TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 15 de agosto de 2017

EL CRÁNEO DE SANTA ROSA DE LIMA: Una macabra reliquia que es motivo de “adoración”

Venga ya, ¿hasta donde llega el fanatismo de los peruanos que llegan al extremo de adorar cráneos como si fueran algo “sagrado”? Me hago esta pregunta porque este 24 de agosto se conmemoran 400 años de la muerte de Santa Rosa de Lima. Sin duda alguna, esta pobre mujer padecía de alteraciones mentales, porque gustaba autoflagelarse para satisfacer a Dios - con quien se dice que "conversaba" continuamente - proporcionándoles con esa disparatada historia jugosas ganancias a los responsables de la custodia de sus restos. Precisamente entre ellas destaca su cráneo, expuesto en una urna que se encuentra en un altar de la Basílica del Rosario, adjunta al convento de Santo Domingo, el cual pertenece a la congregación de los dominicos, principal fuerza de choque de la infame Inquisición en América. En ella originalmente se conservaba el cráneo intacto, que llevaba una corona, mientras que su mandíbula estaba bañada en plata y oro blanco, lo cual originó la codicia de los ladrones quienes en marzo de 1997 lo sustrajeron del altar, quebrándole la mandíbula y llevándola consigo, sin que hasta ahora haya podido ser recuperada. Además fueron robadas varias reliquias de la urna de mármol donde se guardaba el cráneo. Según un miembro de la cuadrilla de guías que dirigen los recorridos por el convento, la mandíbula no ha sido reemplazada y aún se guarda la esperanza de poder recuperarla. Así se expone hasta el día de hoy en su altar, a fin de que sea venerado por quienes acuden hasta ese recinto religioso, convencidos de que realiza “milagros” pidiéndole toda clase de “favores” rogándole su “intervención divina” para solucionar sus problemas terrenales. En serio ¿Alguien en su sano juicio puede creer en los “poderes” de una calavera?. En relación a Isabel Flores de Oliva - el verdadero nombre de Santa Rosa - es desde hace mucho centro de especulaciones entre los psiquiatras. Thomas Szasz, el famoso psiquiatra estadounidense, dijo alguna vez que si le hablabas a Dios estabas rezando, pero que si Dios “te hablaba” es porque eras esquizofrénico. “Para mí fue una persona que padeció trastornos mentales muy difíciles de clasificar y catalogar. Presentó graves disturbios de personalidad, disturbios emocionales, de conducta, de autoflagelación, impulsos masoquistas enormes, incluso iluminaciones, posesión divina”, indicó al respecto el psiquiatra Mariano Querol para quien Santa Rosa podría haber padecido un cuadro típico de esquizofrenia. Querol no es el único que considera que Santa Rosa pudo tener un trastorno. Asimismo, los psiquiatras Cybelle WeinbergI, Táki Athanássios CordásII y Patricia Albornoz MunozCita publicaron un artículo en la Revista de Psiquiatria do Rio Grande do Sul en el que aseveraron que el comportamiento de Santa Rosa era similar al de las personas que padecen anorexia. A las especulaciones sobre anorexia y esquizofrenia, el Dr. Guillermo Ladd, presidente de la Asociación de Psicopatología del Perú, añade una idea incluso más polémica. Según indicó, es posible que Santa Rosa haya sufrido un abuso sexual que desató sus desórdenes mentales.“Para que una persona tenga un desorden de personalidad limítrofe como el que al parecer sufrió Santa Rosa, necesariamente tuvo que haber tenido en su historia una forma de abuso psicológico, sexual o físico. Tiene que haber existido una causa concreta en ese sentido”, señaló. Pero los psiquiatras no son los únicos que creen que había algo mal con Santa Rosa. Su propia madre, María de Oliva, creía que su hija no era normal. No entendía por qué desde pequeña no quería comer, se encerraba envolviéndose con cilicios con puntas de hierro o se echaba ají en los ojos para no salir a la calle. Antes que santa, María de Oliva quería que su hija saliera con otras niñas, se enamorara y tuviera una vida como la de los demás, pero ella prefería vivir fuera de la realidad. Sea loca o esquizofrénica, Isabel Flores de Oliva siempre seguirá generando polémica. Tal vez algunos crean que el martirio y el sufrimiento del cuerpo sean una manera de lograr la santidad, pero en la mente de los no creyentes, es difícil creer que una persona normal pueda tener estos comportamientos. Lo que hay que ver.