martes, 22 de marzo de 2022
PSICOSOCIALES EN EL PERÚ: Operativos montados con animo distractivo
Con motivo de la reciente decisión del Tribunal Constitucional (TC) de declarar fundado el habeas corpus que plantea la excarcelación del ex dictador Kenyo Fujimori - restituyendo el indulto humanitario que recibió en el 2017 - nos viene a la memoria los operativos psicosociales montados junto con su siniestro ‘asesor’ Vladimiro Montesinos, para desviar la atención pública tanto de la grave crisis económica que el país andino atravesaba como de los sonados casos de corrupción que ocurrían durante su régimen. Venga ya ¿Quién no recuerda “los Cristos pintados en las paredes”, “las vírgenes que lloran” “el monstruo de los cerros”, “la bruja Salomé” o “la vampiresa Sarah Ellen” - por citar solo algunos - y de los cuales nos ocupamos en su momento? Es por ello que en esta oportunidad haremos un recuento para no olvidar el pasado ¿vale? Si bien hay que reconocer que anteriores gobiernos también hicieron los suyos, nadie supero a los realizados durante el fujimorismo, gracias sobretodo al uso intensivo que hicieron tanto de la televisión y la prensa basura - comprados con el dinero de la corrupción - para intentar convencer hasta al más incrédulo. Para tal efecto, Montesinos había formado en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) a un grupo de agentes para que elaboraran noticias falsas, contratando además al cuestionado psiquiatra Segisfredo Luza para que se encargara de este infame proyecto. Entre los casos más sonados podríamos resumir los siguientes: 1- La Virgen que Llora: Como sabéis, en enero de 1991, se presentó el primer caso de cólera en el Perú. En cien años, esta pandemia no había llegado a ningún país latinoamericano. El cólera se propagó rápidamente ya que el sistema de salud y agua potable del Perú estaban en pésimas condiciones, por lo que no fue de extrañar que se batiera el récord mundial en número de casos de cólera. Si durante el primer mes de la epidemia, Asia y África registraron 12,785 y 35,606 casos respectivamente, en el Perú solo durante el primer mes, se registró 37 538 casos. Las muertes a causa de esta pandemia originaron una histeria colectiva. En este contexto se lanzo el primer psicosocial creado por Luza. El 27 de febrero de ese año, los medios de comunicación fueron hasta una casa en el Callao porque la dueña del inmueble afirmaba que una de sus vírgenes “estaba llorando sangre”. La gente estaba tan preocupada por el cólera que no les pareció un hecho anormal, que tampoco les llamó la atención que la dueña de la casa era hermana de un fotógrafo que trabajaba en Palacio de Gobierno. Al contrario, asumieron que era una señal de la virgen ante el cólera. Las madres llevaban a sus bebés para frotarlos contra la imagen como si con eso resguardarían a sus hijos de todo mal. En mayo de ese año, un diario local sacó una nota titulada: “Fujimori pide a la virgen que llora que nos ayude a salir de la crisis’’ declarándose un fiel creyente. El entonces Arzobispo de Lima, Augusto Vargas Alzamora, no creía en la autenticidad de este hecho. Mandó a investigar esas lágrimas y pidió a sus feligreses mantener la calma y no confiarse del todo. Pero el sugestionado pueblo no hizo caso a las advertencias. Es más, algunas personas aseguraron “que vieron llorar a la virgen” en varios momentos. Cientos de personas iban diariamente a esta casa para rezarle a la imagen. Sin embargo, a muchos se les cayó la venda de los ojos cuando un invitado de un noticiero matutino de un canal de tv hizo llorar lágrimas de sangre a una imagen precolombina con una sustancia líquida, demostrando que la citada virgen era un fraude; 2- Sarah Ellen: Como recordareis, se trato del más escandaloso y mediático psicosocial surgido tras el autogolpe de Fujimori, quien disolvió el Parlamento en 1992 y se erigió en dictador. Era Junio de 1993 y el Congreso Constituyente Democrático - surgido tras el golpe - prepara una nueva Carta Magna para intentar “legitimar” al régimen. Entretanto, una historia de terror, se siembra sospechosamente en los estudios de Univision en Miami y estalla en el puerto sureño de Pisco, en Perú. En el show de Cristina Saralegui, se dio a conocer la disparatada historia de la vampiresa Sarah Ellen - al cual apodaban la novia de Drácula - y cuyo cuerpo había llegado al Perú para ser enterrado en Pisco a inicios del siglo pasado, prometiendo que resucitaría luego de 80 años para vengar su muerte, “ya que fue acusada de bruja y sellada viva en un ataúd de plomo en el Reino Unido” una versión de lo más ridícula porque en 1913 nadie era condenado así. Pero a pesar de los duros cuestionamientos, este psicosocial se vuelve una leyenda urbana haciéndose tan popular que inclusive se convierte en un problema de Estado. El pánico se acrecentaba a medida que se acercaba la fecha de su “retorno” y el camposanto pisqueño jamás fue visitado por tanta prensa nacional y distraídos curiosos esperando que Sarah Ellen se levantara de su tumba, lo cual como es lógico nunca sucedió. En el colmo del ridículo, un canal de tv transmitió en directo el hecho, a sabiendas de que se trataba de una mentira. El caso no tardo en pasar al olvido para la gran mayoría, salvo para unos inescrupulosos que supieron aprovecharse de la ignorancia de los indios. En la actualidad, el nicho de Sarah Ellen en Pisco sirve de altar para pedir “milagros amorosos”; 3- El Monstruo de los Cerros: El 05 de enero de 1998, un diario publicó una nota sobre el hallazgo de un cadáver en un cerro de Cieneguilla. Se trataba de una mujer de aproximadamente 30 años que estaba semidesnuda, amordazada, atada de pies y manos y con signos de tortura. El hecho no capturó la atención pública ya que parecía un hecho aislado. Hasta que en marzo del mismo año otra mujer fue hallada muerta en la carretera de Cieneguilla. Fue encontrada en las mismas condiciones de la primera mujer por la familia Zumaeta del asentamiento humano Nueva Gales. Hubo quienes creyeron que no podría ser una coincidencia. Quizás se trataba de un asesino en serie. Esta idea fue afianzada por los medios, en especial por los noticieros sensacionalistas de Frecuencia Latina que solía sacar escandalosas notas sobre el caso y “coincidentemente” eran los primeros en llegar cuando se encontraron otros cuerpos. En total fueron ocho cadáveres hallados. Las características de las víctimas siempre eran las mismas: mujeres jóvenes entre 20 y 30 años, mestizas y de baja estatura. Lo que más llamó la atención es que no eran violadas por su victimario. ¿Era alguna especie de ritual satánico?, se comenzó a preguntar la prensa. Lo cierto es que nunca se encontró al homicida, ni siquiera hubo posibles sospechosos. Se especulaba que era un hombre que las conquistaba, las emborrachaba y las convencía de ir hasta esos cerros ya que era imposible que él las haya llevado en brazos por la dificultad del camino. Nunca se llego a saber de quién se trataba, ya que “desapareció” sin dejar rastros. Cuando cayó el fujimorismo y el canal volvió a sus legítimos dueños, fueron despedidos los reporteros quienes en su defensa acusaron al entonces director del noticiero Guillermo Thorndike que aprovecho el caso para distraer al público. Todo era una farsa. Se trataba de cadáveres extraídos de las morgues adonde llegaban como NN y utilizados para estos oscuros fines. Venga ya, podría seguir tratando los otros operativos psicosociales, con estos tres ejemplos basta y sobra. Con la caída del régimen dictatorial en el año 2000 se descubrió a quienes habían armado semejantes historias. Me pregunto ¿Cómo puede haber existido gente que los haya creído?