Consagrado como el símbolo universal de la buena fortuna, esta asociación se remonta a culturas ancestrales como la de los egipcios y los celtas. Según la tradición, el trébol de cuatro hojas atrae la buena suerte a sus buscadores, especialmente si es encontrado accidentalmente. Desde el punto de vista místico cada hoja representa uno de los cuatro componentes básicos de la felicidad: salud, amor, prosperidad y buena fortuna, aunque según otras leyendas también puede representar a los 4 puntos cardinales, norte, sur, este y oeste, las 4 estaciones del año, primavera, verano, otoño e invierno, los 4 elementos de la naturaleza, agua, aire, tierra y fuego, las 4 fases de la luna o los cuatro ciclos de la vida, por nombrar sólo algunas de las muchas versiones que circulan. Sin embargo, encontrar un trébol de cuatro hojas, representa ¡una posibilidad en diez mil!. Demasiado remoto para albergar esperanzas y al mismo tiempo, terriblemente esperanzador si hallas el tuyo. La tradición señala que si encuentras un trébol de cuatro hojas, deberías llevarlo en tu calzado para que te transfiera su fortuna, mientras otros sostienen que hay que preservarlo oculto entre las hojas de un libro. Estas posibilidades, no son en absoluto las indicadas si quieres adoptarlo como amuleto. De allí que, antes que desesperes en busca de tu trébol de cuatro hojas, bastará con que lleves uno contigo, cualquiera sea su material. Sólo necesitas saber cómo usar tu trébol de 4 hojas para atraer la buena suerte. Ya los egipcios, se colgaban amuletos con forma de trébol de cuatro hojas para protegerse de las adversidades. En la actualidad, si bien los tréboles de 4 hojas pueden incluso cultivarse artificialmente, lo más habitual es que se use como colgante. También lo puedes encontrar en otras piezas de joyería y bisutería, como pulseras, pendientes o anillos, en diferentes metales y en ocasiones, con incrustaciones de piedras, a menudo de color verde. ¿A que esperas para ir en busca del tuyo?