TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 12 de marzo de 2024

¿VISITANTES DE OTROS MUNDOS?: Encuentros cercanos con un OVNI en Matucana

Una noticia dada a conocer por un diario local en 1973 y que pude rescatarlo del olvido, da cuenta del avistamiento de un OVNI (que por aquella época aun denominaban ‘platillo volador’) en la Carretera Central a la altura de Matucana, y que conecta Lima con el centro del país, que corre paralelo al rio Rímac en medio de la Cordillera de los Andes, que por algún motivo especial que desconocemos, es habitualmente un lugar donde se dan este tipo de encuentros con naves alienígenas, que a lo mejor - pienso - pueden tener sus bases en el interior de las montañas o de alguna de sus lagunas. Mejor vayamos con la historia tal como apareció impresa: “Descender de su auto para comer unas mandarinas, le proporcionó a un taxista una de las aventuras más extraordinarias de su vida. Debido a ello no solo pido observar a un platillo volador a una distancia muy cercana, sino también intento fotografiarlo. En efecto, para Hugo Luyo Vega, el viernes 19 de este mes será un día que difícilmente podrá olvidar. Era alrededor de las tres de la tarde y volvía a Lima con un cliente desde la localidad de Matucana, cuando de pronto este le pidió hacer un alto para saborear unas mandarinas que había comprado por el camino. ‘Fue en realidad la parada de la suerte’ refirió Luyo Vega a este diario, porque allí sucedió algo que jamás pensó: ‘A unos pocos metros divisamos el platillo volador. Las piernas me temblaban, la respiración fue más rápida. Ninguno de los dos dijo palabra alguna. Por mi mente corrieron una serie de ideas, pero pude calmar mi nerviosismo y corrí a sacar mi cámara fotográfica. Y disparé como pude’ afirmo. Luyo Vega uso para la foto una Polaroid y solo pudo disparar una vez. ‘El platillo volador se movía al comienzo muy lentamente, pero en un momento se elevó rápidamente para perderse en el infinito, por lo que solo pude tomarle una foto’ explicó Luyo Vega a nuestros cronistas. ‘Lamentablemente su figura salió algo borrosa. Sin embargo, esto fue suficiente para demostrar que se trataba de un verdadero platillo volador. No una cosa inventada ni mucho menos’ añadió, al mismo tiempo que nos enseñaba la fotografía, en la cual solo se apreciaba una mancha oscura indeterminada. ‘Cuando vimos el objeto, se encontraba a la altura de nuestros ojos’ agrego, intentando ser convincente en su declaración. La zona donde ocurrió el encuentro, queda aproximadamente a la altura del kilómetro 54 de la Carretera Central. ‘Por una inmensa quebrada sobre el rio Rímac, apareció el platillo volador moviéndose muy lentamente sin hacer ruido alguno. Mi cliente y yo quedamos muy estáticos’ prosiguió. Y seguidamente lo describe de la siguiente manera: ‘Su color era oscuro. De la parte inferior se desprendía una luz fija de color blanco y tenía unas pequeñas ventanas rojas a su alrededor que se veían perfectamente. Terminaba el plato en una plataforma grande de unos 10 metros de diámetro que no dejaba de girar sin hacer ruido alguno’. Continua con su relato: ‘Recién a los 20 minutos de ocurrido el hecho, los dos salimos de nuestro asombro. Todavía no reanude la marcha del vehículo en vista de que seguíamos haciendo comentarios de lo observado’. Finalmente, cuando le preguntamos por el nombre del cliente para que nos cuente su experiencia, Luyo Vega guardo reserva. “Es una persona adinerada que prefiere pasar desapercibida’ fueron sus palabras finales” puntualiza la nota. En realidad no sé si creerle o no. En todo caso, ahí tienen su historia ¿Vale?