Una de las fechas más entrañables dentro de las Navidades es el día de los Reyes Magos, llena de ilusión y recuerdos de la infancia. Ahora que se acerca la Pascua de Reyes, es bueno decir unas palabras al respecto.De quienes hoy conocemos como los "Reyes Magos" sólo habló en el Evangelio de Mateo, pero es tan poco lo que se dice de ellos que las tradiciones posteriores tuvieron que inventarlo absolutamente todo. Se asume que eran "sabios" o astrónomos provenientes de Persía, llamados en aquella época como "magos", porque venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey. Como venían con regalos para el Mesías que habría de nacer, la tradición los describe como reyes bondadosos con presentes para el recién nacido, asignándole un nombre y rasgos específicos a cada uno. Hasta el siglo IV los Magos fueron dos, cuatro, seis, doce o sesenta, según fuera la tradición. Hacia el primer cuarto del siglo III Orígenes afirmó taxativamente que los Magos habían sido sólo tres, una postura que acabó prevaleciendo desde el siglo siguiente. Entrado ya el siglo III, Tertuliano, para evitar la mala fama que tenían los persas (enemigos acérrimos de los romanos, con quienes libraban continuamente sangrientas guerras), transformó a los Magos en "Reyes de Oriente". Así, en un mosaico bizantino de mediados del siglo VI, en San Apollinare Nuovo (Rávena, Italia), aparecen por primera vez sus nombres actuales, pero los tres Magos aún iban ataviados a la usanza persa. En el siglo XV, Petrus de Natalibus fijó que Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte. Una descripción física que discrepaba mucho de todas las anteriores.Otra curiosidad es que Baltasar fue blanco hasta el siglo XVI, época a partir de la cual se le representó como de raza negra por necesidades estratégicas de la Iglesia. En Occidente no comenzó a celebrarse la adoración de los Magos hasta el siglo V y no empezaron a traer juguetes a los niños hasta mediados del siglo XIX. Si bien en estos últimos tiempos han dado paso a Santa Claus como el que reparte los regalos el 25 de diciembre, su fama continua en la Península donde cada 5 de Enero por la tarde se realiza una espectacular Cabalgata de Reyes en todas las ciudades españolas en donde sus pajes y ayudantes lanzan desde las carrozas lujosamente ataviadas, caramelos y pelotas a los niños que les observan desde la calle. Al llegar la noche los chavales deben acostarse temprano y a la mañana siguiente tienen los regalos de los Reyes Magos que han solicitado previamente en una carta. Ese mismo día a la hora del desayuno es tradicional comer el Roscon de Reyes acompañado de una taza de chocolate. Una deliciosa manera de poner punto final a estas fiestas ¿Como no me va a entrar la nostalgia a escribir estas líneas si cuando era un crio disfrutaba de la Cabalgata de los Reyes en Madrid, esperando gozoso abrir mis regalos a la mañana siguiente bajo el árbol? ¿Quien se iba a imaginar que algunos años mas tarde cambiaría mi forma de ver las cosas? Venga ya, dejando de lado por un momento mi actual escepticismo por todo lo "cristiano", os deseo un Feliz Día de Reyes.
