TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 1 de abril de 2014

LOS FANTASMAS DEL HOTEL BOLIVAR: Extrañas apariciones que no tienen explicación alguna

Ubicado en el centro de Lima, frente a la Plaza San Martín, el Gran Hotel Bolivar es el primer edificio hotelero moderno de gran envergadura que se construyó en la capital con la finalidad de alojar a los invitados para las celebraciones del Primer Centenario de la batalla de Ayacucho en 1924. Su construcción fue iniciativa de los hermanos Augusto y Fernando Wiese, quienes encargaron la obra a la compañía norteamericana Fred T. Ley. El hotel se construyó sobre un terreno de 4000 metros cuadrados de propiedad del Estado siendo inaugurado el 6 de diciembre de 1924 por el dictador Augusto B. Leguia. En 1938, se decidió ampliar el Gran Hotel de tres a cinco pisos a fin de que tuviera 150 habitaciones más. Dicha ampliación, aunque alteró la escala del edifico, se manejó de modo que no cambió el sentido del conjunto. El Hotel Bolivar fue concebido para alojar a presidentes y grandes dignatarios que llegaron a Lima para las celebraciones del Centenario; por ello, su mobiliario y sus acabados constituyen una ostentación del lujo de la época. Las columnas y los pisos de sus salones principales son de mármol importado de Italia y la mayoría de las lámparas que lo iluminan fueron adquiridas en Francia. Su fama ha traspasado fronteras, sin embargo también es conocido porque en ella han ocurrido fenómenos inexplicables que se desarrollan en sus habitaciones y grandes pasillos abovedados, escenario de espectrales apariciones de clientes que se suicidaron en sus lujosas instalaciones cuyas almas no descansan en paz. Según el testimonio del ama de llaves del establecimiento, siendo de madrugada y estando el hotel en completo silencio, escuchó un gran estrépito. Pensando que podía tratarse de un ladrón, se dirigió al gran salón presidencial y allí al fondo del mismo pudo ver a una mujer vestida de blanco que parecía mecerse al ritmo de una melodía que no se oía. Tras unos segundos sin llegar a mirarla, desapareció por la puerta que tenía más cercana. Al comentar el suceso con varios de sus compañeros al día siguiente, éstos le comentaron que no era la única que había visto a la enigmática dama, ya que no solo aseguraron ser testigos de otras apariciones similares, sino tambien de inusuales sucesos como el de aparatos eléctricos que se encendían y apagaban solos. Ademas confiesan que existe una habitación en el cual sucedían incidentes que causaban auténtico pavor a todos aquellos que osaban entrar. Se dice que podia verse el fantasma de una mujer extranjera que años antes se había quitado la vida arrojándose por la ventana de aquella habitación, la cual aparecia suspendida en el aire, deambulando ajena a todo cuanto la rodeaba. En otra ocasión el jefe de seguridad del hotel, vio a quien parecia ser un empleado caminando por la sexta planta. Al preguntarle su nombre para saber quién era, se quedó totalmente helado al reconocerlo, ya que había sido un antiguo mozo que trabajó en el hotel en los años 40 y que llevaba fallecido varios años. Es por ello que debido a las quejas de los clientes y el miedo de los trabajadores ante estos fenómenos inexplicables que solían producirse sobre todo en la 5ª y 6ª planta del hotel, éstas fueron cerradas al público. Desde entonces, nadie camina por esos pasillos abandonados y hoy languidecen en la mas completa oscuridad. Sin embargo, existen testimonios de trabajadores que trataron de aventurarse por el lugar, que a pesar del tiempo transcurrido de su clausura (a fines de los años setenta) se siente una extraña presencia que parece vigilarlos, vientos helados y voces ininteligibles que provienen de esos lugares clausurados. Asimismo, en una ocasión se pudo divisar al fondo del pasillo una extraña silueta de alguien que los observaba desde la penumbra, lo que origino que se tapiaran las entradas y desde entonces nadie mas visite el lugar. Por lo visto, pareciera que los fantasmas que “habitan” esos pisos oscuros y abandonados, no quieren ser molestados por nadie.