TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 23 de junio de 2015

LAS EXTRAÑAS LUCES MÓVILES DE LA LUNA: Un enigma aún sin respuesta

Mientras la NASA da cuenta últimamente de unos puntos brillantes detectados en el planeta enano Ceres   - incluyendo el reciente descubrimiento de una misteriosa "pirámide" - por la sonda espacial Dawn a medida que se acerca a ella (que bien podrían ser depósitos minerales inmensos que captan y reflejan la luz del Sol, lagos congelados, o inclusive existe la posibilidad de que se trate de comunicación extraterrestre), desde hace mucho se observan en la Luna, de forma continuada unas luces misteriosas a las cuales la ciencia ha denominado Transient Lunar Phenomena (TLP) los cuales a pesar de haber sido investigados durante años, no se sabe de lo que se trata. En efecto, los TLP se pueden visualizar en el interior de algunos cráteres o sobre las cimas de las cordilleras montañosas lunares. En algunos casos aparecen como nubes en movimiento o sombras con un período de vida muy corto. Algunos observadores de la Luna y hasta la primera mitad del siglo XX, creían que esas sombras eran grupos de animales que caminaban o corrían sobre la superficie de la Luna en busca de comida. La idea no era tan descabellada como parece, ya que si nosotros estuviéramos en la Luna y observáramos ciertas regiones de la Tierra donde los animales se agruparan masivamente, veríamos moverse sobre la Tierra sombras de tamaños variados y para todos los gustos, sobre todo si estos animales se concentraran en zonas desérticas, caso del bisonte en Estados Unidos antes de la llegada de los primeros colonos europeos, cuando aquellos se contaban por millones. Lo que es cierto, es que sean lo que sean, los TLP existen. Reconocidos científicos han dejado constancia escrita de ellos y no podemos negar su existencia: Así, en 1783, el famoso astrónomo inglés y descubridor del planeta Urano, William Herschel, observó el 18 de agosto: "Percibo tres volcanes en diversos lugares de la Luna. Dos están ya casi extinguidos o a punto de desaparecer, lo que podrá decirse en la próxima lunación...El tercero muestra una erupción activa de fuego o de materia luminosa..." Pero ¿qué observó realmente Herschel?, ¿fueron quizás picos elevados que se encontraban iluminados por la luz solar o tal vez volcanes activos? Lo que sabemos hoy en día es que la Luna es un mundo completamente muerto y se encuadra dentro de los más inactivos del Sistema Solar. Si bien existen lunas en Saturno y Júpiter con una actividad inusitada, de los que emanan grandes géiseres de vapor de agua como Encélado - luna de Saturno - o los potentísimos géiseres de nitrógeno del satélite Tritón - del planeta Neptuno – y las erupciones volcánicas que cambian el color y el aspecto del satélite satélite Io - de Júpiter - nuestra Luna aparentemente es un mundo sin vida. Todos la hemos visto igual a lo largo de nuestras vidas y así seguirá luego de miles de millones de años. Un astrónomo de la categoría de Herschel debía distinguir con claridad los puntos luminosos de los picos más elevados que se encuentran aún en la penumbra, pero ¿ y la información acerca de los volcanes “activos”? ¿No será una evidencia de naves alienígenas en nuestro satélite?; En 1788. J.H. Schroeter, un astrónomo que desde su observatorio en Lilienthal y utilizando telescopios de Herschel a la potencia máxima de 300 aumentos, se dedico a dibujar mapas de la Luna entre los años 1791 a 1802, dedicándose incansablemente a la búsqueda de fenómenos que alteraran la superficie lunar como bien pudieron ser la aparición de nuevos cráteres o luces lunares, cuenta que el 26 de septiembre de 1788, mientras observaba la zona de la cordillera montañosa de los Alpes, encontró una luz parecida a una estrella próxima al cráter Platón. Continúa diciendo que permaneció con ese brillo durante 15 minutos, para posteriormente desaparecer; En 1867, es quizás la más espectacular visión de TLP. El día 13 de mayo en el cráter Platón, se observan luces agrupadas entre cuatro y veintiuna. Estas luces fueron observadas por numerosos astrónomos. Algunos de ellos indican que mientras varios puntos de luz se hacían más brillantes, los demás perdían intensidad. Hubo quien llegó a pensar que las luces eran naves que estaban siendo manejadas por seres inteligentes ¿selenitas?; Entre los años 1867 y 1870, el recuento de TLP, se elevó a varios millares; En 1877 continuaron apareciendo más luces en la Luna, de las que dieron buena cuenta astrónomos de observatorios profesionales, como el británico C. Barret, quien describe un punto de luz en el cráter Proclus. Los cráteres más nombrados con TLP en este año fueron Bessel y Plato, este último es el que más registros de TLP lleva en su haber desde que se tienen noticias de la existencia de los TLP. Se comunicó la existencia de un triángulo brillante en su interior y luces móviles que se distinguían hacia el cráter desde varios puntos; En 1958 el astrónomo ruso Niteolai Kozyrev contempló una nube brillante sobrevolando el pico central del cráter Alphonsus de la que toma espectro. Se pensó que el pico hubiera podido entrar en erupción, al considerar la idea de que se tratara de un volcán. Nuevamente el 3 de diciembre volvió a deleitarse con la visualización de otra nube no muy lejos de la posición de la anterior, que estuvo presente y en movimiento durante una hora; En 1963 desde el observatorio de Lowell, se informó de la aparición de un resplandor de altísimo brillo y de color rojo y sobre la Luna, que fue observado por el astrónomo John Grenace; En 1966 varios observadores, entre ellos el conocido Patrick Moore (importantísimo divulgador de astronomía británico), describen el surgimiento de unos resplandores rojizos en el circo Gassendi, el día 30 de abril. Con el inicio de las misiones Apolo comenzó una campaña de observaciones de TLP en 1969, coordinadas por elCenter for Short Live Phenomena (Centro para Fenómenos de Corta Vida), confirmándose definitivamente su existencia y que no se trataba e espejismos. En los últimos años se observó un TLP en noviembre de 1982 que duró 45 minutos en el pico de Alphonsus. Se han tejido diversas hipótesis - desde un incipiente vulcanismo hasta fenómenos de fluorescencia o pequeños temblores lunares que puede causar grietas por las cuales se escapen gases que hasta entonces permanecían atrapados bajo la superficie de nuestro satélite - pero ninguna es concluyente. A pesar de los años transcurridos, la duda persiste acerca de lo que sean esos puntos de luz intermitentes. Quizás pueda ocurrir que estemos totalmente equivocados y la Luna no sea un lugar tan muerto como creemos.
       
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