TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 15 de julio de 2025

LOS ENIGMAS DE KUÉLAP: Entre la historia y la leyenda

En la cima de una alta montaña, casi cubierta por la niebla, descansa una ciudad fortificada llamada Kuélap, el legado arquitectónico de los antiguos Chachapoyas. Ubicada en Amazonas - en el nor oriente peruano - llegar a ella ya no resulta tedioso gracias el Teleférico, que permite ahorrar tres horas a los caminantes y más de una a los que viajan en coche .De esta manera el traslado solo durará veinte minutos a más de 2.300 m.s.n.m. Un paseo donde la sensación del vértigo se irá convirtiendo en adrenalina al tener un vistazo de águila del valle del Tingo, un paisaje realmente admirable. Eso sí, no bajéis la guardia al llegar a tu destino, ya que todavía te espera un camino zigzagueante que te conducirá hasta una ciudad de arquitectura asombrosa. Pero no estás solo en esta aventura, ya que un guía turístico te irá ilustrando sobre la historia de una etnia que luego de los Incas, es una de las culturas prehispánicas que ha dejado el más vasto y rico legado arquitectónico (cerca de 500 complejos arqueológicos desperdigados entre las regiones Amazonas y San Martín). En ese viaje en el tiempo -mientras esquivas las curvas de un corredor empedrado - te enterarás que Chachapoyas no tiene un significado oficial. Según el etnohistoriador Peter Thomas Lerche, este término era de origen aymará y su concepto era ‘el hombre de las nubes’. ¿Por qué aymará? El antropólogo alemán decía que los chachapoyas realizaron intercambios comerciales con el Imperio Wari (que tenía su sede en Ayacucho, pero eran descendientes de los Tiahuanaco). En ambas lugares se encontraron restos de tejidos y artesanías. Es así que durante esos trueques comerciales, los Wari divisaron, en los valles amazónicos, como varios chachapoyas se perdían en las montañas hasta desaparecer entre las nubes. De ahí el nombre. Para Huaman Poma de Ayala, en cambio, esta palabra significaba ‘el guerrero blanco’ debido a los rasgos físicos que tenían sus habitantes por la conquista española. Por su lado, Federico Kauffmann reiteraba que el nombre original de los chachapoyas era ‘sachapoya’ (sacha: monte y poya:nube). Es decir, ‘monte de nubes’ o ‘selva neblinosa’. Este último es hasta ahora la teoría más creíble. Estos son algunos de los trozos históricos que escucharas a medida que asciendes por los últimos peldaños del camino y ya para cuando te des cuenta, levantarás la mirada para, en seguida, encontrar una imponente estructura de 19 metros de altura. Sí, estas frente a Kuélap, una ciudadela de una riqueza cultural e histórica olvidada con el paso del tiempo, pero no por ello, menos importante. Y pensar que esos altos muros que protegen la ciudadela fortificada, así como la estrechez de las entradas, permitió que los Chachapoyas soportaran una guerra por más de 60 años contra los Incas, a quienes se les hizo difícil penetrar este bastión, ya que al interior se levanta otra muralla y, además, sus delgados pasadizos, permitía el paso de una sola persona, facilitando a los ‘guerreros de las nubes’ a hacer frente a los ‘hijos del sol’. Entonces descubrirás, que al fin de ese periodo (1470 - 1530), los Incas llegaron a conquistar la fortaleza mas no pudieron gobernar este vasto territorio, ya que en 1532, como sabéis, llego la expedición española al mando de Francisco Pizarro quien conquisto el Imperio de los Incas, y al saberse la noticia de tan infausto suceso, Kuelap fue abandonada, siendo al poco tiempo cubierta por la vegetación. De regreso en Kuélap, rodear su muralla de más de 600 metros de largo es otra invitación a los misterios que esconde los rincones de esta maravilla arqueológica. Comienzas tu aventura por la tercera puerta porque la primera está restringida y no porque sea una entrada exclusiva, sino porque se están ejecutando un proyecto de conservación. Y una vez dentro, te darás cuenta que Kuélap no solo es monumental por fuera, sino también por dentro. Hay construcciones circulares dominadas por árboles que le dan un aspecto salvaje al ambiente. Más al extremo sur del recinto se encuentra el Tintero cuya estructura parece desafiar la gravedad. Tiene la forma de una botella. Algunos aseguran que sirvió como observatorio astronómico u oráculo, otros, en cambio, aseguran, que sirvió para realizar sacrificios humanos. Uno de los rasgos distintivos de Kuélap son las figuras geométricas y animales míticos que adornan sus muros. Estas representaciones artísticas muestran la cosmovisión de los Chachapoyas y añaden un elemento mágico a la ciudadela. Algunos creen que estas esculturas tenían propósitos religiosos o ceremoniales, lo que agrega aún más misterio al lugar. Dentro de Kuélap, se pueden encontrar varias construcciones ceremoniales que sugieren que la ciudadela tenía un significado religioso y espiritual importante. Además, se han descubierto entierros humanos en el sitio, lo que indica que Kuélap podría haber sido un lugar de culto y rituales funerarios. Cabe precisar que la falta de registros escritos sobre los Chachapoyas y la historia de Kuélap, ha añadido un halo de misterio a la fortaleza. Al respecto, se han transmitido leyendas sobre el lugar, como la historia de la princesa Aya Huma y el guerrero Arutam, que simboliza la esperanza de paz y reconciliación entre pueblos divididos, Se dice que hace mucho tiempo, en las alturas de la fortaleza de Kuelap, vivía la hermosa princesa Aya Huma, hija del poderoso jefe de la tribu de los Chachapoyas. Era conocida por su extraordinaria belleza y su bondad, pero también por su habilidad en el combate y su valentía. Un día, durante una ceremonia en honor a los dioses de la montaña, Aya Huma conoció a Arutam, un guerrero de una tribu vecina, el cual era famoso por su destreza en la batalla y su devoción a proteger a su pueblo. Entre Aya Huma y Arutam surgió un amor profundo y sincero, pero sus tribus estaban enemistadas por viejas disputas territoriales. A pesar de las diferencias y los conflictos entre sus pueblos, Aya Huma y Arutam continuaron encontrándose en secreto en las noches estrelladas junto al río Utcubamba, donde compartían sueños de paz y unidad entre sus tribus. Un día, un anciano hechicero profetizó que solo un amor puro y sacrificial entre Aya Huma y Arutam podría poner fin a la enemistad entre los Chachapoyas y la tribu de Arutam. Con el corazón lleno de determinación, ambos decidieron enfrentarse a los desafíos que se interponían entre ellos y su amor. En una noche oscura y tormentosa, cuando las tribus estaban al borde de una guerra mortal, Aya Huma y Arutam se enfrentaron al jefe de los Chachapoyas y al líder de la tribu de Arutam. Allí, frente a todos, Aya Huma y Arutam demostraron su amor verdadero y su deseo de paz. La pureza de su amor y su valentía conmovieron a los líderes de ambas tribus, quienes finalmente decidieron poner fin a los conflictos y vivir en armonía. La leyenda cuenta que Aya Huma y Arutam vivieron el resto de sus vidas juntos, guiando a sus pueblos hacia una era de paz y prosperidad. Se dice que sus espíritus aún protegen las tierras de Chachapoyas y que, cuando la paz está en peligro, sus figuras fantasmales aparecen en la fortaleza de Kuelap, recordando a todos el poder del amor y la unidad. Esta leyenda no solo perdura en la historia oral de Chachapoyas, sino que también simboliza la esperanza de reconciliación y paz entre pueblos divididos, una lección que sigue resonando en los corazones de quienes visitan esta tierra mística en el corazón de la Amazonía peruana. Aunque varios historiadores indiquen que Juan Crisóstomo Nieto, juez de Chachapoyas, fue su descubridor oficial, no se debe olvidar que aquí los antiguos hacendados ya ocupaban la ciudadela para proteger a sus ganados de los pumas. “Era tan fácil cerrar tres entradas que circular siete hectáreas de terreno”, nos explica el guía. El magistrado Crisóstomo solo tuvo la suerte de descubrir Kuélap en 1843 durante un trabajo de campo para resolver unos litigios sin pensar que conocería esta maravilla oculta en el bosque. Pero más allá de su impresionante estructura, de sus ojos de serpiente incrustados en las paredes y de sus atractivos culturales como El Castillo o El Torreón, Kuélap sigue siendo un misterio para todos. Las investigaciones sobre esta cultura y su desaparecido idioma, siguen siendo todo un enigma.

martes, 8 de julio de 2025

EXPEDIENTES SECRETOS PERÚ: La conexión Inca

Llegamos al final de la serie y como podéis imaginar, en esta oportunidad trataremos sobre la relación que hubo entre los Annunakis y los Incas, que fue más estrecha de lo que parece.Y es que hubo algo que los unió: su pasión por el oro.Como sabéis, el origen de los Incas se pierde en la noche de ls tiempos y todo lo que sabemos acerca de ellos es gracias a la labor de los cronistas españoles que desde el siglo XVI pudieron recoger in situ la historia que los nativos contaban de generación en generación en forma oral, ya que al ser una sociedad que desconocía la escritura, era la única forma de preservar los recuerdos de su pasado. Lamentablemente estos relatos estaban sujetos a muchas manipulaciones, ya que se trataba de la “historia oficial” que debía ser preservada para la posteridad, cubriendo con ‘un manto de silencio’ todo aquello que no le favorecía al gobernante de turno. Es más, se sabe que llegaron a “borrar” de la lista oficial los nombres de antecesores, apropiándose - como en el caso de Pachacutec - de las proezas de su antecesor. Otro caso similar podría haber ocurrido tras la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, ya que de no haber llegado la expedición española en esos precisos momentos, el bastardo quiteño, una vez coronado “oficialmente” en el Coricancha, hubiese mandado eliminar de la historia oficial todo aquello relacionado con Huáscar y aparecer en los cantares como quien “sucedió” inmediatamente en el trono a Huayna Cápac, borrando toda mención a los vencidos y sus atrocidades cometidas. De esta manera, si Pizarro y sus expedicionarios hubiesen llegado un siglo posterior a los sucesos, no sabríamos absolutamente nada de lo que realmente ocurrió por aquellos tiempos. Ahora bien, en la compleja historia del Perú existen extraños relatos y misteriosos restos arqueológicos, que no tienen una explicación coherente si los vemos desde el punto de vista de la historia tradicional. Quizás las Líneas de Nazca sean el mejor ejemplo de ello. Pero, existen otros casos más sorprendentes, como la enigmática ciudad de Tiahuanaco (hoy perteneciente a Bolivia), el cual se desarrollo 1,500 años a.C., cerca de la actual ciudad de La Paz, que se expandió hasta el sur del Perú y el norte de Chile y cuyo apogeo tuvo lugar entre los siglos IV y X de nuestra era. Sin embargo, se extinguió misteriosamente alrededor del siglo XII y ya en tiempo de los Incas era una ciudad abandonada. Tiahuanaco duró, al parecer, poco más de 2,500 años. Sin embargo, sabemos muy poco de su historia, de sus costumbres y de sus creencias religiosas. Sólo han llegado hasta nosotros algunos restos arqueológicos que nos hablan de una extraordinaria civilización con sorprendentes técnicas arquitectónicas y desarrollados conocimientos en astronomía e hidráulica. La historia tradicional no llega aún a explicar cómo pudieron cortarse tan perfectamente los bloques de piedra de Puma Punku (que presentan diseños geométricos nunca antes vistos en la región), y no sabemos con exactitud donde estuvieron situadas las extrañas estatuas que hoy en día los arqueólogos han repartido, sin mayor criterio, por la zona. Tampoco sabemos, a ciencia cierta, la antigüedad y el significado de la llamada "Puerta del Sol" y nos seguimos preguntando cuál fue la función del enorme complejo arquitectónico de Kalasasaya. El enigma cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que, según los historiadores, fueron los habitantes de Tiahuanaco quienes dieron origen a la cultura Inca, el mayor imperio conocido en el hemisferio sur. En efecto, Cristóbal de Molina nos relata en su crónica: "Ellos dicen que el Creador estaba en Tia-huanacu y que allí estaba su morada principal. De ahí, los magníficos edificios, dignos de admiración, de aquel lugar". El arqueólogo Arthur Posnansky investigó Tiahuanaco por casi 30 años e hizo sorprendentes descubrimientos. En muchos bloques de piedra pulidos, encontró hileras de pequeños agujeros redondos que podrían haber servido para sujetar algo. En 1943, durante una conferencia, Posnansky presentó un bloque de piedra de Tiahuanaco con cinco clavos de oro incrustados en el mismo. Su investigación concluyó que los muros, las cornisas y los pórticos de Tiahuanaco, incluyendo la Puerta del Sol, estuvieron revestidos de oro, como sucedió en el Templo del Coricancha en el Cuzco, donde los españoles describieron minuciosamente el lugar, que nos da una idea de cómo se veía Tiahuanaco en su época de mayor esplendor. Estos datos son relevantes en cuanto describen, en detalle, la fisonomía del lugar. Sin embargo, aún seguimos sin saber el objeto de su construcción y su función ¿Estas interrogantes podrían encontrar respuesta en la teoría de los extraterrestres que visitaron la Tierra en el pasado? Zecharia Sitchin, el defensor de los dioses extraterrestres Anunnaki, nos presenta una historia alternativa con el cual pretende encajar todas las piezas de este rompecabezas. Según sus investigaciones, la antigua Tiahuanaco habría sido erigida a semejanza de la Uruk sumeria, que tuvo muchas de sus construcciones revestidas en oro. Según Sitchin, estas dos ciudades habrían sido obra de los Anunnaki quienes habrían llegado a la Tierra, hace miles de años, en búsqueda de oro. Alrededor del 6,000 a.C., un grupo de estos extraterrestres se estableció en las orillas del lago Titicaca para explotar el oro de la región, necesario - según agrega - para salvar la atmósfera de su planeta Nibiru. Allí, los Anunnaki habrían desarrollado una increíble civilización basada en la extracción y el procesamiento no sólo de oro sino también de otros metales. Es más, la fortaleza de Kalasasaya habría servido, entre otras cosas, de observatorio astronómico para determinar el regreso a la Tierra del líder de los Anunnaki. Es curioso que la lengua de Tiahuanaco fuera el Uro o Uru, y que la capital de los sumerios, donde se establecieron los Anunnaki, se llamase Uruk. Otros términos andinos, como uma/mayu, que es agua, khun, que es rojo, kap, que es mano, enu/ienu, que es ojo, makai, que es golpe, tienen un origen mesopotámico tan evidente que Pablo Patrón (Nouvellesétudes sur les langues americaines) concluyó que 'está claramente demostrado que las lenguas quechua y aymara de los indígenas de Perú tuvieron un origen sumerio-asirio'." Algunos investigadores señalan que sólo conocemos un 5% de lo que fue su capital y nadie ha podido descifrar su iconografía. Tampoco conocemos la antigüedad exacta de sus principales monumentos, que han sido datados desde el 1,000 a.C. hasta el 15,000 a.C. El caso se complica aún más cuando tomamos en cuenta que fueron los habitantes de esta cultura, tan poco conocida, quienes originaron la cultura Incaica. Siguiendo con esta historia alternativa, el paso del diluvio universal (alrededor del 11,000 a.C.), habría dejado al descubierto inmensas cantidades de oro a lo largo de la cordillera de los Andes. Tiahuanaco se convirtió entonces por obra de los Annunaki en un centro para el acopio y procesamiento del oro y duró, aproximadamente, hasta el 2,000 a.C. Una vez agotado el oro, un grupo de ellos se dirigieron al norte en busca de nuevas tierras donde podrían encontrar el preciado metal. Es así como gracias a una nueva intervención Anunnaki, puso otra vez a los Tiahuanaco en el camino del desarrollo, la prosperidad y el... oro, esta vez nada menos que en tierras cuzqueñas, desde donde crearían el imperio más grande del hemisferio sur. Al respecto, el cronista Garcilaso de la Vega (1539-1611) cuenta la conocida leyenda sobre la creación del Imperio de los Incas. Sucede que Manco Cápac y Mama Ocllo por orden de su padre el dios Sol, ‘salieron de las entrañas del Lago Titicaca para buscar una tierra propicia donde fundar su imperio .El dios Sol les dio una vara de oro y les dijo que donde esta se hundiera sería el lugar indicado para formar su imperio y llevar la civilización a los habitantes de esas tierras. Luego de varios intentos a lo largo del camino, la vara se hundió en el cerro Huanacaure, en el Cuzco. Allí se asentó la pareja que daría origen al Imperio Inca’. Según cuenta Garcilaso, los recién llegados ‘se diferenciaban notoriamente de los naturales por su mayor tamaño y piel clara, así como sus vastos conocimientos adquiridos en lejanas tierras’ (Tiahuanaco). Otro detalle para tomar en cuenta, es que los Incas tenían un idioma secreto para comunicarse entre ellos cuando no querían que sus vasallos se enteren de sus conversaciones, anota Garcilaso, lo que evidenciaría su verdadero origen. Lamentablemente reiteramos, al no disponer de escritura, esta se perdió irremediablemente con la caída del Imperio Inca en 1532. Se dice incluso que el bastardo Atahualpa antes de ser ejecutado en Cajamarca por regicida y usurpador, hizo una extraña invocación a sus dioses ‘en una lengua ininteligible’ según cuentan los cronistas, quienes al preguntárselo al interprete que lo acompañaba - el infame Felipillo - este no pudo darles razón alguna de lo que dijo ‘ya que nunca lo había oído antes’ explicó. En cuanto al mismo Atahualpa, este opto por el silencio y así enfrentó a la muerte, llevándose el secreto a la tumba ¿De que idioma se trataba? ¿Tal vez el uru, el idioma de una civilización ya muerta como Tiahuanaco, el cual a su vez sería el idioma de los enigmáticos Annunaki? Nadie puede saberlo con seguridad. Lo que si podemos afirmar es que el origen de los Incas es aun un misterio absoluto y quizás nunca sabremos la verdad.

martes, 1 de julio de 2025

SUPAYPA WAWA: El hijo del Diablo

En la inmensidad de los Andes peruanos, infernales criaturas salidas del Averno hacen de las suyas causando dolor y sufrimiento por donde van. No es de extrañar por ello que, al incursionar en las casas de los campesinos, docenas de cuyes aparezcan despedazados, mientras que los fetos de vacas sean arrancados de su matriz. Es más, por las noches, hay quienesafirman haber visto a lo parece ser un niño correr por el campo, pero visto de cerca, su forma espeluznante no deja duda de quién es en realidad: es el Supaypa Wawa, el hijo del diablo que ha llegado a matar, empezando por los más débiles y quién sabe si se detendrá. Una historia muy conocida afirma que, al caer la noche, el pequeño demonioingreso a una casa, donde mato a todos los animales quitándoles todos sus órganos, los cuales sin embargo no los comía, ya que los arrojaba por todas partes. Al escándalo producido, los dueños se apersonaron al lugar de los hechos y viendo la dantesca escena, creyendo que fue obra de animales salvajes. Por ese motivo, el propietario decidió montar guardia por si volvía el animal. Efectivamente, ello sucedio a la noche siguiente, cuando noto entre las sombras la silueta de lo que parecía ser un niño desnudo que deambulaba sigilosamente, pero al gritarle, este se volteo y cuál no sería su sorpresa al comprobar que era un ser deforme de mirada maligna, quien al ser descubierto, empezó a correr dando alaridos. Entonces el dueño corrió tras de el para darle alcance, pero el engendro para no ser capturado le arrojo una bolsa que llevaba consigo, el cual al ser al piso y al abrirlo, pudo descubrir que estaba llena de fetos. Esto fue aprovechado por el Supaypa Wawapara escapar presuroso del lugar. Entonces el hombre y su mujer decidieron hacer guardia por toda la noche con garrotes en las manos por si el engendro regresaba, pero este quizás advertido, no lo hizo.Al día siguiente,al amanecer, su vecino vio a tres burros llegando a la plaza del pueblo cargando unos extraños bultos que despedían un mal olor, percatándose que se trataban de animales descuartizados por el Supaypa Wawa. En ese momento, llego un cura y le hizo rezar en voz alta para espantar al maligno.En ese momento, una anciana que tenía fama de bruja, se acerco al lugar y ante los curiosos que se arremolinaron en el sitiocontó una historia afirmando que el monstruo viene a buscar amigos que sean deformes, tanto enanimales como en mujeres embarazadas, para endemoniarlos y logren jugar con él.Al oír esto, tres chicas que estaban embarazadas se pusieron a llorar porque sabían que iban a perder a sus hijos y se marcharon sin mirar hacia atrás a sus casas donde se encerraron bajo llave, mientras que sus esposos hacían vigilia. Sin embargo, como la hija del propietario de la casa donde el pequeño demonio había matado a todos los animales del corral, también estaba embarazada, estaba en grave peligro, se refugió en su habitación vigilada por sus padres y creyéndose segura, pero esa misma noche el engendroquiso ingresar a la casa , pero no pudo, por lo que intentóhacerlo en otras viviendas sin conseguirlo, ya que todos habían sido advertidos. Sin embargo, una pareja no logro evitar que el engendro penetrara a su casa, por lo que se pusieron a dar gritos, por lo que sus los vecinos acudieron presurosos en su ayuda, encontrando al demonio.Entoncesuno de ellosque llevaba una pala, golpeo salvajemente al Supaypa Wawa que logro huir todo ensangrentado. Entonces, fuera de sí, lagente decidió perseguirlo hasta el bosque, dispuesto a matarlo, pero entonces a medio camino se llenaron de pánico y regresaron precipitadamente al pueblo, creyendo que le diablo les iba a maldecir, pero uno de ellos siguió adelante, alcanzando al monstruo, a quien mato de un disparo en la cabeza, arrojando su cadáver al abismo. Todos respiraron aliviados porque creyeron que por fin se habían liberado el demonio, pero al cabo de pocas semanas, una de las embarazadas dio a luz un niño deforme, y al verlo todos dijeron que era otro Supaypa Wawa, por lo que luego de estrangularlo, arrojaron su cadáver al campo, donde rápidamente termino como comida de los zorros. Ahora bien, cabe precisar que en la mitología peruana, la expresión "hijo del diablo" se refiere principalmente al Supaypa Wawa, Por cierto, en el mundo andino, el Supay es una deidad con connotaciones tanto de diablo como de espíritu de la montaña y del inframundo. No se trata de un único personaje, sino de una figura con múltiples facetas y roles. Entre sus características, el Supay no es simplemente un ser malvado, sino una entidad dual que representa tanto el mal como la riqueza y la fertilidad; En la cosmovisión andina, habita el Uku Pacha (inframundo), pero también puede vagar por el mundo de los vivos; En algunas versiones, el Supay actúa como protector y guía de los muertos, similar a la función de Anubis en la mitología egipcia; Se le atribuyo además la creación de la maldad en el mundo, aunque no en exceso, mostrando que siempre habrá un equilibrio entre el bien y el mal. Durante la época de la conquista española se le asocio con Satanás y así quedo desde entonces.Este comúnmente fue descrito con una apariencia "demoníaca", ya que tenía largos cuernos, ojos vidriosos y estelares, un rostro felinico poblado de largos colmillos y largas orejas. Una imagen similar al que tenemos del demonio en Occidente. Pero no existe un "hijo del diablo" como un individuo específico en la mitología andina. La expresión se refiere a los hijos o descendientes del Supay en general. La figura del "hijo del diablo" puede interpretarse como la representación de las fuerzas de la naturaleza, la fertilidad, la riqueza, o también como un símbolo de la dualidad y el equilibrio entre el bien y el mal.

martes, 24 de junio de 2025

QOYLLUR RITI: Sincretismo y devoción en los Andes

Cada año la festividad del Señor de Qoyllur Riti, que se celebra al pie del nevado Colque Punko, en la provincia de Ocongate, en el Cuzco, a 4,800 metros sobre el nivel del mar, la cual congrega a miles de personas, entre devotos y turistas. Cabe precisar que la ancestral festividad del Señor de Qoyllur Riti es una muestra del sincretismo de la religiosidad andina y cristiana que da como fruto esta enigmática manifestación de la fe al Cristo de la roca. Hasta el nevado Colque Punko convergen las distintas etnias de las provincias cusqueñas más remotas. La modernidad se manifiesta en que sus protagonistas son campesinos que trabajan temporalmente en Cusco o Lima y vuelven para la celebración. Resaltan las comparsas de Qhapaq Qolla, Huayllaschas, K’achampa, Chunchacas, Wayri Chunchus, Qhapaq Negros, Contradanza, Mestiza y Pasña Qoyacha, entre otros. Un momento trascendental de esta celebración es cuando los Ukukus o Pablitos eligos, personajes antropomorfos, ascienden a las cumbres del Colque Punko y protagonizan un ancestral ritual de agradecimiento, para la cual trasladan una gran cruz de madera y encienden gigantescos cirios. Como prueba de fe, entierran las manos en la nieve por unos minutos. Declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2011, la festividad del Señor de Qoyllur Riti conserva el espíritu de las fiestas prehispánicas, donde el hombre andino celebra a la naturaleza y por ello es una de las manifestaciones culturales más impresionantes. Participar de esta fiesta implica un verdadero reto. Se enfrenta a bajas temperaturas, que desciende a menos de cero grados centígrados, por lo que requiere estar aclimatado. La festividad es organizada por la Hermandad del Señor de Qoyllur Riti, que también se encarga de mantener el orden durante la celebración. Su origen se remonta al año 1780, cuando un niño llamado Manuel se manifestó al joven pastor quechua Mariano Mayta en las faldas del nevado Colquepunco. Ambos entablaron una profunda amistad, y gracias a la presencia de Manuel el rebaño de Mariano prosperó notablemente. Intrigado por este suceso, el padre de Mariano envió a su hijo a Cusco para adquirir ropa nueva para Manuel. Sin embargo, al no encontrar telas similares a las que vestía su amigo, que eran exclusivas del obispo, se desató una investigación eclesiástica. Al intentar capturar a Manuel, este se transformó en una imagen de Cristo crucificado sobre una roca, y Mariano, impactado, falleció en el lugar. Desde entonces, la piedra con la imagen sagrada se convirtió en un sitio de peregrinación, dando origen al culto del Señor de Qoyllur Rit’i, que en quechua significa «Señor de la Estrella de Nieve». La festividad se celebra anualmente entre los meses de mayo y junio, coincidiendo con la solemnidad del Corpus Christi. Específicamente, la peregrinación comienza cincuenta y ocho días luego del Domingo de Pascua de Resurrección, congregando a miles de fieles que emprenden el camino hacia el santuario del Señor de Qoyllur Rit’i. La peregrinación al santuario del Señor de Qoyllur Rit’i es una experiencia espiritual única. Los devotos recorren aproximadamente 8 kilómetros desde la comunidad de Mahuayani hasta el santuario de Sinakara, ubicado a más de 4,700 metros sobre el nivel del mar, enfrentando bajas temperaturas y terrenos escarpados. Este acto de fe no solo representa una conexión profunda con lo divino, sino también una reafirmación de la identidad cultural andina demostrando su devoción y compromiso espiritual. El recorrido inicia en Mahuayani, desde donde los peregrinos ascienden por un camino que atraviesa paisajes de impresionante belleza natural, incluyendo montañas, nevadas, ríos y valles de aproximadamente ocho kilómetros hasta el santuario de Sinakara. A lo largo del trayecto, se encuentran catorce cruces que los peregrinos respetuosamente reverencian. La ruta está marcada por la presencia de danzantes y músicos que acompañan a los peregrinos creando una atmósfera de celebración y recogimiento espiritual. El santuario en sí cuenta con un templo que ha sido remodelado, albergando la roca sagrada con la imagen del Cristo crucificado. Esta festividad es un claro ejemplo de sincretismo religioso, donde se fusionan elementos del catolicismo con prácticas y creencias andinas prehispánicas. Para los devotos, el Señor de Qoyllur Rit’i es un símbolo de esperanza, protección y prosperidad. La peregrinación representa un acto de sacrificio y devoción, mediante el cual se busca agradecer, pedir bendiciones y mantener una conexión viva con los ancestros y la naturaleza. Además, la celebración coincide con la aparición de la constelación de las Pléyades, conocida en quechua como Qullqa. Los preparativos empiezan el Día de la Ascensión (A 40 días de la conmemoración de la resurrección de Cristo) con la procesión del Señor de Qoyllur Riti desde su capilla en el centro poblado de Mawallani, ubicado en el distrito de Ocongate, provincia de Quispicanchi, hasta su santuario en el nevado de Sinakara, a 4,800 metros sobre el nivel del mar. El primer miércoles luego de Pentecostés, una segunda procesión lleva una estatua de Nuestra Señora de Fátima desde el santuario de Sinakara hasta una gruta cuesta arriba. Estas delegaciones incluyen un gran elenco de danzantes y músicos llamados Qhapaq Qolla, Huayllaschas, K’achampa, Chunchacas, Wayri Chunchus, Qhapaq Negros, Contradanza, Mestiza y Pasña Qoyacha, entre otros, que danzan acompañadas de cantos en quechua y español que conmueven a los peregrinos. La mayoría de los peregrinos llegan el llamado “domingo de Trinidad”, que es cuando la eucaristía sale en procesión por el santuario. Al día siguiente, el Señor de Qoyllur Riti es llevado en procesión a la gruta de la virgen y traído de vuelta. En la noche de este segundo día los elencos de danzantes bailan por turnos en el santuario. Al amanecer del tercer día, ukukus agrupados por "naciones", procedentes principalmente de Paucartambo y Quispicanchis, escalan los glaciares del monte Colquepunku para recoger cruces puestas en la cima, y también traen consigo bloques de hielo que la creencia popular les atribuye propiedades medicinales. Sin embargo, esta costumbre ya no se practica desde hace unos años debido al deshielo que sufren los glaciares. Cabe precisar que el 10 de agosto del 2004 esta festividad y el santuario del Qoyllur Riti fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura. Posteriormente, el 27 de noviembre de 2011, la Unesco inscribió a la peregrinación al santuario del Señor de Qoyllur Riti como integrante de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

martes, 17 de junio de 2025

EL PORTAL DIMENSIONAL DE LINCE: ¿Una entrada a otros mundos?

Una leyenda urbana muy conocida en Lima y que cada cierto tiempo se vuelve viral en redes sociales, debido a los diversos testimonios actuales, es sobre un portal dimensional que muchos aseguran existe en el distrito de Lince. De acuerdo a diversos testimonios de usuarios en redes sociales, la zona en donde “se abre” este portal dimensional, donde personas se han encontrado con extrañas apariciones o han tenido misteriosas experiencias se encuentra exactamente en la cuadra 9 de la Av. Gral. César Canevaro en Lince. El primer caso fue reportado hace más de 15 años por la familia Rojas Gamonet. Este sucedió cuando la madre y sus dos hijas iban por la avenida Canevaro entre las 4:30 p.m. y 5:00 p.m. en febrero. Estaban por llegar a la casa de la abuela, entonces, antes de doblar hacia la calle Túpac Amaru, de pronto y de forma inexplicable, fueron trasladadas a un lugar impensado de Lima, pues lo que se presentó ante ellas era un desierto sin presencia humana alguna, todo era silencio. A lo lejos, se levantaban un par de edificios de aspecto metálico que distaban mucho de ser los característicos en Lima. Una de las pequeñas, aterradas, pedía explicaciones a su madre quien no sabía lo que pasaba. De pronto, todo cambió y de súbito estaban de nuevo en la cuadra 11 de Canevaro. Presas del susto y la sorpresa, la mamá y sus hijas no cruzaron palabra alguna en su trayecto de vuelta. Pero, pronto su esposo sería presa del portal dimensional de Lince, ya que la zona bulliciosa en la que vivían, de pronto, se tornó silenciosa, no había ni un alma, por lo que se dirigió a la ventana para ver lo que sucedía y su sorpresa como espanto fueron tal al ver todos los autos detenidos, lo mismo que la gente. La normalidad solo volvió cuando su esposa e hijas tocaron el timbre de la casa. Guillermo - no quiso decir su apellido - es otro de estos perturbadores testimonios. El hombre conducía su auto para visitar a un cliente en horas de la mañana (8:30 a.m.) pasando por Canevaro, pero cuando giró hacia la derecha la luz matutina dio súbito paso a la oscuridad total. Se asomó fuera del auto creyendo que algún objeto había cubierto el coche, pero grande fue su sorpresa al ver lo que estaba fuera: un edificio plateado y de columnas negras estaba al lado de su coche, el bloque era gigantesco, tanto que no podía ver donde terminaba y oscurecía el cielo. En un instante el cielo se volvió de un color rojizo con una tonalidad lila y, pese a que estaba en una calle que normalmente es transitada, sintió el silencio absoluto y la ausencia total de personas, siguió avanzando extrañado por la calle hasta que todo volvió a la normalidad. Según cuenta, dio la vuelta por esa calle tratando de que pasara el mismo suceso, pero no fue así. Lo más extraño de este hecho fue que cuando se encontró con su cliente eran las 9.30 de la mañana. Es decir, lo narrado le tomo casi media hora, pero para él solo habían pasado 5 minutos. ¿Qué sucedió? Al respecto, el Dr. Anthony Choy, conocido ufólogo e investigador de eventos paranormales, lleva un tiempo indagando sobre estos misterios en Lince. Durante una entrevista que ofreció a Moloko Podcast en el 2019, realizó conjeturas sobre este hecho. Bien podría tratarse del pasado de Lima, de un futuro muy lejano y postapocalíptico de la ciudad, otra dimensión o quizás otro planeta. “No sé adónde [llevan las puertas dimensionales], pero de que ocurre, ocurre”, exclamó. En portales de internet y redes sociales, se puede ver que algunas personas narran haber vivido experiencias similares en otras zonas de Lima. En cuanto a los portales dimensionales, el especialista describió la experiencia de un testigo: “Estaba caminando hasta Salaverry y más o menos la cuadra 9 de Canevaro, empieza a sentir un hormigueo en las manos, en la boca y aparece en otro sitio, como un desierto, el cielo iridiscente, y de repente voltea y estaba Lince, la Av. Arequipa, los autos. De aquí para acá era una cosa y de aquí para acá era otra cosa”, conto Choy en la entrevista. Asimismo, el investigador revelo que el testigo también pudo visualizar a los lejos, en el lado futurista del portal, “a unos seres que tenían puestas unas capuchas de anticontaminación y estaban lo que parecía ser trabajando en algo”. Magema Gutierrez, por ejemplo, es otra testigo que asegura que todo a su alrededor desapareció de un momento a otro, cuando caminaba con algunos amigos por Lince. “No había absolutamente ningún ruido, no había gente, no había carros, no había nada mientras caminábamos. De pronto, vimos a unas personas paradas frente a nosotros con los ojos totalmente negros”, narra en comunicación con un medio internacional. Un modelo fundamental de la física teórica es la teoría de Supercuerdas, que intenta explicar el verdadero funcionamiento del universo. Según plantea Choy, solo podemos percibir tres dimensiones, pero realmente existen 11. Es decir, el resto escapa de nuestra percepción y comprensión. La conclusión a la que algunos llegan es que son misterios del universo y que no podemos pretender saberlo ni entenderlo todo.

martes, 10 de junio de 2025

ANTAWALLA: El temido felino de fuego del Titicaca

Según la mitología Aymará, se trata de un gato de fuego que sale del lago Titicaca en las noches para alzar vuelo como una estrella fugaz, con el objetivo de encontrar mujeres embarazadas de las cuales alimentarse con su sangre hasta que la víctima fallezca de una incontenible hemorragia. La entidad es descrita como un ser volador, de ojos brillantes, y de pelaje-plumaje rojizo. Posee además una extensa cola que parece a la de un cometa, por lo que algunos dicen que en ella lleva el alma de sus víctimas. Si bien toma la forma de un gato, su cabeza es más grande de lo común. Se señala que vive en las cuevas de los peñascos de difícil acceso, en los manantiales, lagos y lagunas, teniendo solo una vida nocturna, desplazándose de manantial (Waripuquio) en manantial. De acuerdo a quienes han logrado observarlo sin que este se diera cuenta, la Antawalla puede aparecer también como un espíritu con forma de esfera incandescente. También se les puede presentar a las mujeres embarazadas en sus sueños, por lo que estas igualmente morirán desangradas ya que de esa manera, la demoniaca criatura puede tener acceso a la sangre, tan vital para su sobrevivencia. Asimismo, cuando una persona ve directamente al Antawalla, sufre de convulsiones hasta morir, ya que según se dice, presentan en el cuerpo manchas rojizas similares a las de los gatos silvestres. La única cura que existe para evitar fallecer, es llamar inmediatamente a un curandero para que este prepare un antídoto con el excremento del felino - el cual tiene apariencia de piedras con manchas circulares rojas - para combatir la enfermedad producida por esta maligna criatura. Según los relatos recogidos por los primeros cronistas españoles que visitaron la región en el Siglo XVI,el origen del Antawalla se pierde en la noche de los tiempos: “Los indios designan con ese nombre a un espíritu maligno que posee la forma de una bola de fuego que tiene la capacidad de ingresar al cuerpo de quien se atreva a mirarle directamente, produciéndole la locura y la muerte en cuestión de horas. Dicen que cuando apareció por primera vez semejaba a una culebra de gran hechura en el cielo [...] este demonio echaba en fuego alumbrando la noche como de día […] por lo decían los indios viejos que era señal de mal augurio". (Padre De Barzana, 1578). Desde entonces, no ha dejado de aparecer, siempre al acecho de sus potenciales víctimas, para arrebatarles el alma.