañía, no tocó esta cueva por ir muchos estadios debajo de la tierra y porque dicho socavón no pasa por medio de la citada iglesia, sino un poco más arriba, por medio de las casas obispales; Entretanto, El Inca Garcilaso de la Vega (Comentarios Reales de los Incas, 1609) nos explica que: “Una red de pasajes subterráneos, tan largo como las propias torres estaban todos conectados. El sistema era compuesto de calles y alamedas partiendo en todas las direcciones, todas con puertas idénticas. Era tan complicado que ni siquiera los más valerosos se aventuraban a entrar en el laberinto sin una guía de orientación que consistía en un rollo de cuerda o brabante grueso atado a la puerta de entrada para ser desenrollado a medida que se fuese avanzando por los túneles. Cuando niño acostumbraba a ir hasta el fuerte con los chicos de mi edad, pero no nos atrevíamos a ir muy lejos, permaneciendo siempre en lugares donde hubiese la luz del sol, pues teníamos mucho miedo de perdernos, después de oír todas las historias que los indios nos contaban sobre el lugar ………”. Garcilaso continua señalando: “Algunos de los túneles llegaban a Cuzco, a tres kilómetros de distancia, comunicando Saqsaywamán con el Coricancha y otros edificios. Otros túneles se adentraban hacia el mismo corazón de los Andes, sin saber a donde conducían exactamente”; A su turno, Felipe Guaman Poma de Ayala, durante más de treinta años, viajó por todo el Perú recogiendo material para su obra, escrita en un español bastante defectuoso y mezclado con muchos vocablos quechuas. Su obra, Nueva Coronica y Buen Gobierno (1615), constituye un universo particular que rebasa las relaciones de hechos notables, se extiende hasta casi alcanzar una jerarquía enciclopédica andina, asombrando a los eruditos por su precisión y su riqueza temática. Guaman Poma conocía las obras de los cronistas que le precedieron, pero por su cuenta recogió sobre el terreno y de viva voz de sus connacionales, tradiciones y narraciones referentes a la historia de los incas. En relación a la famosa Chinkana Grande de Saqsaywaman menciona que existía un camino subterráneo o Chinkana de Calispuquio, que iba hasta el Koricancha en el Cuzco, existiendo una relación con ellas con Saqsaywaman y Pucumarca Suchuna (Rodadero):“Como tenía grandes fortalezas llamado, Sacsaguaman, y Pucamarca, Suchona Callis Pucyo, Chingana el agujero de debajo de la tierra llega hasta Santo Domingo, Coricancha del Cuzco éstos fue la gran fortaleza y Pucara del Inga, hecho de todo el reino”; Por su parte, Fernando Montesinos, quien residió durante largo tiempo en el Perú a donde llegó acompañando del virrey Chinchón en el año 1628, era jesuita y además doctor en derecho eclesiástico, viajó por todo el país y se dedicó a una inconcebible variedad de actividades. Al relatarnos el cambio de dinastía de los Amautas a los Incas y como éstos se introdujeron en el gobierno, trata de Mama Ciuca, en la que su hijo Inca Roca, lo lleva ocultamente a la chinkana, cueva notable que cae sobre el Cuzco y hoy barrena a todo hasta el convento de Santo Domingo, que antiguamente fue Casa del Sol, vistiéndolo con láminas de oro y pedrería que brillaba a los rayos del sol. Resumiendo esta leyenda, se dice que Mama Ciuca, quiere hacer pasar ante el pueblo que su hijo ha sido escogido por el Sol, y para esto lo hace llevar ocultamente a través de un túnel existente entre el Koricancha y Saqsaywaman, logrando su propósito, haciendo que sea reconocido como rey, el primero de la dinastía de los Incas. Otros cronistas como José de Arriaga, comentan igual leyenda, sosteniendo que el nombre de este joven fue Manco Cápac; A su vez, el cronista agustino Antonio de la Calancha (1635) al tratar sobre la fortaleza de Saqsaywamán en el Cuzco, dice: …..los incas construyeron un camino por debajo de tierra de más de diez cuadras, todo labrado que comunicaba dicha fortaleza con el Templo del Sol. A éste subterráneo lo llamaban “La Chingana” que es lo mismo que decir, donde se pierden o se esconden o laberinto; M. Rivero y J. Tschudi (Antigüedades Peruanas, Viena 1851) tienen también que decir algo al respecto: “…. Estos fortines se hallaban en comunicación subterránea unos con otros, así como también con los palacios reales, y con el templo del Sol de la ciudad. Tales trabajos subterráneos eran según la tradición muy ingeniosos: de ordinario tenían cuatro pies de ancho y un estado de alto, pero en ciertos trechos se engolfaban, y había en las paredes piedras puntiagudas de modo que un hombre solo podía pasar por en medio de ellas, o bien su altura se disminuía tanto que solo a gatas era posible el tránsito. Todo esto con el objeto de poder salvar los tesoros de la ciudad a la fortaleza e imposibilitar una persecución enemiga, pues detrás de cada estructura había una capacidad bastante ancha para defender el paso contra un ejército entero”; Ernst Middendorf, quien publicó entre 1893 y 1895 su libro “Perú”, precisa que en realidad habría dos Chinkanas, una en la cumbre de Saqsaywamán en conexión con el Templo del Sol y con la Casa de las Escogidas, y otra a los pies de la Piedra Cansada (Chinkana Grande). Ambas serían de origen natural, originada por el resquebrajamiento de las rocas calcáreas por las acciones volcánicas. Los túneles interiormente no estarían abovedados, sino cubiertos por lajas que descansaban sobre carricillos labrados en los muros. “ …. Si bien no se encuentran en la colina del Sacsahuaman restos de muros, hay allí la entrada a una cueva, sobre la que se cuenta toda clase de fábulas. Afirman que se trata de la entrada a un laberinto de galerías subterráneas que en tiempos antiguos unían la Fortaleza con el Templo del Sol y la casa de las Vírgenes Escogidas. Por el peligro de extraviarse que corren quienes se aventuran a entrar, la cueva se llama La Chingana. En realidad, estas cuevas son grietas naturales, tal como existen también en otras montañas calcáreas, y que aquí parecen ser aún más frecuentes debido a la acción volcánica. También al pie de la llamada Piedra Cansada, se encuentra el ingreso a una cueva de esta naturaleza, conocida igualmente con el nombre de Chingana”; Finalmente, en 1927 William Montgomery McGovern, doctor del Museo de Historia Natural y Etnológico de Sudamérica, y miembro del Board of Oriental Studies de Londres, en su libro titulado “Jungle Paths and Inca Ruins” afirmó: “Cerca del fuerte de Sacsayhuamán existen muchas y extrañas cavernas en dirección al fondo de la Tierra, donde altares a los dioses de las profundidades eran esculpidos en roca viva y muchos de los huesos esparcidos por allí dicen ser de los sacrificios que habían sido realizados allí dentro. La salida de una de esas cavernas, la Chinkana jamás fue encontrada. Dícese estaba unida por un enorme pasaje subterráneo hasta el Templo del Sol, en el corazón del Cuzco. Dícese firmemente y con razón, que dentro de esa caverna estuviese escondido gran parte del oro de los emperadores incas, el cual fue guardado allí para no caer en manos de los conquistadores españoles. No obstante, la caverna es tan grande, tan complicada, con pasajes tan intrincados que el secreto jamás fue desvelado. Se dice que apenas un hombre pudo encontrar el pasaje para el Templo del Sol y que cuando salió cargaba dos barras de oro en las manos. Sin embargo, luego de estar deambulando por los complicados pasajes subterráneos, estaba tan perturbado mentalmente que falleció al poco tiempo, llevándose el secreto consigo. Desde aquella ocasión, muchos se aventuraron por las cavernas, sin jamás haber vuelto. Unos dos meses antes de mi llegada al sitio, la desaparición de tres personas importantes dentro de las cavernas hizo que el prefecto del Cuxco prohibiese la entrada a la misma, y así impidió que se pudiese descubrir los secretos y tesoros de los incas para siempre”. Como podéis notar, existen muchas referencias a la existencia de esos misteriosos túneles, pero de lo que atesoran o adonde se dirigen es un misterio aun sin resolver.

martes, 8 de septiembre de 2020

MANCHACHIKU: El alma errante de un condenado

Quien recorra los pueblos de la sierra del Perú debe tener cuidado de no encontrarse con un condenado, también llamado Manchachiku (lo que asusta). Se trata de almas que van por las noches aterrorizando e, incluso causando la muerte a los quienes se atrevan a caminar por parajes oscuros a altas horas de la noche. Estos engendros pueden asumir diversas formas, como la de un espectro trasparente o blanco, un animal arrastrando pesadas cadenas, una persona infestada de piojos o gusanos, un caballero silencioso, una sombra negra, un aire frío que eriza la piel, entre otras. Cabe destacar que al morir, una de las primeras partes del cuerpo en descomponerse es la garganta, por lo que los espectros suelen tener voz gangosa, debido a que el aire se cuela por sus carcomidos pescuezos. No es de extrañar que tarde o temprano se ven en la necesidad de comer carne humana, lo que los torna doblemente peligrosos. Cuentan que hace muchos años en Jauja salía no uno, sino decenas de condenados todas las noches a dar su ronda por la ciudad. Los vecinos echaban los cerrojos a sus puertas apenas daban las seis de la tarde y se apagaba el último rayo de sol. En las zonas rurales, los campesinos se despedían a gritos, de cerro a cerro, y corrían a casa antes de que oscureciera del todo. Abundan los relatos de hombres y mujeres que se encontraron con un animal que aparece inesperadamente y les hace frente, cortándoles el camino e impidiéndoles llegar a su destino. Este puede ser un animal común (digamos, un cerdo, un pavo o un toro), pero se sabrá que es un condenado por el fuego que se desprende de sus ojos y por su aliento que huele a azufre. Hay quienes ante tal escena son más cautos y prefieren dar marcha atrás volviendo sobre sus pasos, pero hay otros que intentan desafiarlos. Mala idea; al día siguiente serán encontrados desorientados, diciendo palabras sin sentido y botando espuma por la boca. Es bueno saber que la mejor protección contra los condenados son los perros y las criaturas pequeñas, ya que los ladridos furiosos de los canes o el llanto de los niños los hacen huir despavoridos y hubo ocasiones en que unos perros bravos se abalanzaban sobre el espectro y tras alcanzarlo,lo despedazaban a dentelladas, para que a los pocos minutos las partes se volvían a unir y podían escapar en la oscuridad de la noche. Muchas veces alrededor de estas apariciones se encontrará un tapado, o sea, un tesoro enterrado. Ello significa que la razón por la cual el difunto se ha condenado fue por amasar en vida una gran fortuna sin compartirla con los necesitados. En tal caso, su alma no descansará hasta que dicha riqueza sea desenterrada y entregada a noble uso. Por ello, hay muchas personas que en lugar de huir de los condenados, los desafían y hasta son capaces de luchar contra ellos con tal de conseguir todo o parte de esas riquezas ocultas. Sin miedo alguno, y es que la ambición los envalentona, se abalanzan sobre el condenado con lo que tengan a la mano - una piedra, un garrote o un látigo - exigiéndoles que les entreguen ya mismo los tesoros acumulados. En caso de que alguien lo logre, el alma del condenado será salvada y podría por fin, descansar en paz. Lamentablemente, estos casos son excepcionales y la gran mayoría de las almas en pena vagan sin rumbo por parajes solitarios tratando de expiar sus pecados por toda la eternidad y quienes buscan sacar algún provecho, terminan siendo devorados por el espectro. A tener cuidado si se encuentra con uno de ellos.

martes, 1 de septiembre de 2020

EL PARAISO DE LOS SUICIDAS: Advierten una extraña energía en el puente Villena

Ubicado en Miraflores, el Puente Villena era un lugar preferido por quienes deseaban quitarse la vida, arrojándose al vacío desde sus barandas. En efecto, registros periodísticos de las décadas de los 80 y 90 señalan que mujeres y hombres jóvenes acudían al lugar con el único objetivo de encontrar una terrible muerte. Uno de los casos mas conocidos por aquellos años, involucro a una estudiante universitaria de la Ricardo Palma, quien tomo la fatal decisión de arrojarse del puente y que fue publicado por el diario La Prensa, quien lo detalla de la siguiente manera: “Lo calculó todo fríamente. Emely Aymé Guevara Zapata dejó un juego de disquetes con mensajes grabados sobre su fatal determinación. Ella cruzó lentamente, sin levantar sospechas, el puente Villena. De pronto, en un abrir y cerrar de ojos, subió a la baranda de la estructura miraflorina y se lanzó al vacío, dejando en un disquete mensajes sobre las causas que lo indujeron al suicidio. ‘Es urgente que impriman el archivo. Adiós, Emely’. En la vivienda de la joven suicida, su familia recibió la llamada más dolorosa de su vida. ¡Por qué, Dios mío!, gritó acongojada su tía Irene. A las 00.20 de la madrugada Emely cayó desde los 80 metros de altura -equivalente a un edificio de 30 pisos- existentes entre la baranda metálica y la rígida pista de piedra ubicada bajo el puente. Murió instantáneamente bajo la mirada atónita del agente del serenazgo Javier Espinoza, quien no pudo reaccionar a tiempo para evitar el fatal desenlace” puntualiza la nota. Esta tragedia, considerada como una de las más dramáticas ocurrida en el lugar, confirmó una vez más el signo trágico que rodea una de las obras de ingeniería más ambiciosas que tuvo Lima. Construido en 1966 frente al Océano Pacífico, el nombre del puente se le otorgó en homenaje a Eduardo Villena Rey, quien fuera uno de los alcaldes de Miraflores durante los años 1934, 1937, 1938 y 1939. No basta que esta mítica estructura sea catalogada como una de las más bellas del país para ocupar la portada de los diarios. Los suicidios que ocurrieron con frecuencia en el lugar han hecho famoso a este lugar y que incluso era conocido como uno de los siete lugares de América Latina donde mayor número de suicidios se presentó, que las autoridades del municipio miraflorino instalaron hace varios años a ambos lados del puente, unos altos paneles traslúcidos además de unos techos curvos, para evitar que siga siendo utilizado por quienes en su desesperación, buscan dejar este mundo a como de lugar. Pero a pesar de estas medidas de protección, así como de una continua vigilancia por parte del serenazgo, hay quienes logran burlar esos controles e intentan acabar con sus vidas. Existe un registro de marzo de este año donde se lee que un hombre estuvo a punto de suicidarse arrojándose del puente, siendo detenido a tiempo antes de que logre cometerlo. Razón por la cual este sitio ha sido estudiado por videntes como la venezolana, Carmen Briceño y programas televisivos de casos paranormales como Zona de Miedo, que dirigía Aldo Miyashiro en el año 2011. Las conclusiones a las que llegaron coinciden con testimonios de taxistas o caminantes de la mencionada zona de Miraflores, indicando que existe una energía extraña, muchas indescriptibles en dicho lugar, sobre todo entre la 1 y 4 am. Estos hechos son materia de estudio, junto a la información de los suicidios protagonizados por quienes se lanzaban al vacío para acabar con su existencia. Según contó la vidente Carmen Briceño, al programa Zona de Miedo del año 2011, mientras se disponía a estudiar los hechos paranormales en el citado puente, ella soñó con dicho lugar durante algunos minutos, ya que en el camino dijo que quedó profundamente dormida, sintiendo pedidos de ayuda, de las almas de los suicidas que no encuentran el descanso eterno, siendo atormentados mas allá de la muerte. Con el tiempo el puente Villena ha sido remodelado, mejorado y reforzado. Incluso se construyo a su lado un puente mellizo. Sin embargo la belleza, la carga histórica y los recuerdos que rememora este puente serán difíciles de reemplazar.