Venga ya, el mundo esta lleno de extrañas supersticiones que se trasmiten de generación en generación y es por ello que es muy difícil erradicarlos a pesar de que algunas son francamente inverosímiles y que rayan en lo ridículo. Uno de ellos involucra a inocentes animales que involuntariamente terminan siendo victimas de aquella ignorancia. Uno de ellos es el Búho, y es que según se dice, oír su canto anuncia que alguien morirá y es por ello considerado de muy “mal agüero”, ya estuviera sobre la casa o en un árbol cercano, “era aviso de enfermedad y muerte, de aniquilación de la casa y de la familia que en ella habitaba”. Al igual que la lechuza, se dice que el ave es mensajera de la muerte. “Cuando se le oye chillar significa que alguien había de morir o enfermar, especialmente si lo hace dos o tres veces sobre el techo de la casa. Si además rascaba la tierra, es aún más temible el augurio y para escapar a la mala fortuna que pronostica” aseguran los supersticiosos que nunca faltan, pretextos más que suficiente para perseguirlos y matarlos sin piedad alguna, cuando en realidad son anímales benéficos para los humanos ya que se alimentan de roedores. Como sabéis, el búho es un animal como cualquier otro y que por sus hábitos es un ave rapaz nocturna. Considerado en la antigüedad como un símbolo de sabiduría, en la antigua Grecia se les ha relaciono con la diosa Atenea. Los romanos los consideraban aves funerarias, por sus actividades nocturnas y por tener sus nidos en lugares poco accesibles, por lo que ver a un búho en el día se consideraba de mala suerte. A ello debemos agregar que en la Edad Medía algunas de sus características como su enigmática mirada, sus grandes ojos y sobretodo el poder girar su cabeza tan rápido, que da la impresión como si dieran una vuelta de 360 grados con ella, se consideró como algo “diabólico” por una corrupta y decadente Iglesia Católica - protector de Genocidas y encubridor de curas pederastas – y por ello “asociado con el Diablo”, motivo mas que suficiente para que estas inocentes criaturas sean perseguidas indiscriminadamente (como sucedió con los gatos negros y los Rottweilers). Esta errónea idea la trajeron al Nuevo Mundo en el siglo XVI, y desde entonces debido a la nefasta influencia que aun mantienen entre la gente ignorante - que creen en cruces de madera, imágenes de yeso y telas pintadas de “vírgenes” y “santos” imaginarios, entre otras chorradas - persisten con sus absurdas creencias. Lo que hay que ver.