En el distrito de El Sauce, ubicado en el departamento de San Martín - en el oriente peruano - existe un misterioso lugar llamado La Laguna Azul, visitado por turistas que vienen de todas partes del Perú y del extranjero. El nombre se debe a que, cuando el cielo está limpio de nubes, el agua cobra un intenso color azul. Está rodeado de una selva muy exuberante, y a tan solo 42 km de la ciudad de Tarapoto, conocida como La ciudad de las Palmeras. La temperatura de sus aguas oscila entre los 25ºC (77ºF) y los 28ºC (82ºF). La laguna tiene una extensión de 5 kilómetros y es hábitat de una muy variada fauna que le da identidad al lugar. Se llega desde la ciudad de Tarapoto atravesando el majestuoso río Huallaga y cerca de dos horas de viaje en auto. Es un lugar ideal para pasear en bote, caballo y kayaks. Como es obvio, un lugar tan misterioso y alejado de la civilización es motivo de mitos y leyendas, siendo el más importante y llamativo el de una sirena que habita la laguna, de quien se dice que se trata de un criatura angelical que tras su aparente inocencia, oculta un monstruo de maldad que se lleva al fondo de la laguna a quienes han caído bajo sus encantos, para aparecer posteriormente ahogados. “Cada año se lleva por lo menos a uno, sea poblador o turista hasta el fondo de la laguna, no falla”, dice Giancarlo, un guía encargado de mostrar este recóndito paraje de la selva peruana. Relata que la sirena tiene debilidad por los varones y que nunca ahogó a una mujer o un niño. “Lleva a sus victimas hasta el lecho de la laguna y ahí los utiliza como esclavos sexuales, quienes luego aparecen ahogados y desfigurados a los cuatro o cinco días de la desaparición” afirma con convicción, ante la incredulidad general. Muchas son las personas que dicen haber visto a la sirena nadando o descansando en las orillas, esperando pacientemente a sus victimas, a quienes atrae con sus encantos. Existe asimismo una pared de roca en uno de los bordes de la laguna, de tono marrón y muy resbaladiza, con una saliente conocida como “la silla de la sirena”, donde los lugareños señalan haberla visto sentada. Si bien en más de una oportunidad, los parientes de sus victimas han intentado cazarla, es muy escurridiza y siempre ha sabido escapar de sus perseguidores, aunque en una ocasión por poco la matan a pedradas cuando la sorprendieron arrastrando a una de sus victimas - que parecía hipnotizada ya que se dejaba llevar sin resistencia alguna - hacia las frías y profundas aguas de la laguna. Bañada en sangre y dando grandes alaridos, la criatura logro ponerse a salvo y no se dejo ver por mucho tiempo, por lo que muchos creyeron que estaba muerta. Sin embargo, en una ocasión, tal vez desesperada, atacó un kayak y se llevo arrastrando al fondo de la laguna a un turista, quien apareció muerto al cabo de cuatro días en una orilla a unos dos kilómetros del lugar donde lo había capturado. La sirena había cobrado una nueva víctima y el misterio aún continúa. Como podéis imaginaros, los escépticos niegan su existencia, pero no pueden dar una explicación satisfactoria acerca de que o quien origina las misteriosas desapariciones de personas en la laguna. Y es que debido a la vasta extensión de la amazonia peruana, existen lugares inexplorados de los cuales no tenemos conocimiento alguno de lo que alberga en su interior.Lo extraño de todo es que no es el único lugar donde dicen haberlas visto, ya que criaturas similares han sido captadas a lo largo de los siglos y en distintos lugares del mundo. En el caso del Perú, se afirma que también existen en lugares apartados de la Cordillera de los Andes y en el lago Titicaca, de cuyos casos ya me ocupe anteriormente. Vaya uno a saber si son algo mas que una leyenda.
TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 28 de febrero de 2017
martes, 21 de febrero de 2017
TERROR HECHO EN EL PERÚ: Cementerio General
Estrenada en el 2013, es considerada una de las películas de terror más taquilleras del Perú. El argumento se basa en leyendas urbanas sobre el Cementerio General de la ciudad de Iquitos (ubicada en el oriente peruano). Protagonizada por Airam Galliani, Nikko Ponce, Leslie Shaw, Marisol Aguirre, entre otros, narra la historia de un grupo de jóvenes que se reúnen en el cementerio para jugar la ouija, tratando de contactarse con el padre de Andrea (Airam Galliani). Posterior a este hecho, son sorprendidos por una serie de eventos paranormales que quedarán registrados en la videocámara de uno de ellos. Se trata de la opera prima de Dorian Fernández-Moris, quien intenta beber tanto del género de terror como de la técnica fílmica conocida como found footage.. El filme, si bien busca la necesidad de crear veracidad, comete infracciones tanto en su montaje como en su misma historia. Como sabéis, el cine de terror es uno de los géneros frecuentemente más visitados por el espectador. Existe así una fascinación por ser testigos de “el castigo a los otros”, esa inclinación retorcida que provoca mirar aquello que por un fragmento de segundos te convierte en víctima o victimario. El cine, en plano general, nos invita a ser parte de una catarsis, y, sin duda, el terror se convierte en el género por excelencia cuando se trata de aproximarnos con mayor efectividad a las emociones, captando en leves frecuencias a géneros ajenos como la acción o el drama, los mismos que de alguna u otra forma andan más rezagados de este al resultar menos perversos. A pesar de ser muestrario de monstruos fantásticos, seres de otro mundo o criaturas increíbles, el cine de terror además siempre trae consigo una cuota de realismo, esto reflejado en los arquetipos omnipresentes en este género que van del héroe al cobarde. Si el espectador no se refleja en uno, lo hará en el otro. Ahora, en los últimos años, el cine de terror se las ha ingeniado por hallar un lenguaje que nos encare aún más con dicho realismo. El proyecto de la Bruja de Blair (1999) reconoce en el found footage una técnica que promueve credibilidad en el espectador. Una forma de mirar al mundo en un plano que parece integrar al espectador con los personajes, pasando de testigo omnisciente a protagonista. Es además su naturaleza inestable en el movimiento de cámara la que provoca confusión, es el punto de vista que “te juega sucio”, recalculándose así los niveles de tensión, aquello que encausará en un goce más instantáneo o efectivo. El found footage (también traducido como una fuente fílmica amateur) desatado durante las escenas en el cementerio, es transgredido intercaladamente por una segunda mirada, una grabación que observa por encima de los personajes y no con los personajes. Cementerio general falta a su misma trama, aquella que minutos atrás indicaba, según uno de sus personajes, que lo se vería a continuación eran hechos capturados por una cámara casera. Frente a esto, existe una interferencia entre la mirada ficcional y la documentada. El filme se frustra al no decidir a qué mirada inclinarse, confunde su objetivo con intención de amoldarse a lo conveniente. Es decir, cuando la mirada diabólica de la niña es enfocada, la simulación casera es presta porque se ajusta a la ocasión. Pero cuando esto no sucede, se hacen presentes las lagunas, entonces hay encuadres que no se amoldan al enfoque improvisado de una cámara en mano. La película sin querer pierde realismo y credibilidad. En la trama, “Cementerio general” absorbe los clichés del cine de género, desde los estereotipos de una infante poseída hasta los giros argumentales producto de una antigua promesa. Filmes como “The Grudge” (2002) o “Actividad paranormal” (2007) se confunden en esta historia que no provoca tensión desde su antesala, en lugar de eso aguarda a llegar a los momentos puramente de terror que ocurren en las locaciones del camposanto cuando el personaje de Flavia Trujillo hace contorsiones de su cuerpo y se extravía entre las lápidas. La tensión en este filme anda de anónimo. En el principio de la película, gran parte del ambiente lúgubre se sostiene de la fotografía, uno de los aciertos del filme. Finalizada la escena central, y cuando el cierre de la historia parecía verse, nuevos hechos ocurren y entonces todo es más predecible o familiar. Surge una historia aparte, una que sucede acelerando el paso. Más clichés. En resumen, el problema de Cementerio general es subestimar al espectador, ofreciendo como resultado un filme que tiene buenas bromas, pero poco o nada de escalofríos y, sobretodo, mucho reciclado. A pesar de las críticas que recibió, tuvo una gran recepción en el público, siguiendo la senda de otros experimentos basados en mitos urbanos llevados a la pantalla.
martes, 14 de febrero de 2017
UNA EXPERIENCIA REALMENTE UNICA: El avistamiento de una nave nodriza en Ica
Revisando mis archivos, encontré una curiosa noticia de lo más interesante publicado por el desaparecido diario La Crónica y que al leer las primeras líneas, llamó poderosamente mi atención, ya que se trata de un extraño caso de avistamentos de OVNIS ocurrido allá por la década de los setenta en Ica (ubicado al sur de Lima). Era el año de 1973, cuando dos amigos que efectuaban un paseo por la sierra aprovechando unos días libres que tenían, cuando de pronto el auto que los conducía sufrió un desperfecto al caer la noche, por lo que tuvieron que caminar por parajes solitarios a esas horas de la madrugada en busca de ayuda para tratar de arreglar el coche. Repentinamente, observaron en el cielo algo que a primera impresión parecía una inmensa nube de extraña luminosidad, quedándose parados por la impresión ya que nunca habían visto algo semejante y con mayor razón porque era la única ‘nube’ - por así decirlo - que se podía observar en el cielo estrellado. El silencio era estremecedor en ese momento y se percataron que esa inusual formación se movía lentamente hasta que de repente se quedo quieto y que en su interior parecía moverse algo de un lado para otro, por lo que sintieron temor de lo que fuese, pero al no poder encontrar lugar donde esconderse al estar en medio de la carretera, esperaron que nada sucediera, cuando de pronto vieron salir de aquella ‘nube’ unas cinco lucecillas ovaladas que giraban alrededor de ella. En ese momento pudieron descubrir que la ‘nube’ adquiría un brillo metálico y tenía el nítido perfil de un OVNI de los que tienen una gran cúpula encima. Entretanto, los cinco platillos más chicos seguían revoloteando en forma veloz y ordenada alrededor de que bien podría ser la nave nodriza, la cual emitía por la base un rayo de luz como si estaría buscando algo en la superficie. Los testigos quedaron estupefactos con el avistamiento hasta que de improviso, las naves desaparecieron raudamente en el firmamento. Todo en el más absoluto silencio. Emocionados por el espectáculo del que fueron testigos y cansados por la larga caminata se tendieron al piso comentando su extraña experiencia, cuando al cabo de algunos largos minutos, apareció por un jeep con dos ocupantes que los subieron al auto y los trasladaron a la ciudad más cercana. Como es obvio, contaron a sus rescatistas su visión y cual sería su sorpresa al conversar con ellos, que estos también les confesaron que habían visto a los OVNIS y coincidieron que no se trató de ninguna alucinación, sino que habían sido nada menos que testigos de un encuentro cercano del tercer tipo. Demás esta decir que luego de aquel avistamiento, volvieron al mismo lugar en un par de ocasiones a ver si los volvían a ver, pero nada de ello sucedió. Lo que haya sido o no, quedo como algo irrepetible.
martes, 7 de febrero de 2017
REPULSIVO ENGENDRO DEL MAL: Adoran a un Demonio con un gran parecido a Alejandro Toledo
En estos días en que este folklórico personaje - mitómano, mentiroso y corrupto, gran aficionado al alcohol y las drogas - se encuentra en el centro de la noticia al descubrirse que esta involucrado en una serie de delitos en perjuicio de los intereses del Estado, al haber recibido un soborno de $20 millones de Odebrecht (de los 35 que exigió inicialmente), por los cuales le espera largos años en prisión, es dudoso imaginar que este cholo borracho y fumón aun tenga admiradores que crean en sus mentiras, pero de hecho los hay y lo que es peor, lo adoran mas allá de las fronteras. Resulta que en la cercana Bolivia (donde sus habitantes tienen un gran parecido físico con ese indígena y quizás por ello lo consideran suyo) ha llegado a ser venerado principalmente por los mineros para asegurarse que los yacimientos “broten riquezas” La imagen que adoran en su ignorancia tiene un aspecto diabólico y si bien es cierto que es venerado desde épocas inmemoriales, tiene un gran parecido con el también llamado borrachín de Cabana. Esta asociado con diversas deidades como el benefactor "Tiw" de los urus; el malvado "Supay" de los incas; y, tras la llegada de los españoles, con el Satanás bíblico. "Hay una creencia que viene desde la dominación española de asociar el azufre con el demonio, porque en todas las minas hay azufre. Entonces a partir de eso, se le confunde con el diablo, pero no lo es", explicó Desiderio Ventura, responsable de su cuidado. Este ídolo de yeso - el cual permanece sentado sobre una silla de madera en el fondo de un socavón en la ciudad boliviana de Oruro - es de color cobrizo, con enormes cuernos, nariz prominente y grandes orejas puntiagudas, sus manos se asemejan a garras que sostienen una botella y una bolsa de coca. Habitualmente tiene un cigarro en la boca, aunque en ocasiones esta la mantiene desmesuradamente abierta, sedienta de whisky al igual que el cholo. Pero no es el único lugar donde es adorado, ya que también existe en el interior de casi todas las minas de Bolivia, tanto en Oruro, como en Potosí. Tiene diferentes tamaños y la mayoría posee tridentes, cuernos enormes y barbas como de chivo. Con su botella en la mano es la misma imagen del cocainómano de Toledo, el cual como sabéis, es un acérrimo defensor del matrimonio homosexual, la ideología de género, el aborto libre y la despenalización del consumo de drogas, entre otras aberraciones. Si bien hoy se encuentra prófugo de la justicia, esperando encontrar un país que lo asile para evitar terminar en la cárcel, de seguro que se encontraba bajo los efectos de algún alucinógeno al momento de hacer tan disparatadas propuestas ¿no os parece?
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