TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 8 de marzo de 2022
¿DESDE CUANDO NOS ESTAN ESPIANDO?: La extraña relación entre los OVNIS y la Cordillera Blanca
Una serie de fenómenos paranormales han estado sucediendo desde tiempos inmemoriales, - y aun ocurren - en remotos lugares de la Cordillera Blanca (ubicado al norte de Lima, en la actual región Ancash) que han sido apreciados tanto por viajeros como por lugareños, quienes fueron inesperados testigos de esos eventos fuera de lo común, especialmente a altas horas de la madrugada. Como imagináis, nos referimos al avistamiento de Objetos Voladores No Identificados (OVNIS). Ya en tiempos de los Incas, cuentan los cronistas, los nativos veían aterrorizados a unas “bolas de fuego” (?) que entraban o salían periódicamente de las múltiples lagunas que se encuentran en la zona. Creían que eran las puertas de entrada de las moradas de sus dioses que vivían en las montañas, a los que dieron el nombre de Apus y desde entonces les hacían ofrendas de alimentos para que fueran sus “protectores”. Esa creencia se extendió con el tiempo por toda la sierra, por lo que para extirpar esas “idolatrías” ya en tiempos de la conquista, los sacerdotes se dieron a la tarea de destruir esos “centros de adoración del demonio” en las montañas y colocaban una cruz en su lugar, asegurando que ello “espantaría al maligno”. Lo que no se imaginaban es que no se trataba de ningún ser demoniaco, sino de criaturas alienígenas. A ello debemos agregar que estas “bolas de fuego” no se presentaban en las alturas, sino en las lagunas ubicadas al pie de las montañas, donde seguían siendo vistos a altas horas de la noche. Han pasado siglos y los avistamientos han seguido sucediendo, pero inexplicablemente nadie se ha dado a la tarea de investigarlos minuciosamente para tratar de desentrañar el misterio. Si esto sucedería en los EE.UU. por ejemplo, equipos de científicos ya hubieran visitado esos aislados parajes dotados de sofisticados equipos e incluso cámaras robots para explorar el fondo de las lagunas, pero como podéis imaginar, nada de ello ha ocurrido hasta ahora y el misterio continua. Precisamente, en los últimos tiempos, una serie de fotografías de aquellas enigmáticas luces pudieron ser tomadas providencialmente por viajeros y en ellos se puede comprobar que se trata de objetos desconocidos, descartándose que sean aviones, globos aerostáticos o drones, debido a lo remoto de la zona, demostrando que existe una actividad muy marcada de desconocidos aparatos que suelen ser descubiertos, muchas veces sin que el improvisado fotógrafo no sepa lo que está obteniendo, y que solamente lo descubre cuando la foto ya se sacó. Al respecto, una de esas imágenes muestra a un enorme OVNI ovalado surgiendo entre las aguas. La foto fue captada en la laguna Paron, considerada como .la más grande de la Cordillera Blanca - ubicada a 32 km de Caraz, capital de la provincia de Huaylas y a 100 km al norte de Huaraz - en enero de este año, a las 01:38 de la mañana. El objeto volador no identificado fue visto por un grupo de personas que fueron a recibir el Año Nuevo. Sin buscarlo, termino siendo testigo del avistamiento de una nave alienígena que brillaba intensamente y que desplegaba un especie de rayo luminoso desde su parte inferior, antes de elevarse y desaparecer en el cielo. Quien lo vio en aquella ocasión, oriundo de Lima, pensó que al llegar ahí con sus amigos pasarían un fin de año normal, en el que podrían recuperar algo de tranquilidad en sus agitadas vidas. Al respecto, relató que: “Yo salí a dar una vuelta del campamento, fotografiando y filmando. Cuando le estaba sacando fotos a la laguna, me di cuenta que en ese momento comenzaron a agitarse las aguas y salía lentamente un disco y se elevo silenciosamente, por lo que apunte con mi cámara para tomarle fotos, pero en una milésima de segundo se escondió entre las nubes, aunque pude tomarle uno”, aseguró. El episodio no pasó desapercibido para el testigo ya que no es la primera vez que ello ocurre: “Al regresar al campamento y comentar lo ocurrido, si bien hubo quienes no me creyeron a pesar de mostrarles la foto que había logrado tomar, el guía nos dijo que ello ocurre con frecuencia en la zona y que inclusive pudo verlo en un par de ocasiones, pero que temeroso, decidió ocultarse hasta que desaparecía por los cielos” indicó. “La primera vez que lo vi, note que era un platillo gigante lleno de luces que estuvo suspendido allá arriba cerca de 10 minutos, y casi me muero del susto porque no se movía creyendo que me había descubierto, no quería ni respirar, pero al final desapareció velozmente”, concluyó. Según se ha podido averiguar, la Cordillera Blanca es conocida como una “zona ventana”, ya que es común ver como este tipo de objetos voladores no identificados se desplazan en el cielo, por lo que puede indicar que tienen una base escondida en algún lugar. ¿Desde cuándo y con qué motivos? Vaya uno a saber.