Venga ya, hace unas semanas atrás fue presentado en la Biblioteca Nacional del Perú un estudio denominado: “El Tahuantinsuyo bíblico: Ezequiel Ataucusi Gamonal y el mesianismo de los Israelitas del Nuevo Pacto Universal” cuyo propósito - dice la nota – “era mostrar la continuidad del mesianismo andino a través de dicha congregación religiosa, el cual trajo alivio a muchos pobres, marginales de los marginales; que tuvo la posibilidad de traerles consuelo por la cohesión social del movimiento, dándoles la posibilidad de satisfacer su hambre en las colonias, y le brindó un servicio al país porque se presentó como una alternativa pacífica a Sendero Luminoso”(?). Menuda forma de rendir “homenaje” a quien en vida esclavizo a miles de personas organizando toda una red delincuencial coludida con el narcotráfico, viviendo en una insultante opulencia – su sarcófago de cristal que acompaña nuestra nota, en el cual aparece vestido con finos ropajes propios de un antiguo sacerdote judío de la época bíblica, con un pectoral de oro con diamantes y otras piedras preciosas en el pecho, una edición de lujo de la Biblia a su costado y una corona de oro puro en la cabeza, es una clara manifestación de la vida regalada que se daba este impresentable sujeto - mientras sus miles de seguidores apenas sobrevivían en la indigencia mas absoluta ya que todo le pertenecía a su “Mesías” (inclusive sus mujeres) recluidos en unas colonias ubicadas en lugares remotos de la Amazonia denominados eufemísticamente “La Tierra Prometida”. Esta secta satánica tuvo una presencia mediática en su momento con su “original” manera de entremezclar la política y la religión para conseguir sus oscuros fines, llegando inclusive Ataucusi a participar como candidato presidencial, fracasando en todos sus intentos. Con su muerte al año 2000 esta congregación paso a control de sus hijos, quienes continúan con el “negocio” aunque ya no es como antes. Siempre me he preguntado como puede haber existido gente que en su ingenuidad hayan creído en las “enseñanzas” de este vil estafador, pero viendo a sus seguidores – pertenecientes a las capas mas deprimidas y marginales de la sociedad – puedo comprenderlo. Como sabéis, su primer paso era el de reclutar fieles en las zonas mas deprimidas del país en donde el hombre solo habla su dialecto y supervive con la mísera cosecha de su tierra estéril, arrancándolo a el y a su familia de su comunidad bajo la promesa de la tierra prometida, para nunca mas volver, ya que deben vender todo lo que poseen. Las denominadas "tierras prometidas" están en la selva mas inhóspita en el que se asentaron los "israelitas" despojando de sus tierras a los nativos del lugar a sangre y fuego, para luego repartirlos en pequeños lotes a los captados bajo la condición de que todo el excedente de su cosecha debían entregarlo a la secta. Sin embargo, una vez en posesión de esas tierras, eran mayormente dedicadas a cultivar coca y junto a ellas estaban ubicados los laboratorios clandestinos y los insumos para la elaboración de droga. Según una denuncia de la policía brasileña (quien ve con alarma a esas comunidades asentadas a lo largo de la frontera con el Perú dada a conocer recientemente por la cadena O´Globo) de esos laboratorios suelen elaborar entre 50 y 100 toneladas de pasta básica de cocaína que tiene como destino exclusivo el mercado brasileño, aunque también es reexportada al mundo. Convertido en un cartel del narcotráfico, uno se pregunta porque las autoridades peruanas no hacen nada para acabar con este ilicito negocio.Lo mas indignarte era la crueldad para con los fieles engañados - en un medio totalmente desconocido para el y bajo la inclemencia del clima - ya que solo se alimentan con lo poco que les dejan producir para su sustento, porque la mayoría de las tierras son para el “negocio” del narcotráfico. Este esclavismo en pleno siglo XXI se sigue practicando en esos remotos lugares donde las autoridades no llegan. El propio Ataucusi fue recluido en un penal en Huanuco en 1981 acusado por su propio segundo de explotar a los fieles y violar a las niñas que cumplían 15 años, pero al poco tiempo fue liberado luego de sobornar a las autoridades. Con su muerte en el año 2000, si bien la congregación como todo movimiento mesiánico no desapareció, quedo muy debilitado. Si bien ahora ya no son 200,000 los “israelitas” que llegaron a ser en una oportunidad, aun existen 48 colonias en la selva. Por lo visto, se trata de una secta satánica que se resiste a morir.