TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 29 de julio de 2025

EL GIGANTE DE MARCAHUASI: Enigmático custodio de sus secretos

Marcahuasi, aquella gran meseta ubicada en la sierra de Lima, famoso no solo por el inmenso bosque de piedras que alberga - de grandes dimensiones y formas caprichosas, al parecer talladas por las fuerzas de la naturaleza - sino también porque han sido avistados OVNIS en el lugar, por lo cual es muy visitada por los creyentes en lo paranormal, vuelve a hacer noticia. En efecto, un fotógrafo local compartió en un programa televisivo dominical una imagen que lo ha dejado sin respuestas desde hace nueve años. En la foto, tomada por accidente, aparece un personaje que no logra identificar hasta el día de hoy. “Hice tres tomas y dentro de esas tres tomas, una de esas fotos es un personaje que hasta ahora yo no entiendo, no comprendo, no sé quién es”, contó durante el reportaje. Todo ocurrió cuando Juan Puelles trabajaba en un encargo para hacer fotografías del bosque de piedras de Marcahuasi, a más de 4000 metros de altura. Ya de regreso al pueblo de San Pedro de Casta, se detuvo frente al portal de entrada para capturar una última imagen. Aunque llevaba su cámara profesional, decidió usar su celular, algo que aún le resulta extraño. En ese instante, solo había otra persona presente: un campesino de avanzada edad que pasaba por el lugar. Puelles esperó a que el hombre siguiera su camino y luego tomó la foto. Ya en su casa, al revisar las imágenes con más calma, se dio cuenta de que había algo raro en una de las fotos. Al fondo se notaba una figura de gran tamaño, que no parecía humana. “Ese personaje al fondo que yo hasta ahora no sé quién es”, dijo mientras mostraba la imagen en el programa Hora Contacto de TVPerú. Según sus cálculos, esa figura mediría más de dos metros. Él, que mide 1.80 m, se ve claramente más pequeño al recrear la toma. Incluso en la comparación directa, los reporteros comprobaron que la figura misteriosa los superaba por lo menos hasta el pecho. Lo más inquietante es que el aparente ser aparece completamente oscuro. Ni el rostro ni ningún rasgo se logra distinguir, a pesar de la buena iluminación. “Porque si es mediodía, aunque sea el rostro se le debe ver, ¿no?”, comentó. Por su parte, Julio Chamorro, experto en ufología, también dio su opinión al respecto. Según él, esta imagen podría ser una prueba valiosa de algo que no pertenece a este mundo. “Es posible que se haya logrado tomar una foto en otra dimensión del que nos rodea”, afirmó. Chamorro también cree que el ser estaba consciente de que lo estaban fotografiando. “Está en la foto porque él quiso salir en la foto”, comentó. Luis Salinas, vecino de San Pedro de Casta, quien aseguró que no sería la única vez que este extraño personaje ha aparecido. Según él, existe otra imagen donde se ve a un ser de aspecto similar. “Quizás sea el mismo, custodiando los secretos que esconde Marcahuasi” asevero, agregando que el gigante ya es parte de la mitología local, asociándolo con Soctacure, el dios de los truenos. “Aparece en otras fotografías. Está comentado en una de las fotos de Marcahuasi. Sí nos han comentado eso, sí existe”, confesó. En el 2010, Gladys Córdoba grabó un video en el que se observan dos figuras sentadas en la altura de los cerros de Marcahuasi. Al levantarse, estas figuras parecían increíblemente altas, lo que, tras comparar la imagen con la de unas personas que también habían estado en esa cima, llevó a calcular que medían cerca de 3 metros. Estos avistamientos han contribuido a la creencia de que algo inusual sucede en el lugar. En tanto, Puelles no ha dejado de buscar respuestas, quien ha expresado su disposición a entregar la fotografía a especialistas para que se verifique su autenticidad y se resuelva el misterio que ha perdurado durante casi una década. .¿Es un truco de la luz? ¿Una entidad desconocida? ¿Un habitante de otra dimensión? La duda sigue abierta.

martes, 22 de julio de 2025

TREN CHATARRA DE PORKY: Terror sobre rieles

Como sabéis, hace unos días, un cerdo asqueroso que tiene convertida a Lima en un chiquero y que pretende lanzarse como candidato para las elecciones generales del 2026, “presentó” en sociedad - con descarrilamiento incluido de uno de sus vagones - su tan promocionado ferrocarril a Chosica, que en realidad es una chatarra de 40 años de antigüedad, altamente contaminante y cuyos vagones muestran un estado lamentable de conservación: sucios, viejos y oxidados, con sillones y lunas rotas, producto de una “donación” que no es tal, ya que costó millones de dólares traer esa basura desde los EE.UU. donde desde hace décadas permanecían abandonados a su suerte. Y luego del desfile “triunfal” de algunos de sus viejos vagones (los menos deteriorados obviamente), terminaran almacenados por tiempo indefinido en la antigua estación de Monserrate - convertida en patio de chatarras - ya que además de que las locomotoras están malogradas (si no se percataron, fue una perteneciente al Ferrocarril Central el que los remolco) no existe la infraestructura adecuada, como la doble vía, estaciones, paraderos, cruces de rutas, etc. etc. etc. como para que entre en funcionamiento, y según los especialistas, hacer todo ello demorara como mínimo un año, el cual tendrá un coste de mil millones de dólares, dinero que la Municipalidad de Lima no dispone porque está en quiebra. En pocas palabras, esa chatarra seguirá en estado de abandono, pero esta vez en tierras peruanas. Según la Contraloría, hace décadas que no se les ha hecho mantenimiento alguno y por lo tanto, son un peligro público para la sociedad. Es el precio de la improvisación, producto de su más absoluta incapacidad. Como recordareis, a una semana de las elecciones municipales del 2 de octubre de 2022, Porky y su principal oponente, Daniel Urresti, estaban en un empate técnico. Ambos excandidatos presidenciales se disputaban voto a voto el sillón municipal. Fue ahí donde el hoy rey de la chatarra, con gesto serio y voz grave anunciaba que, de ser favorecido con el voto popular, “gobernaría la ciudad de Lima hasta el último día de su mandato legal”. Más aún, rechazó categóricamente lo que llamo “las calumnias e infundios” de sus detractores, de los ‘caviares’ y demás herejes, quienes sostenían que la municipalidad era un peldaño temporal, casi un pretexto, en su ambición y que, de ser electo, tendría su mente, prioridades y esfuerzo en su pretensión presidencial y no en gobernar Lima (hay que reconocer que estos sectores tenían razón). Ya bien entrados en la segunda mitad del periodo edil, su gestión es un completo fracaso: pavimentación de pistas de rango distrital, anuncio de nuevas obras sin expediente técnico, reinauguración de obras de gestiones anteriores, prolongación de la Vía Expresa (en donde no se ha cavado un solo metro del viaducto) o la prolongación de la Ricardo Palma (donde apenas han inaugurado 2 kilómetros). Eso es todo lo que puede mostrar - poco o nada - mientras Lima continua convertida en un asco total. Es evidente que la gestión municipal no es la prioridad este porcino. A esto se suma la evidente falta de pericia para la gestión pública, comprometiendo miles de millones de soles en deuda (hasta por 4,000 millones), con altísimos intereses, para obras que carecen de expediente técnico y por las que la siguiente administración deberá pagar 350 millones soles anuales o más en intereses. En cualquier gestión medianamente competente, primero se identifica la obra, luego se hace el estudio de factibilidad, el expediente técnico y se estructura un presupuesto. Con un presupuesto establecido, se determina la necesidad de endeudamiento. Nada de esto ha ocurrido con la actual gestión municipal. Se ha tomado deuda por miles de millones de soles a tasas de 10% o más, y ese dinero está depositado, inutilizado, en bancos locales. Por si ello fuera poco, la agencia calificadora de riesgo Moody's degradó la calificación crediticia de la municipalidad por debajo del grado de inversión, situándola en grado especulativo o chatarra. Esto debido al plan de sobreendeudamiento que persiste en llevar a cabo. De otro lado, la ejecución presupuestal edil del 2024 fue muy mediocre. Recibió recursos como municipalidad provincial y como Gobierno regional. En el primer caso, la ejecución de “adquisición de activos no financieros”, es decir, obras, fue de apenas 64.7%. En cuanto a la ejecución del presupuesto como Gobierno regional, el escenario fue mucho peor, ubicándose en el último lugar del Perú con apenas 45.9% de ejecución por todo concepto.A todo esto hay que sumar el coste (al menos, US$2,700 millones) de las categóricas derrotas en los arbitrajes internacionales debido a la inepta defensa de los intereses de la ciudad, como es el caso de los peajes. En relación a los trenes chatarra, mientras el mundo avanza hacia sistemas de transporte limpios y eficientes, Porky insiste en hundir a la ciudad en un proyecto obsoleto, contaminante y financieramente sospechoso. La llamada “donación” de trenes diésel de más 40 años de antigüedad, procedentes de EE.UU., no es un gesto de cooperación internacional, sino un negocio opaco que ya ha costado millones de dólares a los limeños y que amenaza con convertirse en un elefante blanco de proporciones catastróficas. Desde el principio, este proyecto ha estado plagado de mentiras. Porky lo vendió “como una solución rápida y económica”, pero la realidad es que la Municipalidad de Lima ya ha desembolsado 24.5 millones de dólares en traslados, seguros y reparaciones dudosas. Peor aún, investigaciones revelan que se pagaron 800 millones de soles en seguros por estos trenes, una cifra tan absurda que la SUNAT y la Contraloría ya han puesto la lupa sobre el caso. ¿Por qué tanto dinero por vagones que, lucen oxidados, vandalizados y en pésimo estado? Incluso Ferrovías Central Andina, la operadora del Ferrocarril Central, ha rechazado usar esas unidades por considerarlas inseguras. Pero el problema no es solo el dinero. Es el retroceso tecnológico y ambiental que representa. Mientras ciudades como San Francisco y Los Ángeles eliminan sus trenes diésel por su alto impacto ecológico, Lima importa esa basura como si fueran una maravilla. El senador californiano Scott Wiener ha denunciado que esto no es más que un intento de “exportar contaminación” a países con regulaciones más laxas. Y tiene razón: estos trenes no cumplen estándares modernos de emisiones, no tienen homologación técnica en Perú y, para colmo, las actuales vías del Ferrocarril Central - que únicamente transporta minerales hacia el Callao - están en un estado deplorable, sin señalización ni sistemas de seguridad básicos. A pesar de todo, Porky sigue adelante con su ridículo espectáculo. Hace unos días, en una entrevista, admitió que los vagones aún no reciben mantenimiento, contradiciendo sus propias promesas de que estaban “listos para operar”. Así, su patética exhibición en el Parque de La Muralla fue pura propaganda electoral con fondos públicos: los trenes no tienen permiso para circular, el MTC no avala el proyecto y la denominada “marcha blanca” se ha postergado indefinidamente. ¿Cuántas veces cambiara la fecha de su “inauguración” antes de admitir que esto es un fracaso? La pregunta que todos se hacen es: ¿quién gana con este despropósito? Porky, como accionista de PeruRail, tiene claros intereses en el negocio ferroviario. ¿Es una ‘casualidad’ que este proyecto beneficie más a sus conexiones empresariales que a los limeños? Los contratos han sido opacos, los sobreprecios escandalosos y el dinero público se malgasta en tecnología obsoleta en lugar de invertirse en soluciones reales, como la expansión del Metro. Lima merece algo mejor que ser el vertedero de desperdicios que ya nadie quiere. Este proyecto es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y un peligro para el medio ambiente y las finanzas públicas. Porky deberá rendir cuentas ante la justicia por este negociado. Los limeños no pueden permitir que su maltratada ciudad sea tratada como un basurero. Exigen transparencia y soluciones que realmente beneficien a Lima ¡Basta de mentiras!

martes, 15 de julio de 2025

LOS ENIGMAS DE KUÉLAP: Entre la historia y la leyenda

En la cima de una alta montaña, casi cubierta por la niebla, descansa una ciudad fortificada llamada Kuélap, el legado arquitectónico de los antiguos Chachapoyas. Ubicada en Amazonas - en el nor oriente peruano - llegar a ella ya no resulta tedioso gracias el Teleférico, que permite ahorrar tres horas a los caminantes y más de una a los que viajan en coche .De esta manera el traslado solo durará veinte minutos a más de 2.300 m.s.n.m. Un paseo donde la sensación del vértigo se irá convirtiendo en adrenalina al tener un vistazo de águila del valle del Tingo, un paisaje realmente admirable. Eso sí, no bajéis la guardia al llegar a tu destino, ya que todavía te espera un camino zigzagueante que te conducirá hasta una ciudad de arquitectura asombrosa. Pero no estás solo en esta aventura, ya que un guía turístico te irá ilustrando sobre la historia de una etnia que luego de los Incas, es una de las culturas prehispánicas que ha dejado el más vasto y rico legado arquitectónico (cerca de 500 complejos arqueológicos desperdigados entre las regiones Amazonas y San Martín). En ese viaje en el tiempo -mientras esquivas las curvas de un corredor empedrado - te enterarás que Chachapoyas no tiene un significado oficial. Según el etnohistoriador Peter Thomas Lerche, este término era de origen aymará y su concepto era ‘el hombre de las nubes’. ¿Por qué aymará? El antropólogo alemán decía que los chachapoyas realizaron intercambios comerciales con el Imperio Wari (que tenía su sede en Ayacucho, pero eran descendientes de los Tiahuanaco). En ambas lugares se encontraron restos de tejidos y artesanías. Es así que durante esos trueques comerciales, los Wari divisaron, en los valles amazónicos, como varios chachapoyas se perdían en las montañas hasta desaparecer entre las nubes. De ahí el nombre. Para Huaman Poma de Ayala, en cambio, esta palabra significaba ‘el guerrero blanco’ debido a los rasgos físicos que tenían sus habitantes por la conquista española. Por su lado, Federico Kauffmann reiteraba que el nombre original de los chachapoyas era ‘sachapoya’ (sacha: monte y poya:nube). Es decir, ‘monte de nubes’ o ‘selva neblinosa’. Este último es hasta ahora la teoría más creíble. Estos son algunos de los trozos históricos que escucharas a medida que asciendes por los últimos peldaños del camino y ya para cuando te des cuenta, levantarás la mirada para, en seguida, encontrar una imponente estructura de 19 metros de altura. Sí, estas frente a Kuélap, una ciudadela de una riqueza cultural e histórica olvidada con el paso del tiempo, pero no por ello, menos importante. Y pensar que esos altos muros que protegen la ciudadela fortificada, así como la estrechez de las entradas, permitió que los Chachapoyas soportaran una guerra por más de 60 años contra los Incas, a quienes se les hizo difícil penetrar este bastión, ya que al interior se levanta otra muralla y, además, sus delgados pasadizos, permitía el paso de una sola persona, facilitando a los ‘guerreros de las nubes’ a hacer frente a los ‘hijos del sol’. Entonces descubrirás, que al fin de ese periodo (1470 - 1530), los Incas llegaron a conquistar la fortaleza mas no pudieron gobernar este vasto territorio, ya que en 1532, como sabéis, llego la expedición española al mando de Francisco Pizarro quien conquisto el Imperio de los Incas, y al saberse la noticia de tan infausto suceso, Kuelap fue abandonada, siendo al poco tiempo cubierta por la vegetación. De regreso en Kuélap, rodear su muralla de más de 600 metros de largo es otra invitación a los misterios que esconde los rincones de esta maravilla arqueológica. Comienzas tu aventura por la tercera puerta porque la primera está restringida y no porque sea una entrada exclusiva, sino porque se están ejecutando un proyecto de conservación. Y una vez dentro, te darás cuenta que Kuélap no solo es monumental por fuera, sino también por dentro. Hay construcciones circulares dominadas por árboles que le dan un aspecto salvaje al ambiente. Más al extremo sur del recinto se encuentra el Tintero cuya estructura parece desafiar la gravedad. Tiene la forma de una botella. Algunos aseguran que sirvió como observatorio astronómico u oráculo, otros, en cambio, aseguran, que sirvió para realizar sacrificios humanos. Uno de los rasgos distintivos de Kuélap son las figuras geométricas y animales míticos que adornan sus muros. Estas representaciones artísticas muestran la cosmovisión de los Chachapoyas y añaden un elemento mágico a la ciudadela. Algunos creen que estas esculturas tenían propósitos religiosos o ceremoniales, lo que agrega aún más misterio al lugar. Dentro de Kuélap, se pueden encontrar varias construcciones ceremoniales que sugieren que la ciudadela tenía un significado religioso y espiritual importante. Además, se han descubierto entierros humanos en el sitio, lo que indica que Kuélap podría haber sido un lugar de culto y rituales funerarios. Cabe precisar que la falta de registros escritos sobre los Chachapoyas y la historia de Kuélap, ha añadido un halo de misterio a la fortaleza. Al respecto, se han transmitido leyendas sobre el lugar, como la historia de la princesa Aya Huma y el guerrero Arutam, que simboliza la esperanza de paz y reconciliación entre pueblos divididos, Se dice que hace mucho tiempo, en las alturas de la fortaleza de Kuelap, vivía la hermosa princesa Aya Huma, hija del poderoso jefe de la tribu de los Chachapoyas. Era conocida por su extraordinaria belleza y su bondad, pero también por su habilidad en el combate y su valentía. Un día, durante una ceremonia en honor a los dioses de la montaña, Aya Huma conoció a Arutam, un guerrero de una tribu vecina, el cual era famoso por su destreza en la batalla y su devoción a proteger a su pueblo. Entre Aya Huma y Arutam surgió un amor profundo y sincero, pero sus tribus estaban enemistadas por viejas disputas territoriales. A pesar de las diferencias y los conflictos entre sus pueblos, Aya Huma y Arutam continuaron encontrándose en secreto en las noches estrelladas junto al río Utcubamba, donde compartían sueños de paz y unidad entre sus tribus. Un día, un anciano hechicero profetizó que solo un amor puro y sacrificial entre Aya Huma y Arutam podría poner fin a la enemistad entre los Chachapoyas y la tribu de Arutam. Con el corazón lleno de determinación, ambos decidieron enfrentarse a los desafíos que se interponían entre ellos y su amor. En una noche oscura y tormentosa, cuando las tribus estaban al borde de una guerra mortal, Aya Huma y Arutam se enfrentaron al jefe de los Chachapoyas y al líder de la tribu de Arutam. Allí, frente a todos, Aya Huma y Arutam demostraron su amor verdadero y su deseo de paz. La pureza de su amor y su valentía conmovieron a los líderes de ambas tribus, quienes finalmente decidieron poner fin a los conflictos y vivir en armonía. La leyenda cuenta que Aya Huma y Arutam vivieron el resto de sus vidas juntos, guiando a sus pueblos hacia una era de paz y prosperidad. Se dice que sus espíritus aún protegen las tierras de Chachapoyas y que, cuando la paz está en peligro, sus figuras fantasmales aparecen en la fortaleza de Kuelap, recordando a todos el poder del amor y la unidad. Esta leyenda no solo perdura en la historia oral de Chachapoyas, sino que también simboliza la esperanza de reconciliación y paz entre pueblos divididos, una lección que sigue resonando en los corazones de quienes visitan esta tierra mística en el corazón de la Amazonía peruana. Aunque varios historiadores indiquen que Juan Crisóstomo Nieto, juez de Chachapoyas, fue su descubridor oficial, no se debe olvidar que aquí los antiguos hacendados ya ocupaban la ciudadela para proteger a sus ganados de los pumas. “Era tan fácil cerrar tres entradas que circular siete hectáreas de terreno”, nos explica el guía. El magistrado Crisóstomo solo tuvo la suerte de descubrir Kuélap en 1843 durante un trabajo de campo para resolver unos litigios sin pensar que conocería esta maravilla oculta en el bosque. Pero más allá de su impresionante estructura, de sus ojos de serpiente incrustados en las paredes y de sus atractivos culturales como El Castillo o El Torreón, Kuélap sigue siendo un misterio para todos. Las investigaciones sobre esta cultura y su desaparecido idioma, siguen siendo todo un enigma.

martes, 8 de julio de 2025

EXPEDIENTES SECRETOS PERÚ: La conexión Inca

Llegamos al final de la serie y como podéis imaginar, en esta oportunidad trataremos sobre la relación que hubo entre los Annunakis y los Incas, que fue más estrecha de lo que parece.Y es que hubo algo que los unió: su pasión por el oro.Como sabéis, el origen de los Incas se pierde en la noche de ls tiempos y todo lo que sabemos acerca de ellos es gracias a la labor de los cronistas españoles que desde el siglo XVI pudieron recoger in situ la historia que los nativos contaban de generación en generación en forma oral, ya que al ser una sociedad que desconocía la escritura, era la única forma de preservar los recuerdos de su pasado. Lamentablemente estos relatos estaban sujetos a muchas manipulaciones, ya que se trataba de la “historia oficial” que debía ser preservada para la posteridad, cubriendo con ‘un manto de silencio’ todo aquello que no le favorecía al gobernante de turno. Es más, se sabe que llegaron a “borrar” de la lista oficial los nombres de antecesores, apropiándose - como en el caso de Pachacutec - de las proezas de su antecesor. Otro caso similar podría haber ocurrido tras la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, ya que de no haber llegado la expedición española en esos precisos momentos, el bastardo quiteño, una vez coronado “oficialmente” en el Coricancha, hubiese mandado eliminar de la historia oficial todo aquello relacionado con Huáscar y aparecer en los cantares como quien “sucedió” inmediatamente en el trono a Huayna Cápac, borrando toda mención a los vencidos y sus atrocidades cometidas. De esta manera, si Pizarro y sus expedicionarios hubiesen llegado un siglo posterior a los sucesos, no sabríamos absolutamente nada de lo que realmente ocurrió por aquellos tiempos. Ahora bien, en la compleja historia del Perú existen extraños relatos y misteriosos restos arqueológicos, que no tienen una explicación coherente si los vemos desde el punto de vista de la historia tradicional. Quizás las Líneas de Nazca sean el mejor ejemplo de ello. Pero, existen otros casos más sorprendentes, como la enigmática ciudad de Tiahuanaco (hoy perteneciente a Bolivia), el cual se desarrollo 1,500 años a.C., cerca de la actual ciudad de La Paz, que se expandió hasta el sur del Perú y el norte de Chile y cuyo apogeo tuvo lugar entre los siglos IV y X de nuestra era. Sin embargo, se extinguió misteriosamente alrededor del siglo XII y ya en tiempo de los Incas era una ciudad abandonada. Tiahuanaco duró, al parecer, poco más de 2,500 años. Sin embargo, sabemos muy poco de su historia, de sus costumbres y de sus creencias religiosas. Sólo han llegado hasta nosotros algunos restos arqueológicos que nos hablan de una extraordinaria civilización con sorprendentes técnicas arquitectónicas y desarrollados conocimientos en astronomía e hidráulica. La historia tradicional no llega aún a explicar cómo pudieron cortarse tan perfectamente los bloques de piedra de Puma Punku (que presentan diseños geométricos nunca antes vistos en la región), y no sabemos con exactitud donde estuvieron situadas las extrañas estatuas que hoy en día los arqueólogos han repartido, sin mayor criterio, por la zona. Tampoco sabemos, a ciencia cierta, la antigüedad y el significado de la llamada "Puerta del Sol" y nos seguimos preguntando cuál fue la función del enorme complejo arquitectónico de Kalasasaya. El enigma cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que, según los historiadores, fueron los habitantes de Tiahuanaco quienes dieron origen a la cultura Inca, el mayor imperio conocido en el hemisferio sur. En efecto, Cristóbal de Molina nos relata en su crónica: "Ellos dicen que el Creador estaba en Tia-huanacu y que allí estaba su morada principal. De ahí, los magníficos edificios, dignos de admiración, de aquel lugar". El arqueólogo Arthur Posnansky investigó Tiahuanaco por casi 30 años e hizo sorprendentes descubrimientos. En muchos bloques de piedra pulidos, encontró hileras de pequeños agujeros redondos que podrían haber servido para sujetar algo. En 1943, durante una conferencia, Posnansky presentó un bloque de piedra de Tiahuanaco con cinco clavos de oro incrustados en el mismo. Su investigación concluyó que los muros, las cornisas y los pórticos de Tiahuanaco, incluyendo la Puerta del Sol, estuvieron revestidos de oro, como sucedió en el Templo del Coricancha en el Cuzco, donde los españoles describieron minuciosamente el lugar, que nos da una idea de cómo se veía Tiahuanaco en su época de mayor esplendor. Estos datos son relevantes en cuanto describen, en detalle, la fisonomía del lugar. Sin embargo, aún seguimos sin saber el objeto de su construcción y su función ¿Estas interrogantes podrían encontrar respuesta en la teoría de los extraterrestres que visitaron la Tierra en el pasado? Zecharia Sitchin, el defensor de los dioses extraterrestres Anunnaki, nos presenta una historia alternativa con el cual pretende encajar todas las piezas de este rompecabezas. Según sus investigaciones, la antigua Tiahuanaco habría sido erigida a semejanza de la Uruk sumeria, que tuvo muchas de sus construcciones revestidas en oro. Según Sitchin, estas dos ciudades habrían sido obra de los Anunnaki quienes habrían llegado a la Tierra, hace miles de años, en búsqueda de oro. Alrededor del 6,000 a.C., un grupo de estos extraterrestres se estableció en las orillas del lago Titicaca para explotar el oro de la región, necesario - según agrega - para salvar la atmósfera de su planeta Nibiru. Allí, los Anunnaki habrían desarrollado una increíble civilización basada en la extracción y el procesamiento no sólo de oro sino también de otros metales. Es más, la fortaleza de Kalasasaya habría servido, entre otras cosas, de observatorio astronómico para determinar el regreso a la Tierra del líder de los Anunnaki. Es curioso que la lengua de Tiahuanaco fuera el Uro o Uru, y que la capital de los sumerios, donde se establecieron los Anunnaki, se llamase Uruk. Otros términos andinos, como uma/mayu, que es agua, khun, que es rojo, kap, que es mano, enu/ienu, que es ojo, makai, que es golpe, tienen un origen mesopotámico tan evidente que Pablo Patrón (Nouvellesétudes sur les langues americaines) concluyó que 'está claramente demostrado que las lenguas quechua y aymara de los indígenas de Perú tuvieron un origen sumerio-asirio'." Algunos investigadores señalan que sólo conocemos un 5% de lo que fue su capital y nadie ha podido descifrar su iconografía. Tampoco conocemos la antigüedad exacta de sus principales monumentos, que han sido datados desde el 1,000 a.C. hasta el 15,000 a.C. El caso se complica aún más cuando tomamos en cuenta que fueron los habitantes de esta cultura, tan poco conocida, quienes originaron la cultura Incaica. Siguiendo con esta historia alternativa, el paso del diluvio universal (alrededor del 11,000 a.C.), habría dejado al descubierto inmensas cantidades de oro a lo largo de la cordillera de los Andes. Tiahuanaco se convirtió entonces por obra de los Annunaki en un centro para el acopio y procesamiento del oro y duró, aproximadamente, hasta el 2,000 a.C. Una vez agotado el oro, un grupo de ellos se dirigieron al norte en busca de nuevas tierras donde podrían encontrar el preciado metal. Es así como gracias a una nueva intervención Anunnaki, puso otra vez a los Tiahuanaco en el camino del desarrollo, la prosperidad y el... oro, esta vez nada menos que en tierras cuzqueñas, desde donde crearían el imperio más grande del hemisferio sur. Al respecto, el cronista Garcilaso de la Vega (1539-1611) cuenta la conocida leyenda sobre la creación del Imperio de los Incas. Sucede que Manco Cápac y Mama Ocllo por orden de su padre el dios Sol, ‘salieron de las entrañas del Lago Titicaca para buscar una tierra propicia donde fundar su imperio .El dios Sol les dio una vara de oro y les dijo que donde esta se hundiera sería el lugar indicado para formar su imperio y llevar la civilización a los habitantes de esas tierras. Luego de varios intentos a lo largo del camino, la vara se hundió en el cerro Huanacaure, en el Cuzco. Allí se asentó la pareja que daría origen al Imperio Inca’. Según cuenta Garcilaso, los recién llegados ‘se diferenciaban notoriamente de los naturales por su mayor tamaño y piel clara, así como sus vastos conocimientos adquiridos en lejanas tierras’ (Tiahuanaco). Otro detalle para tomar en cuenta, es que los Incas tenían un idioma secreto para comunicarse entre ellos cuando no querían que sus vasallos se enteren de sus conversaciones, anota Garcilaso, lo que evidenciaría su verdadero origen. Lamentablemente reiteramos, al no disponer de escritura, esta se perdió irremediablemente con la caída del Imperio Inca en 1532. Se dice incluso que el bastardo Atahualpa antes de ser ejecutado en Cajamarca por regicida y usurpador, hizo una extraña invocación a sus dioses ‘en una lengua ininteligible’ según cuentan los cronistas, quienes al preguntárselo al interprete que lo acompañaba - el infame Felipillo - este no pudo darles razón alguna de lo que dijo ‘ya que nunca lo había oído antes’ explicó. En cuanto al mismo Atahualpa, este opto por el silencio y así enfrentó a la muerte, llevándose el secreto a la tumba ¿De que idioma se trataba? ¿Tal vez el uru, el idioma de una civilización ya muerta como Tiahuanaco, el cual a su vez sería el idioma de los enigmáticos Annunaki? Nadie puede saberlo con seguridad. Lo que si podemos afirmar es que el origen de los Incas es aun un misterio absoluto y quizás nunca sabremos la verdad.

martes, 1 de julio de 2025

SUPAYPA WAWA: El hijo del Diablo

En la inmensidad de los Andes peruanos, infernales criaturas salidas del Averno hacen de las suyas causando dolor y sufrimiento por donde van. No es de extrañar por ello que, al incursionar en las casas de los campesinos, docenas de cuyes aparezcan despedazados, mientras que los fetos de vacas sean arrancados de su matriz. Es más, por las noches, hay quienesafirman haber visto a lo parece ser un niño correr por el campo, pero visto de cerca, su forma espeluznante no deja duda de quién es en realidad: es el Supaypa Wawa, el hijo del diablo que ha llegado a matar, empezando por los más débiles y quién sabe si se detendrá. Una historia muy conocida afirma que, al caer la noche, el pequeño demonioingreso a una casa, donde mato a todos los animales quitándoles todos sus órganos, los cuales sin embargo no los comía, ya que los arrojaba por todas partes. Al escándalo producido, los dueños se apersonaron al lugar de los hechos y viendo la dantesca escena, creyendo que fue obra de animales salvajes. Por ese motivo, el propietario decidió montar guardia por si volvía el animal. Efectivamente, ello sucedio a la noche siguiente, cuando noto entre las sombras la silueta de lo que parecía ser un niño desnudo que deambulaba sigilosamente, pero al gritarle, este se volteo y cuál no sería su sorpresa al comprobar que era un ser deforme de mirada maligna, quien al ser descubierto, empezó a correr dando alaridos. Entonces el dueño corrió tras de el para darle alcance, pero el engendro para no ser capturado le arrojo una bolsa que llevaba consigo, el cual al ser al piso y al abrirlo, pudo descubrir que estaba llena de fetos. Esto fue aprovechado por el Supaypa Wawapara escapar presuroso del lugar. Entonces el hombre y su mujer decidieron hacer guardia por toda la noche con garrotes en las manos por si el engendro regresaba, pero este quizás advertido, no lo hizo.Al día siguiente,al amanecer, su vecino vio a tres burros llegando a la plaza del pueblo cargando unos extraños bultos que despedían un mal olor, percatándose que se trataban de animales descuartizados por el Supaypa Wawa. En ese momento, llego un cura y le hizo rezar en voz alta para espantar al maligno.En ese momento, una anciana que tenía fama de bruja, se acerco al lugar y ante los curiosos que se arremolinaron en el sitiocontó una historia afirmando que el monstruo viene a buscar amigos que sean deformes, tanto enanimales como en mujeres embarazadas, para endemoniarlos y logren jugar con él.Al oír esto, tres chicas que estaban embarazadas se pusieron a llorar porque sabían que iban a perder a sus hijos y se marcharon sin mirar hacia atrás a sus casas donde se encerraron bajo llave, mientras que sus esposos hacían vigilia. Sin embargo, como la hija del propietario de la casa donde el pequeño demonio había matado a todos los animales del corral, también estaba embarazada, estaba en grave peligro, se refugió en su habitación vigilada por sus padres y creyéndose segura, pero esa misma noche el engendroquiso ingresar a la casa , pero no pudo, por lo que intentóhacerlo en otras viviendas sin conseguirlo, ya que todos habían sido advertidos. Sin embargo, una pareja no logro evitar que el engendro penetrara a su casa, por lo que se pusieron a dar gritos, por lo que sus los vecinos acudieron presurosos en su ayuda, encontrando al demonio.Entoncesuno de ellosque llevaba una pala, golpeo salvajemente al Supaypa Wawa que logro huir todo ensangrentado. Entonces, fuera de sí, lagente decidió perseguirlo hasta el bosque, dispuesto a matarlo, pero entonces a medio camino se llenaron de pánico y regresaron precipitadamente al pueblo, creyendo que le diablo les iba a maldecir, pero uno de ellos siguió adelante, alcanzando al monstruo, a quien mato de un disparo en la cabeza, arrojando su cadáver al abismo. Todos respiraron aliviados porque creyeron que por fin se habían liberado el demonio, pero al cabo de pocas semanas, una de las embarazadas dio a luz un niño deforme, y al verlo todos dijeron que era otro Supaypa Wawa, por lo que luego de estrangularlo, arrojaron su cadáver al campo, donde rápidamente termino como comida de los zorros. Ahora bien, cabe precisar que en la mitología peruana, la expresión "hijo del diablo" se refiere principalmente al Supaypa Wawa, Por cierto, en el mundo andino, el Supay es una deidad con connotaciones tanto de diablo como de espíritu de la montaña y del inframundo. No se trata de un único personaje, sino de una figura con múltiples facetas y roles. Entre sus características, el Supay no es simplemente un ser malvado, sino una entidad dual que representa tanto el mal como la riqueza y la fertilidad; En la cosmovisión andina, habita el Uku Pacha (inframundo), pero también puede vagar por el mundo de los vivos; En algunas versiones, el Supay actúa como protector y guía de los muertos, similar a la función de Anubis en la mitología egipcia; Se le atribuyo además la creación de la maldad en el mundo, aunque no en exceso, mostrando que siempre habrá un equilibrio entre el bien y el mal. Durante la época de la conquista española se le asocio con Satanás y así quedo desde entonces.Este comúnmente fue descrito con una apariencia "demoníaca", ya que tenía largos cuernos, ojos vidriosos y estelares, un rostro felinico poblado de largos colmillos y largas orejas. Una imagen similar al que tenemos del demonio en Occidente. Pero no existe un "hijo del diablo" como un individuo específico en la mitología andina. La expresión se refiere a los hijos o descendientes del Supay en general. La figura del "hijo del diablo" puede interpretarse como la representación de las fuerzas de la naturaleza, la fertilidad, la riqueza, o también como un símbolo de la dualidad y el equilibrio entre el bien y el mal.