TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 8 de mayo de 2018

LA ENFERMERA SIN CABEZA DEL HOSPITAL LOAYZA: Una historia que terminó en tragedia

Ubicado en una de las arterias más importantes de Lima, se encuentra el hospital Arzobispo Loayza. Levantado en el Siglo XIX, ha sido protagonista de una serie de historias de fantasmas y aparecidos que aparecen deambulando por sus pasillos a altas horas de la madrugada. Quienes trabajan de turno conocen de su existencia pero prefieren guardar silencio para no alarmar a los pacientes. Una de las apariciones mas famosas - que duda cabe - es la de una enfermera que trabajaba en el lugar y que se quito la vida, perdiendo la cabeza al hacerlo. Tanto el personal de guardia como numerosos pacientes aseguran verla deambular silenciosamente por los pabellones más antiguos su fantasma vestida de blanco y envuelta en una capa azul a la usanza del uniforme de la década de 1950. Cuenta la leyenda que aproximadamente por aquellos años una enfermera y un joven médico que trabajaban en el lugar estaban a punto de contraer nupcias. La fecha de la boda estaba cerca y el futuro esposo viajó a su ciudad natal para invitar a sus familiares al acontecimiento. En el trayecto durante el viaje, ocurrió un fatal accidente de tránsito y el médico perdió la vida instantáneamente. A las pocas horas, la trágica noticia llegó a oídos de la novia quien al escuchar todo lo sucedido, entró en estado de shock. La depresión la invadió y sin saber que hacer, una tarde, la enfermera paseaba por los pasillos del hospital con su ánimo débil y sin ningún cambio positivo luego de enterarse de la pérdida de su novio, por lo que decidió atentar contra su vida. Fue así que sin pensarlo dos veces, se arrojó del piso donde se encontraba. Lo peor es que en ese momento se estaban realizando obras de construcción y la suicida cayó donde habían unos fierros punzocortantes por lo que su cabeza se incrustó en uno de los objetos dejándola decapitada. El cuerpo de desdichada enfermera terminó así en un charco de su propia sangre y muchos fueron testigos del acto, aunque no pudieron evitar que ello suceda. Muchos pacientes comentan desde entonces que su cuerpo sin cabeza sale a caminar por los pisos del hospital a altas horas de la noche y comentan quienes la vieron que viste un anacrónico uniforme con capa azul, como el que vestía el año de su muerte. Se dice por ello que las enfermeras del Arzobispo Loayza por respeto a este terrible suceso del pasado, procuran no utilizar uniformes similares al de la suicida. En la actualidad, muchos pacientes cuentan que su cuerpo sigue saliendo a caminar por los pasillos del hospital vistiendo un uniforme antiguo. La ven de lejos porque nunca se acerca a ellos, pero en una ocasión un interno quiso ‘conocerla’ de cerca pero se desvaneció y termino echando espuma por la boca a intentar acercársele. De allí en adelante nadie lo hace, solo la ven pasar como una sombra y vaya uno a saber hasta cuando lo hará.