martes, 8 de febrero de 2022
LA LIMPIEZA DEL AURA CON JOHN CHOY: Para alejar las malas energías
Mientras uno recorre la calle Capón en el Barrio Chino de Lima suele toparse con un puesto especial, decorado al estilo oriental, donde se encuentra con uno de los astrólogos más conocidos en los medios locales. Su nombre es John Choy, quien desde hace 25 años limpia las auras entre sonidos del gong, campanas y música mística del Lejano Oriente. Es habitual encontrar una cola larguísima de gente que espera su turno y dos ciudadanos venezolanos lo ayudan a mantener el orden. Uno puede observar a las personas que participan en dicha ceremonia - de apenas cinco minutos - en la cual el Señor Choy toca la campana y el olor de los inciensos sale de su negocio dando un olor de tranquilidad a las personas que se encuentran alrededor del pequeño puesto, en medio del tumulto que caracteriza al centro de Lima y a la calle Capón (cuadra siete del jirón Ucayali).Ante todo ¿qué es el aura? Se trata de un campo energético que, en teoría, se ubica alrededor del contorno del cuerpo humano y está compuesta por diferentes capas. La misma se presenta en diferentes colores, según el estado de ánimo o la personalidad de cada uno. La misma es permeable a nuestras emociones por lo que puede contaminarse con el enojo, la bronca, la angustia, el dolor, la envidia (propia y la ajena) o la tristeza y a la larga, hay quienes sostienen que termina afectando nuestra vida cotidiana. Para evitarlo, se recurre a la técnica de limpieza (cuyo estudio y aplicación lleva más de 15 años). ¿En qué consiste la limpieza aúrica? Se trata de descargar las energías negativas del cuerpo para que la energía pura y positiva pueda fluir correctamente. El aura está conectada con los famosos chakras (centros de energía del cuerpo humano) y es a través de ellos que se drena. Por lo general, tiene varias etapas: la de la limpieza, la del equilibrio del cuerpo, la de energización (atrae la buena energía). ¿Cómo se limpia? Hay personas abocadas a esta tarea, como el señor Choy, que dirige la sesión. Quienes han participado en ella, cuentan que lo primero que se les dice es que cierren los ojos y que pidan tres deseos para este año en orden de importancia, mientras realiza el baño de limpieza de aura, en la cual se puede utilizar ruda, sal marina, incienso, el uso de péndulos o gemas energéticas y los cuencos tibetanos. También se puede recurrir a la acupuntura y a las terapias florales. Una vez que termina, se le indica que ya puede abrir los ojos, porque ya tiene el aura limpia y que este año las cosas le van a ir bien, terminando de esta forma la ceremonia ¿Y cuáles son los beneficios? Luego de una limpieza áurica, la persona puede experimentar una sensación de paz y tranquilidad interior, el cansancio físico se pierde, aumenta la concentración, disminuye el estado de alerta constante. Dicen además que la limpieza ayuda a las personas que padecen insomnio, migraña y depresión. A pesar de su brevedad y el coste que hay que pagar por ello, el maestro de las artes de la astrología tiene mucha demanda y a veces no se da abasto para atender a su clientela. Precisamente, con una calma propia de Buda, el señor Choy nos dedica un momento de su agitada labor para explicar que lo del año pasado, con sus restricciones para los negocios de la zona, se debía también a que fue el año del búfalo, con muchas secuelas del 2020, el año de la rata, que pocos quieren recordar. Pero el pasado 1 de febrero, el recibimiento del Año Nuevo Chino comenzó con el colorido pasacalle de los danzantes de leones. Asimismo, explica que el año del tigre es un año aguerrido, con mucho coraje, como para meterle sus zarpazos al Covid-19. Será un calendario atrevido y dinámico. “Es el año de aceptación, valoración y adaptación a los cambios. El tigre viene con el elemento agua para limpiar, purificar, operar toda la suciedad que se inició desde el 2020” aseveró, agregando asimismo que los peruanos saben adaptarse a las nuevas culturas y han recibido muy bien a las tradiciones chinas, que cada año suman más creyentes. Al despedirse nos dice: “Gong hei fat choy” que en chino quiere decir “Te deseo buena suerte”. Al salir de allí con buena energía cruzando el Arco Chino, puede leerse la inscripción que allí aparece grabada: “Bajo el mismo cielo azul, todos los hombres somos iguales” Cuanta verdad hay en esta frase ¿no lo creen ustedes?