TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 15 de abril de 2014
A QUE NO TIENE NADA DE CRISTIANA: El verdadero origen de la Pascua
Como sucede con la Navidad y otras celebraciones “cristianas” la Pascua es otra de aquellas fiestas ancestrales de la cual la corrupta y decadente Iglesia Católica se apropio indebidamente, demostrando su total falta de originalidad. En efecto, la Pascua era una antiquísima celebración anglosajona que se conmemoraba en honor a Eostre, diosa germánica de la primavera y la luz. Era un festival del equinoccio que se celebraba cada 21 de marzo, día en el que se festejaba el fin del frío y la oscuridad así como la vuelta a la vida después del crudo invierno. Parte de la simbología de esta fiesta era el conejo - un animal muy fértil - adoptado como símbolo de fecundidad, que hoy en día se sigue utilizando en las decoraciones de esta antigua celebración. Asimismo, los tan conocidos huevos coloreados como rayos del sol son traídos por el conejito, como un símbolo de la vida que renace. Tanto en Estados Unidos como en otros países anglosajones, las celebraciones de estas fiestas traen aparejadas estas tradiciones que escapan del sentido religioso que en otros países - como los latinos -se le quiere dar. En los Estados Unidos, por ejemplo, el día de Pascua se ha convertido en un fenómeno comercial del que participan familias de diversas religiones. El sentido “cristiano” de la Pascua se ha tergiversado y ha pasado a ser una celebración infantil. Los huevos y conejos de Pascua se venden en variadas presentaciones, desde el tradicional huevo de chocolate, hasta muñecos y juguetes. La llegada del Conejo de Pascua se considera equivalente a una visita de Santa Claus en la Noche Buena, para lo cual se ha adoptado la modalidad germánica de adornar y esconder los huevos; esta se realiza en la tarde del sábado para comenzar su búsqueda en la mañana del domingo. De acuerdo a la tradición, los huevos son ocultados durante la noche junto a otros confites por el Conejito de Pascua en una cesta, que los niños que se han portado bien esperan encontrar cuando despierten. Esta es otra prueba de su verdadero origen, ajeno a las "enseñanzas" de la iglesia. Como sabéis, tras la proclamación del Cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, las nuevas autoridades eclesiásticas consideraron prioritaria la erradicación de las llamadas religiones “paganas” y todo lo que ellos representaban, como sus fiestas y celebraciones que traían consigo .Sin embargo, al no poder acabar con algunas de aquellas por estar profundamente arraigadas en la población, decidieron “cristianizarlas”, reemplazando a sus dioses originarios por los suyos. Así pasó por ejemplo, con la Navidad, el Halloween, San Valentín y la Pascua. En el caso de esta última, acordaron que ese día se conmemorara la resurrección de Jesús cuando en realidad no existe prueba alguna que esta haya ocurrido en esa fecha, e incluso que dicho personaje haya existido alguna vez. Todo lo que se dice acerca de el se basa en suposiciones nunca esclarecidas y sujetas con frecuencia a controversias. Visto de esa forma, era de esperar que la naciente iglesia se hiciera de aquellas celebraciones que le eran totalmente ajenas con el único propósito de ganar adeptos a su causa. Sea como fuere, el desmesurado poder e influencia que tuvo esta durante siglos en la sociedad posibilito que dichas creencias sean asimiladas y aceptadas por todos hasta el día de hoy y sean parte –para bien o para mal – de nuestras vidas. Ya te digo.