TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 20 de mayo de 2014

EL BOSQUE DE PIEDRAS DE HUAYLLAY: ¿Evidencias de una civilización desconocida?

Visitar el Bosque de Piedras de Huayllay en Pasco es dejar correr nuestra imaginación hasta el punto de preguntarnos como aquellas enormes formaciones rocosas han podido sido moldeadas por acción de la naturaleza, dándoles caprichosas formas de animales y seres humanos. Vista de lejos se asemeja a una inmensa ciudadela llena de gente y animales que parecieran haberse convertido en piedra, quizá por alguna maldición, encantamiento, castigo divino o algo que no es propio de este mundo.En efecto, al visitarla, encontramos en ella mas de 4.000 formaciones rocosas, los cuales se asemejan a gigantescos perfiles humanos y animales como la alpaca, el cóndor, el elefante o la tortuga, aunque estos últimos no son propios de la zona – ubicada a mas de 4220 msnm en plena Cordillera de los Andes - y en el caso del elefante este ni existió en América. Se afirma generalmente que fueron talladas por acción del viento, el rayo y la lluvia durante millones de años y al observarlas detenidamente da la sensación de habernos internado en una zona extraterrestre, lo que ha dado pasó a varias leyendas acerca de su origen. Una de las más conocidas afirma que en tiempos inmemoriales, una mujer que tenía 2 hijos pastores - quienes e a diario salían a trabajar - se percató que desaparecieron de un momento a otro. La madre muy preocupada fue a buscarlos al bosque, preguntó al cóndor quien respondió que no los había visto, al encontrarse con unos zorros, estos le dijeron que los habían observado pasar, pero no sabían que rumbo habían tomado. Al seguir su camino y se encontró con una alpaca, quien le dijo que una laguna cercana - habitado por un espíritu demoníaco - los había devorado. Presa de la desesperación acudió al lugar y desde la orilla gritó a los cuatro vientos repetidamente ¿dónde están mis hijos?. El demonio de la laguna respondió: los he castigado porque me tiraban piedras e inquietando mis aguas. Devuélvemelos, exigió la madre. El Maligno le pidió su alma a cambio de sus hijos. Entonces la pobre mujer no tuvo otra alternativa, pero el demonio la engañó y la convirtió en roca. Desde entonces a la entrada del bosque se encuentra una piedra tallada en forma de mujer. De esa misma manera y en el transcurso de miles de años, el diablo logró engañar a otros seres humanos y animales de lo más diversos que hoy encontramos tallados en rocas de gran tamaño en el bosque de piedras de Huayllay. Quienes entraban en ella no podían escapar, terminando por convertirse en rocas, ya que es un lugar que tiene sólo una entrada y adentro es como un gran laberinto del cual era imposible salir. Otras teorías afirman en cambio que son obras de una civilización desaparecida los cuales llegaron al lugar hace miles de años “en naves luminosas como el fuego” quienes luego de tallar las gigantescas figuras “se fueron con rumbo desconocido para no regresar jamás” afirman antiguas crónicas escritas por los españoles en el siglo XVI, quienes interrogaron a los nativos acerca del origen de esas misteriosas rocas, los cuales se los relataron tal como a ellos se los transmitieron sus antepasados de generación en generación. Si bien lo más probable es que sean formaciones naturales, no cabe duda que se trata de otro misterio sin resolver.