TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 24 de abril de 2018

EL SIMPIRA: Aquel enigmático Jaguar Negro del Amazonas

Como sabéis, la inmensa extensión del Amazonas que se encuentra ubicado en el corazón de Sudamérica, es un lugar que despierta la curiosidad de todo el planeta. Estudiosos y viajeros llegan hasta este lugar para experimentar de cerca su extraordinaria biodiversidad y sus ríos interminables. Sin embargo, estos no son los únicos misterios que encierra este misterioso destino. En efecto, son conocidos toda clase de mitos y leyendas acerca de extrañas criaturas que habitan el inhóspito lugar. Uno de los mas enigmáticos pero sin duda el mas peligroso es el Simpira, que si bien a primera vista podría parecer un inmenso jaguar negro, posee cuernos en la cabeza como los venados, así como patas disparejas de color blanco y una de ellas tiene forma de tirabuzón, la cual puede extender de manera interminable como si de una serpiente infinita se tratase. A pesar de esa aparente ‘discapacidad’ es muy ágil como todo felino y se desplaza con rapidez por las copas de los árboles en busca de pecadores y maldecidos, a quienes atrapa con ese inmenso brazo que posee para llevarlos al infierno, donde convertidos en bestias formaran parte de su sequito de esclavos en compañía de otros condenados, por toda la eternidad. Conocido también como el señor del Panshin nete o mundo amarillo, se dice que el Simpira es en realidad el diablo en persona, cuyo único propósito es llevarse para su ‘reino’ no solo a todo aquel que este condenado y no tiene salvación, sino también a quienes tienen la desdicha de perderse en la inmensidad de la selva. Al igual que el jaguar, su extraordinaria agilidad y ferocidad hace muy difícil que sea cazado y aquellos que lo intentaron, no vivieron para contarlo. Es por ese motivo, que el Simpira tiene todos los ingredientes necesarios ser temido ya que siempre esta al acecho de sus incautas victimas a quienes vigila escondido desde la espesura de la selva. No se tiene conocimiento de la primera vez que fue observado, pero antiguas crónicas escritas por los misioneros, hablan de la existencia de una temible criatura “que tiene cuernos como Satanás y de quien es su servidor el cual caza a los nativos, no para comérselos, sino para que lo adoren en el infierno”. Precisamente se aprovecharon de esa circunstancia para cristianizarlos, afirmando que de esta manera sus almas serán salvadas y no caerían “en las garras del maldito” pero aun así, continuaron desapareciendo. Es por ese motivo que cansados de vivir en continuo peligro, en una ocasión los nativos decidieron organizarse y formando grupos, salieron en busca de la criatura, evitando separarse para no terminar siendo sus victimas y se internaron en lo mas profundo de la selva, alli donde se dice que mora. Luego de varios días de caminata por lugares desconocidos no pudieron encontrarlo, por lo que decidieron regresar a casa, pero se dieron con la sorpresa de que se habian perdido y no había manera alguna de volver, por lo que presas de la desesperación, cansados y hambrientos se dispersaron por la selva y ello fue su perdición porque al poco tiempo, desde la distancia, comenzaron a escucharse los gritos y lamentos de sus compañeros, sin que ellos pudieran acudir en su ayuda, porque no sabia donde se encontraban. Como el Simpira no deja rastros, los nativos no tenían por donde escapar y uno a uno cayeron en sus garras. De aquellos grupos de cazadores - que terminaron cazados - no se supo jamás. Desde entonces nadie mas ha intentado buscarlo, pero ello no ha detenido al Simpira, que sigue merodeando la selva en busca de sus víctimas.