TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 8 de abril de 2025
EL TESORO DE CATALINA HUANCA: Una leyenda que perdura
Catalina Huanca (siglo XVI - ¿siglo XVII?) es el nombre o apelativo de una curaca wanka, en la sierra central del Perú, que vivió en la época virreinal y fue célebre por sus obras benéficas así como por su opulencia. Existe una conocida leyenda que afirma que ella conocía los lugares secretos donde se hallaban enterrados los tesoros que los Incas habían ocultado durante la conquista española, a lo largo del camino entre Lima y Huancayo. La primera versión sobre Catalina Huanca proviene de Ricardo Palma, quien en sus Tradiciones Peruanas cuenta que era hija del curaca wanka Cristóbal Apu Alaya y que nació en San Jerónimo de Tunán (cerca de la actual Huancayo), siendo su padrino de bautizo Francisco Pizarro. Este último gesto implicaba un simbolismo: la alianza de los wankas con los españoles, para enfrentar la guerra de resistencia inca encabezada por Manco Inca. El dato del bautizo indicaría que Catalina Huanca nació antes de 1541, año en que Pizarro fue asesinado. Catalina heredó el curacazgo a la muerte de su padre y sumado a las inmensas propiedades y rentas que poseía, se convirtió en un personaje con gran poder económico. Dueña de grandes extensiones de tierra fértil, cada cierto tiempo, repartía terrenos a los indígenas de su curacazgo, convocando al cultivo y la harmonía con la naturaleza. Se decía que permanecía cuatro meses del año en su residencia, y el resto del año se la pasaba inaugurando obras de bien común, para luego viajar fuera de su curacazgo, por Lima, Huamanga, Huánuco y Huaraz. En su viaje iba acompañada por su única hermana María Ana en una litera de plata, seguidas por una comitiva de 300 indios, y otra escolta que llevaban grandes sacos llenos de oro y plata, destinados a sus obras benéficas para los pobres y necesitados. En 1590, Catalina mandó a construir el Hospital de la Misericordia en la ciudad de Huánuco. Ese mismo año, también fundó la Real Caja de Censos en la ciudad de Lima, para contribuir al pago de los tributos de los indios dentro de San Jerónimo de Tunán, capital de su curacazgo, Concepción, Orcotuna, Chupaca y demás pueblos de sus dominios. Al inaugurar sus obras benéficas, se preocupaba por su sustentabilidad, por lo que donaba casonas y fincas como respaldo. Al mismo tiempo, seguía adquiriendo más propiedades en diferentes lugares para el mantenimiento del alojamiento de su comitiva que la acompañaban durante largas estancias y duras travesías. Se dice que Catalina supo manejar una política de alianzas de poderes políticos y religiosos españoles, con el objetivo de mantener su poder. Fue así como donó los azulejos y maderas para la fábrica de la iglesia y convento de San Francisco, cuyo valor se calculó en cien mil pesos ensayados. Se dice también que, asociada al Arzobispo de Lima, Jerónimo de Loayza, y al Obispo de La Plata, Fray Domingo de Santo Tomás, mandó a construir el convento de Santa Ana. Catalina finalmente falleció en los tiempos del virrey Marqués de Guadalcázar (1622-1629), con cerca de 90 años de edad. Palma finaliza relatando las leyendas que circulaban sobre los tesoros que Catalina, al parecer, dejó ocultos en su tierra natal de San Jerónimo y en otros lugares, los cuales explicarían la fortuna inagotable que desplegó en vida. La versión de Palma fue el punto de partida para que otros escritores y pseudo-investigadores alimentaran más la leyenda con datos por lo demás dudosos y contradictorios. En 1972, el general y político Alejandro Barco López publicó en un libro titulado Los tesoros de Pachacámac y Catalina Huanca, donde recopiló dichas informaciones, aunque teñidas de carácter místico, por lo que carecerían de rigor histórico. Según datos recopilados por Barco, Catalina Huanca era hija de Machu Apo Alaya (Viejo Gran Señor Alaya), curaca de Hanan Wanka (1525-1546), una de las tres parcialidades de la nación wanka, en el valle del Mantaro (las otras dos parcialidades eran Hurin Wanka y Hatun Jauja). Por línea materna, descendía del Inca Huáscar. Incluso, Barco fija el año de 1543 como el de su nacimiento. Tras la muerte de su padre, heredó una enorme fortuna. En Lima tenía dos casas, uno en la hacienda Vista Alegre (a la salida del actual camino a Chosica) y otra en la misma capital virreinal, en la calle del Carmen, parte de la cual forma parte de la entrada de la actual Quinta Heeren, y el resto de la casa de la familia Barco. Era, además, muy caritativa y religiosa, y una mecenas del arzobispo Jerónimo de Loayza y de Santa Rosa de Lima, de quien se hizo amiga cercana. Catalina tuvo una hermana, María Ana, menor que ella, y varios hermanos, probablemente ilegítimos. Continuando con la información recogida por Barco, antes de morir, Machu Apo Alaya le reveló a Catalina, su heredera según las normas cristianas, el secreto sobre los lugares donde habían sido enterrados los tesoros del Templo de Pachacámac, que los indígenas habían ocultado de la codicia de los españoles. Catalina reveló el lugar donde se hallaban dichos tesoros a su primo Titu Cusi Yupanqui, uno de los Incas de Vilcabamba, pero que el espíritu de su difunto padre se le presentó en medio de sueños terroríficos, advirtiéndole que no debía divulgar el secreto. Titu Cusi Yupanqui se enamoró de Catalina, pero ella la rechazó, por ser polígamo e idólatra. Al poco tiempo, Titu Cusi Yupanqui se separó de sus varias esposas y se convirtió al cristianismo, pero acabó falleciendo víctima de una enfermedad (probablemente pulmonía), en su agreste retiro de Vilcabamba. Barco agrega que Catalina vivió en estado de virginidad, hasta los 94 años, falleciendo en 1637. Se ha intentado esclarecer, mediante la rigurosa investigación histórica, los hechos objetivos que subyacen en las leyendas de Catalina Huanca. El historiador Luis Alayza y Paz Soldán, sostuvo que Catalina Huanca fue hija de Pedro Huanca y Huallpa, el descubridor de las minas de Potosí, hacia 1540. Posteriormente, el profesor Aquilino Castro Vásquez publicó un libro en el 2005, titulado Teresa Apoalaya, la muy poderosa señora Catalina Huanca, donde sostiene que este fue el apodo utilizado por Teresa Apoalaya, hija del curaca de Hanan Wanka, Carlos Apoalaya (descendiente de Machu Apo Alaya).De acuerdo a la información recopilada por Castro, Teresa Apoalaya nació en Chupaca en 1675; y tras la muerte de su padre asumió el cacicazgo hacia 1698, cuando todavía era muy joven. Gracias a una serie de alianzas de parentesco, llegó a dominar las tres parcialidades más importantes de la nación wanka, los cacicazgos de Hatun Jauja y Hurin Wanka (lo que hoy serían las ciudades de Jauja, Huancayo, Concepción y Chupaca). Gobernó durante cerca de cuatro décadas, y murió en 12 de agosto de 1735 sin dejar testamento conocido. Tenía la imagen de una mujer de fuerte carácter con los poderosos y dadivosa con los indígenas. Castro explica que Teresa Apoalaya usaba el apelativo de Catalina Huanca durante sus viajes a Lima para evitar que su hermano Cristóbal Apoalaya – prófugo de la justicia y que vivía oculto en Lima bajo otra identidad – fuese identificado, aunque no da documentación que lo confirme. Hay que señalar que Teresa Apoalaya fue un personaje plenamente histórico, que vivió entre los siglos xvii y xviii, es decir, ya avanzada la colonia, llegando hasta la época borbónica. Por lo que no concuerda cronológicamente con la Catalina Huanca de la tradición de Palma, que la sitúa en el primer siglo de la dominación española, es decir, entre los años 1540 y 1630. Pero todavía hay más posibles identificaciones. Para Benigno Peñaloza Jarrín, Catalina Huanca podría ser Catalina Yaruncho, esposa de Carlos Apoalaya, cacique de Hanan Wanka entre 1571 y 1580. Esta Catalina Yaruncho era natural del pueblo de Pillo y tras la muerte de su esposo, asumió la regencia del cacicazgo, ya que de acuerdo a ley no podía heredarlo. Al igual que la legendaria Catalina Huanca, usufructuó de grandes riquezas e hizo obras públicas en beneficio de la comunidad. En cuanto a la leyenda sobre su tesoro, esta se divulgó diversos lugares donde aparentemente se hallaban, en la ruta de Lima a Huancayo, tantas veces recorrida por la curaca. Se menciona al nevado Runatullu, Apata, San Jerónimo de Tunán, etc. mientras en Lima se indicó como posible lugar el cerro de San Bartolomé, contiguo a El Agustino. Hay constancia que, en 1886, se formó una compañía que emitió certificados a favor de sus socios para extraer el “tesoro de Catalina Huanca” enterrado al parecer en dicho cerro. La escritura pública se extendió ante el notario Claudio José Suárez. En 1930, el dictador Luis Sánchez Cerro, autorizó las excavaciones en San Bartolomé y zonas aledañas, para ubicar el tesoro de Catalina. Se dice que fue su ministro de Guerra, el ya mencionado general Alejandro Barco, quien le convenció de su existencia. Sánchez Cerro llegó incluso a dar una resolución suprema (N.º 649) que declaraba el tesoro de propiedad del Estado Peruano pero la búsqueda no dio ningún resultado. Apartado del poder en marzo de 1931, Sánchez Cerro regresó a la presidencia por vía constitucional a fines del mismo año y reanudó las excavaciones con la gran esperanza de poder hallar el tesoro para armar al país, que se hallaba en conflicto con Colombia, pero en abril de 1933 resultó asesinado por un terrorista aprista. Su sucesor, el general Óscar R. Benavides, ordenó paralizar definitivamente las excavaciones. Se dice que dichas excavaciones han dejado túneles bajo el cerro, los cuales desde entonces han ocasionado daños en las infraestructuras de las chabolas aledañas, del distrito de El Agustino, una zona marginal de Lima. Según Roger Darío de la Vega, en la basílica de San Pedro de Lima, se hallan los cuadros de Catalina Huanca y su hermana María Ana, que fueron ejecutadas por el notable pintor italiano Bernando Bitti. Una leyenda cuenta que Catalina Huanca, durante el recorrido que hacía desde la sierra hasta la capital virreinal, se detenía en una “huaca” (templo indígena) situada en el actual distrito de Ate, entonces en las afueras de la ciudad de Lima. Este santuario indígena fue bautizado en su nombre y aún subsiste aunque en deplorable estado. Los estudios arqueológicos han determinado que pertenece a la cultura Lima, y que fue construida entre 200 a. C. y 600 d. C. Se trata de un complejo arquitectónico, compuesto por una pirámide con rampa rodeada de montículos ceremoniales. En cuanto al tesoro, nunca se ha encontrado y ello quizá nunca sucederá, por más empeño que pongan quienes desean hacerse de él.
martes, 1 de abril de 2025
SECRETOS DE MUNDOS OLVIDADOS: De la calabaza a las pirámides
Las relaciones fragmentarias de que disponemos sobre los más remotos antepasados de los fundadores del gran reino indio peruano, provienen casi en su totalidad de la segunda mitad del siglo XX. Solo desde entonces se infundió un nuevo impulso a la investigación del más antiguo pasado de lo que hoy es el Perú. Ocultos entre las sombras, mitos y leyendas, emergen antiguas civilizaciones, otros reinos indios igualmente magníficos que existieron antes de la formación del Imperio Inca. Pero a su vez, están contaron con precedentes y más antiguos predecesores. Si quisiéramos llegar hasta el final de esta complicada cadena tendríamos que encontrar el primer eslabón, que para nosotros sería “el hombre del Valle de Chillón”, mientras que al segundo lo llamaríamos “el hombre de Lauricocha”. ¿Y el tercer eslabón? Antes de aclarar este misterio, centraremos nuestra atención en quienes están detrás de esta enigmática huella. Cabe precisar que el estudio de estos sucesivos periodos de la historia india del Perú, está vinculado al profesor Engel. Por cierto, a los que estudian la historia de los indios peruanos se les denomina peruanistas, y a su área especializada, peruanística, la cual tiene sus clásicos: el alemán Max Uhle, el británico George Squier, el estadounidense Clark Bennett y el peruano Julio C. Tello, quienes han tenido la tarea de hallar la respuesta a la pregunta referente a cómo evolucionó la sociedad y la cultura en los periodos sucesivos de la historia del Perú. Los conocimientos agrícolas en su pasado precolombino abarcaban aparte del maíz, a 40 cultígenos, entre ellos la patata (papa), quinua, frejol, camote, tabaco, piña, coca, y en especial varias especies de cucurbitáceas, como la calabaza y los zapallos. Estas últimas merecen un lugar de honor en la lista precedente al ser las plantas cultivadas más antiguas de América. La más antigua - en forma embotellada - fue encontrada por el profesor Engel en Paracas, al sur del Perú, que acompaño en su último viaje a un indio del lugar, cuyos huesos bien conservados estaban envueltos en una camisa confeccionada con fibras cactáceas, junto a una flauta y una red de pesca. Pero la sencilla calabaza merece toda nuestra atención porque el test de radiocarbono estableció que el indio había fallecido hace 8830 años. Ello demuestra que este hombre que era recolector y pescador, había tratado de domesticar la primera planta, la calabaza, por lo que se hallaba al inicio de la agricultura, convirtiendo al Perú - contemporáneamente a Mesoamérica, el Mundo Antiguo y el Cercano Oriente - como una de las cunas de la agricultura en el mundo. Esto dio origen a la formación de pequeñas aldeas de 10 a 15 familias donde mediante una agricultura incipiente y con el paso de los años posibilito la formación de sociedades cada vez más complejas. Así, en el trascurso del segundo milenio, se desarrolló en el Perú una serie de importantes transformaciones. Sus asentamientos entonces adquieren dimensiones más grandes, y según el profesor estadounidense Lanning, los indios empiezan a utilizar por primera vez, el telar rudimentario. Asimismo, de forma gradual se va formando en la costa, una clase especializada de artesanos. Pero no hay que olvidar que esta parte de nuestro recorrido a través de la historia la empezamos con la primera calabaza domesticada por estos hombres y la concluimos contemplando su primera pirámide en las desérticas costas peruanas. Estas construcciones hechas de adobe, con gradas que ascienden hasta las partes superiores, simbolizan asimismo el grado de desarrollo que alcanzaron estos cazadores y recolectores peruanos que inicialmente eran tan primitivos. La primera de esas edificaciones, denominada Huaca La Florida (por el lugar donde se encuentra en la ciudad de Lima, en el distrito del Rímac), consta de distintas construcciones de piedra adyacentes. Las excavaciones arqueológicas nos han revelado además que La Florida era solamente un centro ceremonial y que nadie vivía en los alrededores permanentemente. Es contemporáneo al periodo formativo, el cual contiene los restos de un complejo arquitectónico con plano en forma de “U”, siendo el más representativo de este estilo, así como uno de los más antiguos. Cabe recalcar que estos complejos de templos y recintos sagrados de 4000 años de antigüedad ubicados en la costa peruana, fueron de extraordinaria extensión, aunque actualmente muchos han desaparecido producto del desinterés de las autoridades por conservarlas, así como de los invasores de terrenos, quienes arrasaron con siglos de historia sin respeto alguno por sus antepasados aunque algunas se han salvado de esa furia destructora. Un ejemplo de ello es el majestuoso complejo de templos, también descubierto por el profesor Engel, ubicado en Chuquitanta - al norte de Lima - que consta de una serie de edificaciones, portales y escaleras. Conocida también como Huaca El Paraíso, forma parte del Complejo Arqueológico del Valle del Chillón, al que también pertenecen la Pampa de Los Perros y la Pampa Culebras. Existen además pirámides menos monumentales de aquella época, que pueden encontrarse en Rio Seco en el Valle del Lurín. De esta manera, va concluyendo nuestro camino por los lugares precedentes, “por las antesalas y entradas” a las culturas superiores peruanas. Resumiendo, en un principio hallamos la primera calabaza, y a su término encontramos la primera pirámide.
martes, 25 de marzo de 2025
PIRAÑAS ASESINAS DEL AMAZONAS: Terror bajo el agua
El Amazonas, tierra de secretos y misterios, esconde en sus ríos a una terrible criatura que no es producto de la fantasía sino que es real. Se trata de la piraña, un pez extremadamente depredador con dientes afilados y poderosas mandíbulas que atacan en grupo y con gran ferocidad a todo ser viviente que se les cruce en su camino, devorándolos en minutos. En el 2015, por ejemplo, se encontró el cadáver de un niño de 11 años tras caer a un rio infestado de pirañas. Según las investigaciones realizadas, el niño se encontraba de viaje de vacaciones con su familia en las proximidades de Iquitos (Perú) y jugaba cerca de un embalse, cuando de repente cayó al agua donde perdió la vida de manera espantosa. Se han informado varias veces en la amazonia de ataques de pirañas que provocaron terribles muertes. En febrero del 2018, una niña de 6 años paseaba con su abuela en un bote durante sus vacaciones en Brasil, y cuando quiso recoger del agua algo que le llamo la atención, fue mordida por una piraña cayendo al agua donde fue devorada inmediatamente ante la mirada aterrorizada de la abuela que nada pudo hacer para salvarla, Solo pudo pedir ayuda a gritos y cuando esta llego, ya era tarde. Del cuerpo de la niña solo se pudo rescatar unos huesos y parte de su ensangrentada ropa. En el 2021, otra niña brasileña de 5 años fue atacada y asesinada por un cardumen de pirañas rojas, cuando se acercó demasiado a la orilla En el 2024, un hombre borracho de 18 años de Nauta, Perú, fue atacado y asesinado por estos peces cuando quiso nadar en el rio. No cabe duda que las pirañas son definitivamente uno de los peces más peligrosos del mundo. Existen más de 60 especies de este pez carnívoro de dientes afilados. La cabeza roma con mandíbulas fuertes con dientes triangulares afilados es suficiente para identificar a estas horribles criaturas. Las pirañas más mortíferas se encuentran principalmente en los ríos, lagos y embalses de América del Sur, especialmente cerca de la cuenca del Amazonas. Y el más infame de ellos es la piraña de vientre rojo (Pygocentrus nattereri) o simplemente llamada piraña roja, que tiene las mandíbulas más fuertes y los dientes más afilados de todos. A diferencia de los otros tipos de peces, las pirañas no se alimentan simplemente de algas o pastos marinos. Se alimentan de peces pequeños e incluso de la carne de otros animales vivos o muertos. La fila de dientes de esta pequeña y terrible criatura salida de los infiernos es tan afilada que a menudo se usa para hacer algunas herramientas y armas afiladas. Generalmente, un grupo de pirañas rojas merodean buscando presas. Cuando se encuentran, transfieren acústicamente las señales de ataque, luego simplemente atacan por cientos y hasta miles de ejemplares devorando a sus víctimas que aun están vivas. Algunas otras 12 especies llamadas pirañas wimple (catoprion barbilla) viven de una manera espeluznante, a base de bocados arrancados de las aletas y escamas de otros peces, en lugar de matarlos al instante. Esperan que convulsione y brinde resistencia para atacarla con mayor ferocidad. Si esto ya puede considerarse espantoso, no se asemeja a lo que hacía su pariente prehistórico, la megapiraña - científicamente llamada, Megapiraña paranensis - una antigua especie prehistórica de pirañas que extinta hace entre 6 y 10 millones de años, el cual media aproximadamente 28 pulgadas de largo y pesaba de 20 a 30 libras. Solo se ha descubierto un par de pequeños huesos craneales que llevan los dientes en la punta de la mandíbula superior de algunos animales) y una fila de dientes en zigzag, pero y el resto de su cuerpo se desconoce. La Megapiranha vivió en América del Sur durante la Era del mioceno, cuando el Amazonas y Cuenca del Paraná eran un hábitat continuo. Durante ese tiempo, todos los animales, desde serpientes hasta peces y cocodrilos que eran de mayor tamaño que los de ahora, eran habitualmente su cena. Un nuevo estudio revelo que la antigua Megapiraña realizaba una temible mordedura con una fuerza que estaba entre 1200 y 4700 N y pesaba hasta 50 veces su peso. Libra por libra, el depredador extinto vencía sin dificultad a otros depredadores tan formidables como el terrible megalodón. De esta manera, se convirtieron en una de las criaturas más temibles en esa época prehistórica. Sin embargo las de ahora no son menos que sus ancestros y desatan el terror a la menor oportunidad que se les presente. De ello, no hay duda alguna.
martes, 18 de marzo de 2025
CASOS ENVUELTOS EN EL MISTERIO: Investigador revela documentos secretos militares sobre OVNIS estrellados en el Perú
Desde hace décadas, el misterio de los objetos voladores no identificados ha sido un tema de debate en el mundo. En el Perú, pocos investigadores han dedicado su vida a desentrañar estos enigmas, y uno de ellos es el Dr. Mario Zegarra. Médico de profesión, pero apasionado por la ufología, ha recopilado evidencia que pone en jaque el secretismo militar en torno a estos eventos. Cabe destacar que a comienzos de la década de los sesenta, los Estados Unidos realizaron convenios de cooperación astronáutica con diversos gobiernos de Sudamérica, entre ellos Perú, para colocar en sus territorios varias estaciones de radar astronómico y de seguimiento satelital a los ingenios espaciales de las primeras misiones que EE.UU. estaba realizando en la carrera espacial, como los proyectos Gemini, Mercury y Apollo, que culminaron con el objetivo de colocar un hombre en la Luna el 20 de julio de 1969. Zegarra, con varios años dedicados al estudio del fenómeno OVNI, revelo secretos de avistamientos y contactos con seres de otros mundos en el país andino. Él en diversas oportunidades ha solicitado la desclasificación de documentos secretos ocultados por el sistema. En efecto, Zegarra asegura que las fuerzas militares peruanas han ocultado información crucial sobre avistamientos y encuentros con OVNIS. En el 2013, presentó una solicitud formal al gobierno de Ollanta Humala exigiendo respuestas, pero la negativa fue rotunda. "La Fuerza Aérea Peruana nos dijo que no tenían nada, pero luego nos enteramos de que compartieron 18 expedientes con un periodista extranjero", afirma con indignación. Documentos filtrados por un insider estadounidense, conocido como "Patreon", le proporcionaron pruebas sobre la caída de un OVNI en Huancayo en 1967, lo que reforzó su convicción de que la información está siendo retenida. Los avistamientos contemporáneos en Perú se remontan a 1942 en Arequipa, cuando un general y un coronel del Ejército Peruano reportaron en una carretera al sur de la Ciudad Blanca, un OVNI de unos 5 metros de diámetro que osciló durante media hora ante los aterrados pobladores de la zona y la tropa. Este caso fue documentado incluso por el investigador británico Richard Greenweell, que elaboró un libro en 1975 compilando avistamientos en Arequipa, Cajamarca, Junín, Huancavelica y otros lugares del Perú. Las primeras investigaciones de las asociaciones americanas como APRO Y NICAP fueron en los 60 y 70, donde se consignaban encuentros con humanoides y naves estrelladas en Cajamarca, Huancayo y Huancavelica. Según la opinión de Zegarra, esta evidencia demuestra que el fenómeno OVNI existe en el Perú desde hace varias décadas. Él dice que hay que tomar en cuenta que en el año de 1952 se logró la primera fotografía de la historia moderna de una nave extraterrestre en el Perú, tomada por un agente de aduanas, llamado Domingo Troncoso, que muestra un objeto discoidal echando una estela de humo. Es más, en 1978 cerca de la playa Pescadores de Chorrillos en la tradicional Costa Verde en plena dictadura militar de Morales Bermúdez, decenas de personas observaron cómo dos aviones Mirage persiguieron a dos OVNIS durante 15 minutos. También se reportaron colisiones de OVNIS en Lurín en 1971 de acuerdo al caso 00002. Otra colisión en el Callao en 1980 y al año siguiente la FAP habría recuperado los restos de un OVNI de forma ovoide en el distrito de Ventanilla cerca de la refinería. También se reportaron casos de avistamiento de OVNIS en 1952 que fueron fotografiados por Domingo Trigoso en Puerto Maldonado. Este caso dio la vuelta al mundo, pero las fotos fueron confiscadas. También en 1967 el capitán Oswaldo Sanvitti avistó varios OVNIS cuando tripulaba un avión comercial Faucett. Su tripulación también vio el objeto pero fueron intimidados para desacreditarlo. Sin embargo, uno de los casos más emblemáticos que ha investigado Zegarra es el del comandante de la FAP, Oscar Santamaría, en 1980. Este piloto disparó 80 proyectiles contra un misterioso objeto en el cielo de La Joya, pero, según su testimonio, el OVNI absorbía las municiones "como gelatina". Cuando ya estaba retirado Santa María dio varias conferencias y relató su extraordinario encuentro con este objeto que viajaba a velocidades inimaginables para el entendimiento humano. A pesar de la cantidad de reportes sobre este y otros encuentros, Zegarra sostiene que los archivos oficiales permanecen inaccesibles. "Hay informes secretos que no han sido revelados, grabaciones en película de 16 mm que prueban estos encuentros, pero el público sigue sin acceso a ellos", denuncia. El investigador también ha documentado la frecuencia de avistamientos en zonas como el Callejón de Huaylas, el Valle del Colca y el lago Titicaca. "Siempre hay una relación entre la actividad volcánica y los OVNIS. El Ministerio de Energía y Minas tiene grabaciones de objetos entrando y saliendo de volcanes, pero nadie se molesta en divulgarlas", asegura. De igual forma, relata que la Marina de Guerra ha tenido incidentes con objetos sumergidos no identificados (OSNIS), incluyendo un misterioso choque en 1975 que fue clasificado como "colisión con una ballena" para ocultar la verdad. Su lucha por la transparencia lo ha llevado a proponer que todos los documentos relacionados con OVNIS sean entregados a la Biblioteca Nacional para que cualquier ciudadano pueda analizarlos. "Estos archivos deben ser abiertos. Fueron hechos con dinero de los contribuyentes y deben ser de acceso público", defiende. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Zegarra confiesa que, desde que se volvió un crítico del secretismo estatal, ha sido excluido de convenciones internacionales y programas de televisión. A pesar de las dificultades, Mario Zegarra no se detiene. Luego de más de varios años de investigación, sigue convencido de que la desclasificación de estos archivos cambiará la percepción de la humanidad sobre su lugar en el universo. "No se trata solo de creer o no en los OVNIS. Se trata de defender el derecho a la información y de abrir la mente a nuevas posibilidades", concluyo.
martes, 11 de marzo de 2025
MISTERIOS DEL TERCER OJO: ¿Sabes cómo activarlo?
El tercer ojo es un concepto místico que se encuentra presente en varias culturas y tradiciones de todo el mundo. Básicamente, hace referencia a una especie de tercer ojo invisible con el cual todos contamos y que nos permite aumentar nuestra percepción de la realidad. En determinadas corrientes, el tercer ojo nos permite ver hacia dentro de nosotros, conocernos más profundamente y obtener estados de consciencia superiores. En cambio, en otras visiones se lo considera una especie de acceso a la clarividencia, las experiencias metafísicas y la percepción extrasensorial. Para estas corrientes, el tercer ojo es como una metáfora de nuestra capacidad de «ver más allá de la realidad», como si el famoso sexto sentido se cristalizara en nuestros cuerpos. Con esa mirada, un tercer ojo bien entrenado nos permitiría ver cosas que no todos ven, en un plano más espiritual y no tan físico, como las almas, la mente, nuestro interior o el futuro. Si bien hablamos de una idea metafórica, las distintas culturas lo han representado en el cuerpo una asombrosa cantidad de veces con muchos detalles. Generalmente, al ser un tercer ojo, se encuentra en la cabeza, en la zona de la frente y equidistante a los otros dos ojos, en el medio de ambas cejas. No obstante, en otras culturas su ubicación fue señalada en la nuca, detrás de la cabeza. Esto hablaría de cómo nos permite ver algo que está oculto: la realidad a nuestras espaldas que, sin el tercer ojo, ignoramos por completo. Por otro lado, muchos teóricos del tercer ojo han señalado sus similitudes con la glándula pineal, dando a entender que dicha glándula es, en realidad, el tercer ojo. Entre las diversas teorías del tercer ojo, existe una que nos habla de la evolución. De hecho, diversos animales, como el atún, el tiburón, las ranas y las lagartijas, tienen un tercer ojo en sus cabezas al que los científicos denominan ojo pineal. Es decir, el tercer ojo, técnicamente, es real, al menos en dichas especies. Este ojo pineal es como un tercer ojo normal, solo que funciona diferente a los otros 2. En resumen, se trata de un fotorreceptor que no cuenta con conos ni bastones para captar la luz. Como señalan los científicos, se trata de un órgano vestigial; es decir, una consecuencia de la evolución de las especies. En el caso de los humanos, ese tercer ojo sería la glándula pineal, de acuerdo a esta teoría. No obstante, los médicos señalan que la glándula pineal no nos permite ver el futuro, sino que, sencillamente, se encarga de ordenar nuestros patrones de sueño al liberar hormonas como la melatonina. Pero, para los teóricos del tercer ojo, no solo los reptiles y anfibios cuentan con ese tercer ojo, sino que también contaban con él nuestros ancestros más antiguos, para mirar hacia sus espaldas y ver aquello que no era visible con los 2 ojos delanteros. En todo caso, tras miles de años de evolución, el tercer ojo se convirtió en lo que ahora conocemos como la glándula pineal, de acuerdo a la teoría. Pero, ¿será la glándula pineal un tercer ojo superdesarrollado o un tercer ojo mutilado? Por cierto, el rol de la glándula pineal como tercer ojo no es meramente mitológico o místico. De hecho, uno de los hombres de ciencia más famosos de todos los tiempos - René Descartes -, la consideraba como la conexión entre el mundo físico y el mundo metafísico en el cuerpo humano. Para Descartes, el mundo se dividía en dos, pues él tenía una visión dualista: el mundo físico y el mundo metafísico. Pero, ¿cómo se conectan nuestras almas con el cuerpo si hablamos de dos mundos diferentes? Para Descartes, la conexión era la glándula pineal; a través de ella, nuestros cuerpos y nuestras almas se comunican. Esta visión dualista cartesiana es la responsable de la visión predominante actual, en donde las disciplinas metafísicas como la filosofía o la psicología están «divorciadas» de las ciencias duras como las matemáticas o la física. Antes, las ciencias duras y las blandas trabajaban juntas. Para el hinduismo en cambio, el tercer ojo se trata de uno de los chakras del cuerpo. A través de él, el ser humano desarrolla su mente, su imaginación y la intuición. Para el hinduismo es importante conocer su existencia y desarrollar su funcionamiento pues, de no hacerlo, corremos el riesgo de desconocer el mundo metafísico y creer que todo se trata del mundo físico. ¿Cómo se lo activa el tercer ojo? De acuerdo al sitio chakras info, existen 4 acciones claves para comenzar a activar el tercer ojo: Cultiva el silencio; Perfecciona tu intuición; Desarrolla la imaginación; Conéctate contigo mismo y tu interior. Por otro lado, existen otras acciones que son beneficiosas para desarrollar todo el potencial de este curioso órgano místico. Entre ellas, aprender a meditar, descansar bajo la luz de la luna, tratar de visualizar o adivinar el futuro, concentrarse en el espacio entre las cosas y disfrutar de la contemplación. Como señalan los hinduistas, el tercer ojo es importante para quitarnos el velo de maya. Es decir, para conocer la realidad sin ese manto de desconocimientos que la cubre cuando no desarrollamos correctamente la intuición.
martes, 4 de marzo de 2025
HORA CONTACTO: Historias enigmáticas y hechos inexplicables llegan a TVPerú
Desde el domingo 2 de marzo, a las 10 p. m., TVPerú, ha sumado a su programación Hora contacto, una propuesta única donde se exploran historias enigmáticas y hechos inexplicables, a través de reportajes y entrevistas a expertos, que abordan estos extraños sucesos tratando de encontrar una explicación plausible a estos fenómenos que también ocurren en el país andino. Asimismo, la producción recorrerá distintos puntos del Perú para explorar cómo la espiritualidad ancestral andina y el folclore peruano han dado origen a múltiples enigmas que perduran en el tiempo. Lugares emblemáticos como Marcahuasi, Machu Picchu, las líneas de Nazca, Pachacámac, Chavín de Huántar y los sarcófagos de Karajía serán parte de este viaje en busca de respuestas a los misterios que han fascinado a generaciones. El programa conducido por el reconocido comunicador Jois Mantilla, brinda información exacta sobre situaciones enigmáticas, mostrando el lado paranormal y científico, para que sea el público el que saque sus propias conclusiones sobre diversos temas como fenómenos paranormales, vida más allá de la muerte, reencarnación, avistamientos de objetos voladores no identificados, dimensiones paralelas, milagros inexplicables, mitos y leyendas del Perú, entre otros. "En TVPerú, buscamos generar espacios de diálogo y reflexión que permitan a la audiencia estimular su curiosidad desde una perspectiva amplia y plural. ‘Hora contacto’, además de explorar lo enigmático, recoge voces de expertos y experiencias culturales de diversas regiones del país, resaltando la riqueza de la historia y fomentando el pensamiento crítico en la audiencia”, señaló la jefa institucional del IRTP, Ninoska Chandía. En efecto, a través de entrevistas en el estudio y paneles de diálogo, el programa, que se emite todos los domingos a las 10 p. m., ofrecerá un espacio de intercambio de ideas, donde expertos en diversas disciplinas compartirán sus conocimientos para brindar un abanico de conceptos que permitan a la audiencia sacar sus propias conclusiones. “De esta manera, TVPerú reafirma su compromiso con la producción de contenidos innovadores y de calidad, a través de una programación que promueva nuevas perspectivas sobre nuestra cultura, abriendo espacios para el debate, la reflexión y el descubrimiento de las múltiples facetas de nuestra identidad” agrego Chandía. Ya lo sabéis, tienes una cita todos los domingos para tener un contacto... con lo desconocido.
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