Existe una creencia generalizada en varios países que estas criaturas aladas, sea por su color o por preferir salir en horas de la noche, es un símbolo de mal augurio o que incluso anuncia la llegada de la muerte. Ya en tiempos antiguos, se le conocía como la mariposa del país de los muertos, ya que se creía que era un alma en pena que anunciaba desgracias a quienes habitaban la casa donde era encontrada. En algunos estados de los Estados Unidos por ejemplo, se le conoce como black witch (bruja negra). Por si esto fuera poco, el nombre científico de la mariposa nocturna es, Ascalapha odorata, que proviene del demonio ascálafo, el horticultor del dios Hades, que era el gobernante del inframundo de la mitología griega. En el Perú, por ejemplo, la mariposa nocturna es conocida con el nombre de ‘Taparaco’. En tiempos del Imperio Inca, ya tenía una mala fama, porque simbolizaba el tránsito a un tiempo difícil y oscuro. Es más, existe una leyenda que relaciona a esta enigmática criatura nada menos que con la muerte del emperador Huayna Capac. Dicen los antiguos cronistas españoles, que tuvieron conocimiento del suceso, que cuando el Inca se encontraba en Quito - donde pasaba largas temporadas ya que según se dice, la prefería al Cuzco debido a su clima - un misterioso mensajero se acercó a su palacio y le entrego una caja, que según dijo, era enviada nada menos que por Viracocha (el Creador del Mundo, según la cosmovisión inca). Intrigado por tan misterioso regalo, Huayna Capac abrió la caja y de ella salieron unas mariposas negras de gran tamaño que revolotearon alrededor de él para luego desaparecer. Se dice que estas criaturas aladas provocaron una epidemia que tiempo después diezmaría al ejercito imperial y que causaría la muerte del propio emperador. Históricamente, estos fallecieron víctimas de una epidemia de viruela (traído involuntariamente al continente americano por los españoles, donde era desconocida y que causo estragos entre la población autóctona). Actualmente, la mariposa negra, tal como sucede en otras partes del mundo, es considerado un símbolo de la muerte, y es creencia general que si logra ingresar a las viviendas, es porque uno de los que viven allí está próximo a morir. Como podéis imaginar, ello origino desde entonces una búsqueda incesante de esos insectos por los alrededores de las casas por parte de sus dueños y matarlos a la menor oportunidad. Sin embargo, al ser negras y permanecer ocultas hasta que llega la noche, ha sido muy difícil erradicarlas, por lo que más de uno se da el susto de sus vidas al verla descansando en el umbral de una puerta, revoloteando en las ventanas, bajo los tejados o aleros, ya que ello significa una señal de mala suerte e incluso de la muerte. De esta manera -dicen - el dueño ha quedado ‘marcado’ por su presencia y solo le queda esperar lo peor. Sea cierta o no la leyenda, mejor evita encontrarte con una de ellas ¿vale?
