TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 14 de septiembre de 2021

CASTIBURRO: ¡Pero qué burro!

Un engendro nacido producto de la indignación ciudadana recorre Lima liderando las protestas contra el régimen de Pedro Castillo, el cual como sabéis, llego al poder mediante el fraude. Lo que ha llamado la atención es que al frente de ellas se encuentre un monigote en forma de un burro que lleva en la cabeza un sombrero de gran tamaño, así como una banda presidencial que le cruza el pecho y que ha sido “bautizado” acertadamente como Castiburro ¿A quién está representa? Obviamente a Pedro Castillo, fiel discípulo de Abimael Guzmán, quien ha conformado un gabinete de ministros de lo mas repulsivo, compuesto por terroristas prontuariados por la justicia y otros elementos altamente cuestionados, lo cual ha generado un amplio rechazo en la opinión pública. Aparte de ello, son conocidas las intenciones de querer disolver el Congreso, para que mediante una Asamblea Constituyente “a su medida” redactar una Constitución comunista que le permita eternizarse en el poder, instituyendo “una república popular de nueva democracia”. De limitado lenguaje y nula inteligencia, el referido sujeto (nacido en Chota, Cajamarca) se autotitula “prosor” aunque desde hace 7 años no enseña en las aulas, ya que se la ha pasado desde entonces con “licencia” para realizar sus actividades subversivas en el Conare - organismo de fachada de Sendero Luminoso - aunque eso sí, cobraba puntualmente cada mes a pesar de que no trabajaba. Durante su campaña electoral, se hizo conocido no solo por sus disparatadas y demagógicas propuestas, sino tambien por llevar un sombrero chotano en la cabeza, que desde entonces no se lo quita para nada. Sus defensores arguyen que le gusta llevar esa prenda “para que no se escapen las ideas”… como si las tuviera el muy ignorante, agrego yo. En efecto, desde que Castillo llego al poder ilegalmente, ha quedado en evidencia su mediocridad y el ridículo que hace las escasas veces que aparece en público, donde dice cada estupidez inimaginable. De seguro el mismo se ha dado cuenta de sus limitaciones y de allí que rehúya a la prensa, negándose a dar entrevistas o conferencias a los medios - algo inaudito en la política peruana - prefiriendo el silencio y estar agazapado entre las sombras a la espera de dar un zarpazo a la democracia. Sus adversarios se han percatado de ese detalle y se le han ido con todo, denunciando sus planes golpistas. La calle es la mejor muestra de ello y allí se le presenta como lo que es, un burro. Si bien muchas organizaciones en defensa de los derechos de los animales han salido a protestar en defensa de este último, ya que se trata de un animal noble, humilde y trabajador, por lo que consideran que compararlo con semejante individuo es todo un insulto que no se puede tolerar. Quizás tengan razón, pero el nombre le cae a pelo ¿no os parece? (Por cierto, un ambiente de tristeza se vive en Palacio por estos días al conocerse el último fin de semana el deceso de Abimael Guzmán, maestro y guía de Castillo, el cual no pudo indultarlo ya que la muerte se le adelanto. Fuentes cercanas informaron que pretendia hacerlo "por razones humanitarias" el mismo 12 de septiembre - cuando se conmemoraba los 29 años de su captura - pero no pudo ver cumplido su mas intimo deseo. El llanto y dolor por la irreparable pérdida de semejante monstruo debe ser por ello inconmensurable ¿No os parece?)