TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 11 de marzo de 2025

MISTERIOS DEL TERCER OJO: ¿Sabes cómo activarlo?

El tercer ojo es un concepto místico que se encuentra presente en varias culturas y tradiciones de todo el mundo. Básicamente, hace referencia a una especie de tercer ojo invisible con el cual todos contamos y que nos permite aumentar nuestra percepción de la realidad. En determinadas corrientes, el tercer ojo nos permite ver hacia dentro de nosotros, conocernos más profundamente y obtener estados de consciencia superiores. En cambio, en otras visiones se lo considera una especie de acceso a la clarividencia, las experiencias metafísicas y la percepción extrasensorial. Para estas corrientes, el tercer ojo es como una metáfora de nuestra capacidad de «ver más allá de la realidad», como si el famoso sexto sentido se cristalizara en nuestros cuerpos. Con esa mirada, un tercer ojo bien entrenado nos permitiría ver cosas que no todos ven, en un plano más espiritual y no tan físico, como las almas, la mente, nuestro interior o el futuro. Si bien hablamos de una idea metafórica, las distintas culturas lo han representado en el cuerpo una asombrosa cantidad de veces con muchos detalles. Generalmente, al ser un tercer ojo, se encuentra en la cabeza, en la zona de la frente y equidistante a los otros dos ojos, en el medio de ambas cejas. No obstante, en otras culturas su ubicación fue señalada en la nuca, detrás de la cabeza. Esto hablaría de cómo nos permite ver algo que está oculto: la realidad a nuestras espaldas que, sin el tercer ojo, ignoramos por completo. Por otro lado, muchos teóricos del tercer ojo han señalado sus similitudes con la glándula pineal, dando a entender que dicha glándula es, en realidad, el tercer ojo. Entre las diversas teorías del tercer ojo, existe una que nos habla de la evolución. De hecho, diversos animales, como el atún, el tiburón, las ranas y las lagartijas, tienen un tercer ojo en sus cabezas al que los científicos denominan ojo pineal. Es decir, el tercer ojo, técnicamente, es real, al menos en dichas especies. Este ojo pineal es como un tercer ojo normal, solo que funciona diferente a los otros 2. En resumen, se trata de un fotorreceptor que no cuenta con conos ni bastones para captar la luz. Como señalan los científicos, se trata de un órgano vestigial; es decir, una consecuencia de la evolución de las especies. En el caso de los humanos, ese tercer ojo sería la glándula pineal, de acuerdo a esta teoría. No obstante, los médicos señalan que la glándula pineal no nos permite ver el futuro, sino que, sencillamente, se encarga de ordenar nuestros patrones de sueño al liberar hormonas como la melatonina. Pero, para los teóricos del tercer ojo, no solo los reptiles y anfibios cuentan con ese tercer ojo, sino que también contaban con él nuestros ancestros más antiguos, para mirar hacia sus espaldas y ver aquello que no era visible con los 2 ojos delanteros. En todo caso, tras miles de años de evolución, el tercer ojo se convirtió en lo que ahora conocemos como la glándula pineal, de acuerdo a la teoría. Pero, ¿será la glándula pineal un tercer ojo superdesarrollado o un tercer ojo mutilado? Por cierto, el rol de la glándula pineal como tercer ojo no es meramente mitológico o místico. De hecho, uno de los hombres de ciencia más famosos de todos los tiempos - René Descartes -, la consideraba como la conexión entre el mundo físico y el mundo metafísico en el cuerpo humano. Para Descartes, el mundo se dividía en dos, pues él tenía una visión dualista: el mundo físico y el mundo metafísico. Pero, ¿cómo se conectan nuestras almas con el cuerpo si hablamos de dos mundos diferentes? Para Descartes, la conexión era la glándula pineal; a través de ella, nuestros cuerpos y nuestras almas se comunican. Esta visión dualista cartesiana es la responsable de la visión predominante actual, en donde las disciplinas metafísicas como la filosofía o la psicología están «divorciadas» de las ciencias duras como las matemáticas o la física. Antes, las ciencias duras y las blandas trabajaban juntas. Para el hinduismo en cambio, el tercer ojo se trata de uno de los chakras del cuerpo. A través de él, el ser humano desarrolla su mente, su imaginación y la intuición. Para el hinduismo es importante conocer su existencia y desarrollar su funcionamiento pues, de no hacerlo, corremos el riesgo de desconocer el mundo metafísico y creer que todo se trata del mundo físico. ¿Cómo se lo activa el tercer ojo? De acuerdo al sitio chakras info, existen 4 acciones claves para comenzar a activar el tercer ojo: Cultiva el silencio; Perfecciona tu intuición; Desarrolla la imaginación; Conéctate contigo mismo y tu interior. Por otro lado, existen otras acciones que son beneficiosas para desarrollar todo el potencial de este curioso órgano místico. Entre ellas, aprender a meditar, descansar bajo la luz de la luna, tratar de visualizar o adivinar el futuro, concentrarse en el espacio entre las cosas y disfrutar de la contemplación. Como señalan los hinduistas, el tercer ojo es importante para quitarnos el velo de maya. Es decir, para conocer la realidad sin ese manto de desconocimientos que la cubre cuando no desarrollamos correctamente la intuición.