TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 25 de marzo de 2025
PIRAÑAS ASESINAS DEL AMAZONAS: Terror bajo el agua
El Amazonas, tierra de secretos y misterios, esconde en sus ríos a una terrible criatura que no es producto de la fantasía sino que es real. Se trata de la piraña, un pez extremadamente depredador con dientes afilados y poderosas mandíbulas que atacan en grupo y con gran ferocidad a todo ser viviente que se les cruce en su camino, devorándolos en minutos. En el 2015, por ejemplo, se encontró el cadáver de un niño de 11 años tras caer a un rio infestado de pirañas. Según las investigaciones realizadas, el niño se encontraba de viaje de vacaciones con su familia en las proximidades de Iquitos (Perú) y jugaba cerca de un embalse, cuando de repente cayó al agua donde perdió la vida de manera espantosa. Se han informado varias veces en la amazonia de ataques de pirañas que provocaron terribles muertes. En febrero del 2018, una niña de 6 años paseaba con su abuela en un bote durante sus vacaciones en Brasil, y cuando quiso recoger del agua algo que le llamo la atención, fue mordida por una piraña cayendo al agua donde fue devorada inmediatamente ante la mirada aterrorizada de la abuela que nada pudo hacer para salvarla, Solo pudo pedir ayuda a gritos y cuando esta llego, ya era tarde. Del cuerpo de la niña solo se pudo rescatar unos huesos y parte de su ensangrentada ropa. En el 2021, otra niña brasileña de 5 años fue atacada y asesinada por un cardumen de pirañas rojas, cuando se acercó demasiado a la orilla En el 2024, un hombre borracho de 18 años de Nauta, Perú, fue atacado y asesinado por estos peces cuando quiso nadar en el rio. No cabe duda que las pirañas son definitivamente uno de los peces más peligrosos del mundo. Existen más de 60 especies de este pez carnívoro de dientes afilados. La cabeza roma con mandíbulas fuertes con dientes triangulares afilados es suficiente para identificar a estas horribles criaturas. Las pirañas más mortíferas se encuentran principalmente en los ríos, lagos y embalses de América del Sur, especialmente cerca de la cuenca del Amazonas. Y el más infame de ellos es la piraña de vientre rojo (Pygocentrus nattereri) o simplemente llamada piraña roja, que tiene las mandíbulas más fuertes y los dientes más afilados de todos. A diferencia de los otros tipos de peces, las pirañas no se alimentan simplemente de algas o pastos marinos. Se alimentan de peces pequeños e incluso de la carne de otros animales vivos o muertos. La fila de dientes de esta pequeña y terrible criatura salida de los infiernos es tan afilada que a menudo se usa para hacer algunas herramientas y armas afiladas. Generalmente, un grupo de pirañas rojas merodean buscando presas. Cuando se encuentran, transfieren acústicamente las señales de ataque, luego simplemente atacan por cientos y hasta miles de ejemplares devorando a sus víctimas que aun están vivas. Algunas otras 12 especies llamadas pirañas wimple (catoprion barbilla) viven de una manera espeluznante, a base de bocados arrancados de las aletas y escamas de otros peces, en lugar de matarlos al instante. Esperan que convulsione y brinde resistencia para atacarla con mayor ferocidad. Si esto ya puede considerarse espantoso, no se asemeja a lo que hacía su pariente prehistórico, la megapiraña - científicamente llamada, Megapiraña paranensis - una antigua especie prehistórica de pirañas que extinta hace entre 6 y 10 millones de años, el cual media aproximadamente 28 pulgadas de largo y pesaba de 20 a 30 libras. Solo se ha descubierto un par de pequeños huesos craneales que llevan los dientes en la punta de la mandíbula superior de algunos animales) y una fila de dientes en zigzag, pero y el resto de su cuerpo se desconoce. La Megapiranha vivió en América del Sur durante la Era del mioceno, cuando el Amazonas y Cuenca del Paraná eran un hábitat continuo. Durante ese tiempo, todos los animales, desde serpientes hasta peces y cocodrilos que eran de mayor tamaño que los de ahora, eran habitualmente su cena. Un nuevo estudio revelo que la antigua Megapiraña realizaba una temible mordedura con una fuerza que estaba entre 1200 y 4700 N y pesaba hasta 50 veces su peso. Libra por libra, el depredador extinto vencía sin dificultad a otros depredadores tan formidables como el terrible megalodón. De esta manera, se convirtieron en una de las criaturas más temibles en esa época prehistórica. Sin embargo las de ahora no son menos que sus ancestros y desatan el terror a la menor oportunidad que se les presente. De ello, no hay duda alguna.