Desde hace mucho tiempo, el gato ha tenido un significado especial. Se sabe que los antiguos egipcios, allá por el 2.900 a.C., le rendían culto, y formaba parte de su mitología con el nombre de Bastet. La antigua ciudad de Bubastis estaba consagrada a su culto, y de allí proceden los centenares de gatos momificados que fueron enterrados en su memoria. Al ser un animal sagrado eran criados con los mayores cuidados posibles. Esta costumbre se traslado a Roma donde el gato comenzó a ser domesticado y a convivir con las personas dentro de las propias casas, tomando mayor protagonismo, al comprobarse que era un eficaz cazador de ratones. Sin embargo fue en la Edad Media, debido a la nefasta influencia de una corrupta y decadente Iglesia Católica - protector de Genocidas y encubridor de curas pederastas - cuando el gato negro adquirió su mala fama, al considerar que por su color era un animal maligno (asociándolo por ello con demonios y brujas) motivo más que suficiente para que en el siglo XIII se iniciara una feroz persecución contra ellos, al creer que las brujas se transformaban en gatos negros, para moverse libremente sin llamar la atención, convirtiendo a estas inocentes criaturas en símbolos del mal y perseguidos implacablemente Debido a ello - ya que esta matanza se generalizo a todos los felinos sean del color que fueran- su población disminuyó en forma alarmante hasta el punto que casi llegan a extinguirse, siendo esta circunstancia uno de los principales motivos que convirtió en devastadora la epidemia de la peste negra que devasto Europa en el s. XIV, ya que esta enfermedad al ser propagada por las ratas - quienes sin un enemigo natural que pueda combatirlos - invadieron literalmente el continente trayendo la muerte a millones de personas. Debido a ello, en los siglos XVII y XVIII cesaron las persecuciones y el gato volvió a recuperar su imagen de animal beneficioso para el ser humano por su capacidad de controlar estas plagas de roedores. Sin embargo, persistieron algunas supersticiones en relación a los gatos negros que se cuentan hasta nuestros días, ya que por ejemplo aún existe gente que teme que se le cruce en su camino y tratan de evitarlo por todos lo medios creyendo que le traerá desgracias. Increíble pero cierto.
