TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 25 de agosto de 2020

DESENTRAÑANDO SUS MISTERIOS: Preparan una misión para buscar vida en Venus en el 2023

A partir del año que viene varios robots podrían hallar vida extraterrestre en Marte. Quizás lo más sorprendente es que este descubrimiento, probablemente el más importante de la historia, podría ocurrir durante esta década o la próxima. Pero lo cierto es que es posible que Venus nos dé una sorpresa incluso antes que el planeta rojo. A simple vista, no parece un lugar muy prometedor para buscar vida, debido a que en su superficie la temperatura puede superar los 400ºC y los vientos alcanzan velocidades de cientos de kilómetros por hora. Pero por encima de sus nubes tóxicas, de ácido sulfúrico, hay una región donde las condiciones son realmente parecidas a las que hay en la Tierra. Por eso, una compañía privada llamada Rocket Lab ya está trabajando en lanzar una misión para buscar vida en Venus. Planean enviarla tan pronto como en 2023, tal como ha informado Space. “Estoy obsesionado con Venus”, dijo en una videoconferencia Peter Beck, director general de la compañía. “Estamos trabajando mucho en organizar una misión privada para ir a Venus en el 2023” indicó. Es de sobra conocido que en el pasado Venus fue un planeta habitable, con ríos, lagos y océanos. Sin embargo, un calentamiento global descontrolado, impulsado por procesos geológicos, provocó un efecto invernadero tan drástico que convirtió al planeta en una especie de olla a presión, tal como lo comprobó la sonda rusa Venera 9, que fue la primera nave que envió a la Tierra la primera imagen de la superficie del planeta en 1975. Ahora, el objetivo es explorar una región de la atmósfera, situada a unos 50 kilómetros de altura, en la que las temperaturas y las presiones son sorprendentemente benignas hoy en día. “¿Quién sabe? Quizás nos podría tocar el premio mayor”, dijo Beck. Por el momento, hay motivos para sospechar que este sea posible. En los años veinte se descubrió la presencia de parches en la atmósfera que absorbían hasta un 40% más de radiación ultravioleta que las regiones de alrededor, sin que se supiera por qué. Con el tiempo, se averiguó que dichos parches evolucionan con el paso de los días y las semanas, de un modo muy peculiar y poco comparable al de otros planetas. Ya en 1967, el astrónomo Carl Sagan, entre otros, propuso que el origen de estos parches podría estar en microorganismos con capacidad de absorber luz en ese rango de longitud de onda. Observaciones posteriores han mostrado que a una altura de 47,5 a 50,5 kilómetros hay regiones potencialmente habitables, tal como propuso un estudio publicado en Astrobiology. Allí la presión oscila entre las 0,4 y 2 atmósferas y la temperatura se sitúa entre los 0 y los 60ºC. Además, la historia del planeta ha permitido que en la atmósfera todavía haya vapor de agua, así como dióxido de carbono, ácido sulfúrico y radiación ultravioleta en abundancia, todos ellos posibles fuentes de nutrientes y energía para los microorganismos. ¿Sería posible que hubieran llegado hasta esas alturas? Tal como explicó Kimberly M.S. Cartier en un artículo publicado en Eos.org, los científicos han encontrado bacterias, esporas y granos de polen hasta una altura de 15 kilómetros en la Tierra. Su origen podría estar en varios procesos, como la evaporación, las tormentas, las erupciones volcánicas o el impacto de meteoritos. Y lo mismo podría haber pasado en Venus, al menos en teoría. Esos microorganismos explicarían el origen de los parches en la atmósfera y podrían ser similares a bacterias del azufre, que en la Tierra viven en entornos muy ácidos y absorben rayos ultravioleta. Su crecimiento, su muerte y su migración podría ser la causa de los cambios de color de Venus, en el rango del ultravioleta, al igual que en la Tierra las plantas y las algas colorean el paisaje en el espectro visible. La intención de la compañía es emplear su lanzador, de nombre Electron, y un adaptador para satélites, llamado Photon. Ambos depositarían una o dos pequeñas sondas en la atmósfera del planeta. Para Beck, el hecho de que una compañía privada lograse llevar a cabo una misión interplanteria ya es un importante mensaje para el resto del mundo. Además, un éxito en esta empresa sería la demostración de un sistema de lanzamiento capaz de abaratar los costes hasta diez veces. Recientemente, la compañía consiguió un contrato con la NASA para lanzar un satélite a la Luna a comienzos del 2021, precisamente usando la combinación del lanzador Electron y el adaptador Photon. Al margen de Rocket Lab, lo cierto es que la exploración de Venus está volviendo a despertar mucho interés entre las agencias espaciales, que están preparando varias misiones para las próximas décadas. Venus esconde muchos misterios y es un laboratorio excelente sobre el cambio climático, las atmósferas o la naturaleza de los exoplanetas.

martes, 18 de agosto de 2020

EL OVNI DE CHACLACAYO: Luces en la oscuridad

Como sabéis, el fenómeno OVNI sigue deparando sorpresas y la Cordillera de los Andes en el Perú es una región muy activa en ese sentido desde tiempos inmemoriales. Uno de esos extraños avistamientos ocurrió en la Carretera Central en mayo de 1968, según publico el diario Expreso en aquella oportunidad, el cual encontré casualmente revisando mis archivos. El testigo de tal encuentro lo relato de la siguiente forma: “Venia manejando en mi coche regresando a Lima desde Chaclacayo y ya caía la noche, cuando de un momento a otro, me percate que un extraño aparato se movía en círculos a lo lejos y desaparecía convirtiéndose en un punto rojo. Dejaba casi de verse y de pronto volvía a encenderse superando el brillo por ejemplo del planeta Venus. Algo asustado, detuve mi vehiculo, apagando las luces y me puse a observar el fenómeno. Sin hacer ningún ruido, la nave seguía apareciendo y desapareciendo a baja altura y de repente note que unas luces rojas salieron de su parte inferior como si estuviera buscando algo en el suelo. Lamente en ese momento no tener alguna cámara o filmadora para grabarlo ya que estuvo cerca de media hora en esa extraña labor. Mire a un lado y a otro de la carretera y no vi vehiculo alguno para que también sean testigos del hecho, ya que esta seguro que nadie me lo iba a creer”. Sorprendido, el testigo continuó con su relato: “Fue algo muy raro. El cielo estaba precioso, muy limpio, por lo que pude observarlo detalladamente y así pude descartar que se tratase de un globo o un helicóptero. El miedo se me quito y trate de acercarme al lugar que iluminaba con sus rayos de luces, cuando en ese momento, en cuestión de segundos como si habría advertido mi presencia, estas fueron perdiendo intensidad hasta incluso desaparecer progresivamente en la oscuridad. Temeroso de aquello, regrese al coche para irme de allí, cuando empezó a aparecer un punto muy rojo que ganaba y perdía intensidad, y que seguía moviéndose despacio y además cambiando de trayectoria. Esta vez se veía a mayor altura sorprendiéndome de ello porque cuando apago sus luces no lo vi moverse, y de pronto empezó a brillar nuevamente, para volver a apagarse de nuevo. En ese instante adquirió un tono rojizo y desapareció en unos segundos, perdiéndose rápidamente en el cielo. No podría ser una nave fabricado por los humanos, porque luego de verlo durante largo tiempo, tengo la convicción de que era un objeto que no obedece a una explicación lógica. Es mas, no emitió ningún ruido. Al consultar fuentes oficiales sobre el tráfico aéreo en la zona y luego de posibles explicaciones, descartaron toda actividad aérea. Se ha tratado de afirmar que fue un meteorito visto coincidentemente por aquellas fechas. Pero esta ‘bola de fuego’ del cual fui testigo, no se comporto en modo alguno de esa manera. Por definición propia es un OVNI, objeto volador no identificado. Fue ‘algo’ que vi en el cielo pero no se lo que fue, acoto” puntualiza la nota. Sorprendente... ¿Verdad?

martes, 11 de agosto de 2020

PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS: El Diablo en la Catedral de Arequipa

Ante el asombro de propios y extraños, en la nave central de la basílica Catedral de la ciudad de Arequipa se encuentra nada menos que una imagen del demonio, la cual tiene forma humana pero a su vez posee cuernos, alas y una cola de serpiente que se enrosca en la base del púlpito ubicado al costado derecho de la nave central de la citada iglesia. Su tamaño así como la expresión de su rostro estremecen a cualquiera que por primera vez observa la escultura, es por ello válido preguntarse ¿por qué colocar la imagen del demonio dentro de una iglesia? ¿Cuál es el mensaje o cuál la advertencia? Toda esta simbología representa no una adoración asolapada del demonio sino la demostración constante del triunfo del bien o la fe sobre el mal. ¿Por qué un diablo dentro de una iglesia? Para el periodista e investigador de la historia religiosa de Arequipa, Dante Zegarra López, toda esta simbología representa no una adoración asolapada del demonio sino la demostración constante del triunfo del bien o la fe sobre el mal. Similar conclusión tiene el experto en derecho canónico de la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP), Carlos Ramos, quien asegura que en general, la representación del diablo en el interior de las iglesias supone el símbolo del demonio caído o el ángel caído y derrotado por la gracia o el poder de la divinidad. Esta pieza de estilo neogótico fue tallada por el escultor Charles Buisine-Rigot y traída desde Francia en 1879. Como podéis imaginar, esta imagen es una de las preferidas de los visitantes a la Catedral. El demonio también observa otra de las maravillas de la Basílica: el monumental órgano Loret, instalado en 1854. Este instrumento de viento tiene más de doce metros de altura y está compuesto por 1.206 tubos que producen un sonido majestuoso cada vez que es tocado en las misas y celebraciones. En cuanto al origen de la figura demoníaca, cuenta Zegarra que el bello púlpito donde esta tallado, fue un obsequio de una dama arequipeña del siglo XIX llamada Javiera Lizárraga viuda de Álvarez Comparet. Ella dejó su casa como legado para que sea vendida y, luego, con ese capital se mandase a construir un nuevo púlpito para el templo principal, que había quedado gravemente dañado luego de un incendio en 1844. La herencia de Javiera Lizárraga permitió juntar unos 6.000 pesos de la época, un fondo nada despreciable. Sin embargo, hubo dificultades para encontrar a alguien que pudiera erigir la obra. Zegarra refiere que en las actas del Cabildo Eclesiástico del 6 de febrero de 1877 se menciona que se buscó, sin éxito, en Lima, Cuzco y Arequipa a un artista que pudiera construir el púlpito. Debido a este impase, se le pidió a Juan Mariano de Goyeneche y Gamio, ministro plenipotenciario del Perú en Francia, que contratara a algún maestro europeo. El diplomático encargó el trabajo a los talleres de Buisine-Rigot, en la ciudad francesa de Lille. De este estudio han salido otras piezas como los púlpitos de las iglesias de Santa Caterina, San Mauricio y San Etien, en Lille. El púlpito llegó, finalmente, vía marítima a Arequipa el 16 de diciembre de 1879. Estaba desarmado en 15 cajas y tuvo que ser ensamblado, pieza por pieza, el diablo incluido, por un equipo de especialistas de acuerdo a los planos originales. La estructura, además de la base diabólica, tiene tallados en alto relieve a algunos de los padres de la Iglesia Católica (San Agustín, Santo Domingo) y alegorías de los cuatro evangelistas. Estos detalles están coronados por seis gárgolas que le dan un rasgo único a esta pieza de fina madera. En la actualidad, el púlpito ya no es utilizado en las misas. A partir de la década de 1980, los equipos de amplificación electrónica y los micrófonos dieron paso a una nueva forma de transmitir los sermones. Desde entonces en la catedral, Lucifer cumple ahora solo una función ornamental, pero tratándose de quien se trata, uno no puede fiarse del Maligno y al respecto, se cuentan muchas historias suyas de los cuales nos ocuparemos en otra ocasión. ¿vale?

martes, 4 de agosto de 2020

EXPEDIENTES SECRETOS PERÚ: La conexión Lambayeque

En las entregas anteriores de esta serie hemos revisado el posible contacto entre los Anunnaki, alienígenas venidos del planeta Nibiru, y la culturas Chavín y Tiahuanaco. Según las teorías de Zecharia Sitchin, los Anunnaki vinieron a América a extraer oro y otros metales. Ahora vamos a tratar la posible llegada de los Anunnaki a la costa norte del Perú, donde se desarrollaron notables civilizaciones como las culturas Lambayeque, Mochica y Chimú, conocidas en el mundo entero por sus trabajos en oro. Por cierto, los fundamentos de los Chimú (siglo XIV-XV d.C.) se encuentran en la cultura Lambayeque creada alrededor del siglo VII d.C. por viajeros que llegaron del norte a través del mar. La historia que relata este hecho se conoce como el mito de Naylamp, quien es considerado como el fundador de Lambayeque. El cronista español Miguel Cabello de Balboa recogió la historia de Naylamp contada por uno de los descendientes de estos viajeros, en su crónica “Miscelánea Antártica” (1586). Según escribió, en tiempos remotos llegó a la costa norte del Perú un cortejo de barcas con cientos de personas a bordo. El jefe de la expedición era un gran señor llamado Naylamp quien traía consigo una estatua labrada en una piedra de color verde con su rostro. Este ídolo fue llamado Yampallec (que quiere decir figura y estatua de Naylamp). Cabe destacar que de esta palabra deriva al nombre de Lambayeque, con que se conoció el lugar posteriormente. La comitiva que rodeaba a Naylamp era impresionante. En su ejercito habían cuarenta oficiales, e incluía un sonador de Pututo, un encargado de las andas, un preparador de bebidas, un preparador de baño, un maquillador, un cocinero, un tejedor de ropas y un personaje encargado de esparcir polvo de conchas marinas por donde su amo iba a pasar. Naylamp venía acompañado, también, por un grupo de concubinas, entre las que destacaba la que los nativos identificaron como su mujer, Ceterni. La delegación desembarcó en la costa peruana y luego de escoger explorar la zona construyeron un templo llamado Chot, donde albergaron su ídolo de piedra verde. Naylamp trajo la civilización a los habitantes de aquellas tierras y ellos vivieron prósperamente bajo su reinado. El relato que recogió Cabello de Balboa cuenta que Naylamp vivió muchos años entre los nativos hasta que llegó el tiempo de su muerte. Sus vasallos de confianza, que siempre lo vieron como un ser inmortal sobre el que la muerte no tenía jurisdicción, lo sepultaron a escondidas en el lugar donde su rey había vivido y corrieron la voz que a Naylamp le habían crecido alas y había desaparecido, presumiblemente volando. La mayoría de los nativos, que no sabían que esto había sido inventado por los vasallos más cercanos de Naylamp para ocultar su decepción ante su muerte, lo buscaron desesperados sin encontrarlo. Veamos algunos detalles interesantes que nos pueden aportar otra perspectiva para la interpretación del mito. Si Naylamp realmente existió, ¿Quién era? ¿De dónde pudo haber venido? Hay quienes creen que Naylamp fue un Anunnaki que pasó tiempo suficiente con los olmecas de Mesoamérica como para aprender su lengua, y que navegó hasta las costas del Perú con un ejército de olmecas. ¿En qué se basaron para hacer estas afirmaciones? Sucede que el factor lingüístico es determinante para establecer el origen de Naylamp y de su ejército. Nombres como Yampallec, Occhocalo, Xam Muchec, Ollop-copoc o Llapchiluli, todos acompañantes de Naylamp, tienen evidentes connotaciones mayas. Como sabéis, los mayas tuvieron influencia cultural de los olmecas. La lengua de los olmecas se denomina protomayahuasteca y fue la que, posteriormente, se dividió en los dialectos maya y huasteca. Entonces, la comitiva de Naylamp pudo haber estado formada por olmecas. El Anunnaki Naylamp podría haber pasado un tiempo en América Central, mientras reclutaba un ejército de olmecas para aventurarse hacia las costas del Perú. Otro elemento importante a considerar es el famoso ídolo que trajo Naylamp y que lo representaba. Algunas teorías sostienen que estaba hecho de jade verde. Es posible porque las culturas mesoamericanas trabajaron el jade y le otorgaron más valor que al oro. El problema es que los trabajos en jade realizados por estas culturas son, en su gran mayoría, pequeños. La civilización olmeca utilizó el jade, mayormente, para hacer hachas. Los mayas lo usaron para crear pendientes, cuentas, incrustaciones, y figuras de jade. Estas figuras varían en tamaño desde miniaturas que caben en la palma de la mano hasta trabajos como la máscara encontrada en la tumba de Pakal, que tiene el tamaño promedio de un rostro humano. La escultura maya de jade más grande que conocemos es la cabeza del dios Sol encontrada en Altun Ha, con un peso de casi 5 kilos. Sin embargo, ni siquiera la cabeza de Altun Ha sería lo suficientemente grande para encajar en la leyenda de Naylamp. La comitiva de Naylamp era numerosa e impresionante, para que un objeto resaltara entre toda esa multitud tendría que haber sido más grande que la cabeza encontrada en Altun Ha. Además, si Naylamp y su séquito se dieron el trabajo de construir un templo para albergar la estatua, esta no puede haber sido tan pequeña. Lo anterior no descalifica la teoría del jade, pero si la hace muy improbable. Los mayas y los olmecas realizaban esculturas grandes pero no en jade. Otros investigadores e historiadores han dado por sobreentendido que el ídolo estaba hecho de esmeralda ya que esta tiene color verde y por qué en otras culturas americanas existen ídolos de esmeralda. Pero hay quienes creen que se trata de una equivocación, ya que sostienen que el ídolo estuvo hecho de malaquita. Una piedra verde proveniente del Congo africano que tiene extraordinarias propiedades curativas no sólo a nivel físico sino también psíquico. El ídolo no podría haber estado hecho de esmeralda ya que los cronistas españoles conocían bien esa piedra y hasta la llamaban por su nombre. El cronista español Fray Pedro Simón (1574-1628) nos narra el esclarecedor siguiente pasaje. “Algunos días antes que llegara el comendador don Diego de Ordás (año 1530) a este golfo y bocas del rio Marañón, se había cogido por allí cerca una canoa con cuatro indios y hallado entre ellos dos piedras de esmeralda, la una tan grande como la mano.“ (Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias occidentales, vol.1, pág. 253) Los nativos también conocían bien a la esmeralda y no habría representado ninguna novedad para ellos. La presencia de esta piedra preciosa fue, gracias al comercio, tan común entre los Incas, que los españoles supusieron que en el Perú existían minas de esmeralda. Por otro lado, la malaquita era una piedra pocas veces vista en el continente americano. Según se cree, los Anunnaki llegaron a América Central en busca de oro, luego de recorrer Europa y África. Esto podría explicar como un ídolo de tamaño considerable hecho de una piedra originaria del Congo, como la malaquita, llegó hasta las costas del Perú. El mito de Naylamp cuenta también que uno de sus acompañantes esparcía un polvo rojo por donde iba a pasar su señor. Según los nativos, este polvo era Spondylus molido y lo llamaban Mullu. Aquí existe un detalle que merece ser destacado. En varios textiles de la cultura Paracas, que se desarrolló en la costa sur del Perú entre el 800 a.C. y el 100 a.C., se han encontrado personajes y divinidades portando collares de Spondylus, y con el cuerpo pintado con formas de esta especie. Más aún, según las investigaciones de la historiadora María Rostoworoski, el Mullu era indispensable para hacer llover. Los indígenas ofrecían el polvo a los dioses para evitar sequías. El Spondylus era, en la mayoría de las culturas del antiguo Perú, el alimento de los dioses. El hecho de que uno de los integrantes de la comitiva de Naylamp lanzara polvo rojo a su paso nos indica que lo consideraban un dios venido de muy lejos. En la siguiente entrega analizaremos a los Mochica y su relación con los Anunnaki.