TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 26 de agosto de 2025
TUNCHE: El alma errante del bosque
Se trata de una de las leyendas amazónicas más conocidas junto con el Chullachaqui y el Ayaymama. Según cuentan los lugareños, el tunche es el espíritu de un hombre atormentado y que ahora, vaga totalmente endemoniado entre lo profundo del Amazonas, acercándose lentamente a sus víctimas sin emitir sonido alguno y, cuando ya está cerca de aquellos que se atreven a andar solos por el bosque, silba, anunciando la muerte del que lo escucha. Cuenta la leyenda que su alma endemoniada, que se hace presente a través del sonido en forma de un silbido de ave, vaga por las noches oscuras de la selva, como alma en pena. Algunos dicen que podría tratarse de una simple ave, otros se van más por lo espiritual y dicen que es un espíritu del mal “diablo” que goza aterrorizando a la gente. Aun así, nadie lo ha visto, y todos lo reconocen con temor cuando en plena oscuridad se empiece a escuchar el silbido penetrante “fin…fin…fin…” que por instantes se pierde en lo profundo del monte a lo lejos, pero vuelve a silbar ya en el techo de una casa o a la orilla de un rio. Los nativos que conocen la historia dicen que si oyes el silbido del Tunche, debes de tener mucho cuidado. Nunca debes decir que no oyes nada. Si lo hace, su desgarrador silbido solo se hará más fuerte sintiendo como su presencia se te acercará cada vez más. Eso sí, jamás se te ocurra responder su silbido. Si lo haces, el tunche vendrá por ti a matarte de la forma más horrible imaginable. Burlarse de este ente demoniaco o insultarlo, puede costarle caro al desafortunado bromista, ya que lo hará enfurecer y entonces atacara con mayor insistencia, silbando… silbando… lo perseguirá tanto que hasta el más valiente terminara entrando en pánico, y podrá llevarlo hasta la locura o hasta la misma muerte. Quienes fueron los pocos afortunados de salvarse de morir llevados por el Tunche, han perdido la razón; de repente por la aparición o al endemoniado silbido de su presencia. Sobre que les pasa a aquellos quienes no lo lograron, es incierto, no se sabe si los abandona a su muerte o mueren de hambre o devorados por algún otro animal, o sean devorados por el mismo Tunche. En Iquitos, por ejemplo, es común escuchar historias sobre personas que han sido víctimas de esa criatura. Estas historias suelen ser contadas por los lugareños para asustar a los niños y mantenerlos alejados de la selva por la noche. Al respecto, en el 2014, el Dominical, un programa de Panamericana TV, llegó a la selva para conocer más sobre este extraño ser, reuniendo testimonios de trabajadores que navegan de día y noche, y quienes han escuchado su silbido. Miguel Arévalo, un motorista que trabaja en el sector turismo, expresó frente a cámaras que vivió en carne propia un acercamiento cuando estaba viajando junto a un grupo de turistas. Un compañero avisó que este personaje estaba merodeando la zona, teniendo como referencia un sonido desagradable que emergía desde lo profundo del bosque. Asegura que logró escucharlo, pero para no transmitir el miedo a sus tripulantes, decidió callar y seguir con el trayecto, asegurándose de que no los esté siguiendo. Por cierto, si escuchas el silbido del tunche, hay algunas cosas que puedes hacer para evitar ser su víctima: No te asustes. El tunche se alimenta del miedo de sus víctimas. Si te mantienes calmado, tendrás más posibilidades de sobrevivir; No te pares a escuchar. Si te detienes a escuchar el silbido del tunche, estarás atrayendo su atención; Camina rápido hacia la luz. El tunche no puede soportar la luz. Si caminas hacia la luz, lo estarás espantando; Repite el nombre de Dios. Se dice que el tunche no puede acercarse a las personas que repiten el nombre del Creador. No cabe duda que el mal puede tener diferentes formas en las que se presenta.
martes, 19 de agosto de 2025
MISTERIO DETRÁS DE LOS MISTERIOS: Las momias “pelirrojas” de Paracas
Uno de los aspectos culturales que distingue a la cultura Paracas (desarrollada en Ica, entre el 700 A.C. y 200 D.C.) es el arte de la momificación. Los Paracas realizaron procedimientos complejos que no se vio antes en ninguna cultura peruana. ¿Cómo era la momificación entre los Paracas? Esta era una práctica que incluía el proceso de embalsamar a individuos envueltos en capas de textiles creando «paquetes de momias». El ambiente de desierto subtropical en las penínsulas de Paracas permitió las condiciones más favorables para la momificación y para la preservación de los textiles espectaculares que formaban parte de los paquetes de momias. Es importante que señalemos que en la Península de Paracas se encontraron dos tipos distintos de cementerios. El ejemplo más antiguo, de Cavernas de Paracas, se caracteriza por internaciones compactas en cavernas subterráneas, con entierros habitualmente de forma cónica y envueltos en una tela exterior tosca cosida cerrada. Cada momia de la cultura Paracas fue envuelta y enterrada individualmente en una posición extendida. Sin embargo, las cavernas albergaban hombres y mujeres, así como niños. Esta es una posible señal de agrupaciones familiares. Otra de sus costumbres era colocar ofrendas alrededor o encima del cuerpo momificado. Los muertos eran sometidos a un proceso de momificación muy elaborado como como veras a continuación: Se extraía los órganos internos como el corazón, los pulmones, vísceras e intestinos. La extracción se realizaba mediante un corte en el tórax; Extraían los músculos de las extremidades mediante incisiones precisas; El cerebro era retirado por las fosas nasales; Posteriormente el cadáver era embalsamado con distintas sustancias y era expuesto al fuego o al sol; Luego el cadáver era rociado con distintas sustancias químicas y expuesto al fuego o al sol, por lo cual las momias adquirieron un aspecto ahumado en distintas partes del cuerpo; Este era depositado sobre una canasta en una posición fetal o de cuclillas y envueltas en paños de algodón a modo de sudario y luego eran recubiertas con elaborados mantos bordados. Los fardos funerarios eran adornados con diademas, brazaletes, narigueras. Ahora bien, en cuanto a las momias “pelirrojas” encontradas, trae a colación los relatos de los cronistas españoles del Siglo XVI, quienes a menudo se quedaron maravillados al encontrar individuos que, por una o varias de sus características antropológicas, presentaban un extraordinario parecidos con los europeos nórdicos o esas "Gentes del Norte" que mencionan los documentos Miccinelli. En efecto, en prácticamente toda América, se encontraron indicios de la presencia de "indios blancos", si bien fueron las culturas avanzadas como la Azteca e Inca, las que con más fuerza conservaron el recuerdo de estos hombres blancos y barbados, que habían arribado a sus tierras siglos antes del descubrimiento por los europeos. Precisamente en el Perú, estos testimonios son muy numerosos. Así por ejemplo Pedro Pizarro, primo del conquistador Francisco Pizarro, confirma lo registrado por el Padre Oliveira sobre el origen de los Incas, al señalar que el Inca y su familia “tenían la piel más blanca que el resto de los indios, y el pelo, de un color trigo maduro”. Pizarro agregaba, además, que los indígenas consideraban a estos individuos blancos y rubios como los "hijos de los dioses del Cielo". Al mismo tiempo, antiguos documentos recopilados por Izaguirre, mencionan también a "estos infieles blancos y rubios a manera de nosotros". Pero además de estas fuentes documentales, algunas momias de la costa peruana (especialmente en Paracas), prueban la existencia de estos individuos con el cabello ondulado, de un color rubio rojizo o castaño. El hecho de que la mayor parte de ellas estén embalsamadas, nuevamente certifica que pertenecían a familias dirigentes. Según recoge Jacques de Mahieu en su obra titulada "El gran viaje del Dios-Sol. Los Vikingos de Méjico y Perú", estas momias... "son de alta estatura, cara alargada, cabeza dolicocéfala y pelo claro, con variaciones que van desde el castaño al rubio "paja", pasando por todos los matices del rojo, sin decoración artificial." A pesar del desconcierto que estos hallazgos despertaron, el propio Mahieu declaraba que... " No se trata de meras apariencias y los especialistas opinan del mismo modo. Algunos pensaron, en un primer momento, que las medidas de la cara y del cráneo podían provenir de una deformación artificial como la que efectivamente, los indios peruanos producían a menudo en los niños, y que el color del pelo podía ser la consecuencia de la acción del tiempo. Estas hipótesis tuvieron que ser desechadas." ("El gran viaje del Dios-Sol. Los Vikingos de Méjico y Perú", Capítulo II, Jacques de Mahieu). Así, antropólogo franco-argentino concluía que... "La presencia, en el Perú precolombino, de blancos de biótopo nórdico no puede, por consiguiente, ponerse en duda" ¿Quiénes eran y de dónde provenían? ¿Eran viajeros vikingos que tal vez perdidos llegaron a esas tierras siglos antes que Pizarro? Otra prueba de lo que podría ser su presencia - aparte de las momias de cabellera rubias - son los huaco-retratos Mochica que se conservan en el Museo Larco, donde se aprecian a individuos caucásicos, barbados y con cascos típicamente normandos. Si bien la historiografía “oficial” desecha esta teorías al considerarla descabelladas, en el Perú existen leyendas que nos llevan a pensar que lo formulado por Mahieu y las pruebas halladas son en realidad algo más que relatos fantásticos de tribus desaparecidas. Así tenemos, por ejemplo, las leyendas de Wiracocha y Naylamp, aquellos dioses altos fornidos, blancos y barbados con los cabellos como el sol que llegaron de lugares lejanos, y que son calificados de mitos. Sin embargo, a pesar de lo que digan esos “especialistas” respecto al tema, el misterio sigue aún latente, hasta el día de hoy, y lo seguirá hasta que sean completamente dilucidados.
martes, 12 de agosto de 2025
LOS FASCINANTES ENIGMAS DEL MONASTERIO DE SANTA CATALINA: Secretos inconfesables que esconden sus muros
Durante siglos, muchas de las familias arequipeñas decidieron el destino de sus hijas adolescentes, enviándolas al claustro para llevar una vida de oración. Hoy, que han pasado más de 500 años, es posible conocer la realidad en la cual vivían, mientras un reducido grupo de religiosas continúa abocada a la adoración de Dios en el Monasterio de Santa Catalina. Como sabéis, un muro blanco de cuatro metros de alto bordea una de las manzanas más grandes de las calles de Arequipa. En su interior existe una verdadera ciudadela de 20.000 metros cuadrados que nada sabe de bocinas, gritos de vendedores ambulantes ni del alto tránsito vehicular de las tardes. Está completamente aislada.Estas enigmáticas paredes de sillar, la piedra emblema de la ciudad, abrazan uno de los tesoros vivos más importantes de la historia arequipeña. Es el Monasterio de Santa Catalina de Siena, que ha logrado mantenerse intacto durante 500 años, guardando también la herencia de cientos de mujeres que pasaron sus días allí, completamente dedicadas a la oración.En silencio, las personas recorren las calles del claustro que permanecen abiertas al público, mientras las monjas, ocultas a la vista y el oído de los visitantes, y completamente ajenas a lo que pasa fuera de estos cuatro muros, siguen dedicando su vida a Dios.Durante los últimos años de su vida, el Virrey Francisco Toledo llegó a Arequipa en lo que sería una de las visitas más importantes para la ciudad. En reunión con el cabildo, sus representantes le manifestaron lo mucho que la ciudadanía anhelaba tener un monasterio en la ciudad.En esos tiempos, las familias aristócratas se enorgullecían al poder enviar al claustro a su segunda hija. Hubiese o no vocación, las miles de mujeres que pasaron por el Monasterio de Santa Catalina durante los primeros años de su fundación, ingresaron a él entre los 12 y 14 años acompañadas por una sirvienta y la nada despreciable suma de entre mil y dos mil monedas de plata.Todas ellas pudieron ser parte de la historia del convento gracias a Doña María de Guzmán, una mujer que se enclaustró por decisión propia tras la muerte de su marido, donando todos sus bienes a la construcción del lugar. Gracias a ello fue posible fundarlo en 1579.Con el paso de los años se admitieron también monjas de clases más bajas. Las llamadas “donadas”, sin embargo, tuvieron que abocarse a tareas más sacrificadas que las mujeres aristócratas que llegaban con una dote. Sin embargo, independiente de su posición social, las reglas eran claras para todas ellas: la única visita permitida era la del médico en caso de extrema necesidad, mientras que las novicias debían permanecer cuatro años aisladas desde su ingreso al lugar.En 1582, a sólo tres años de su fundación, un terremoto destruyó parte importante del monasterio. Sin embargo, sería sólo el primero de muchos que vendrían, y las familias de las religiosas optaron por construir celdas privadas en lugar de volver a poner en pie el dormitorio común, lo que terminó dando paso a la ciudadela que hoy conocemos.En 1970 se decidió abrir tres cuartas partes del Monasterio de Santa Catalina al público. Desde entonces no hay quien no se haya encantado con la arquitectura colonial de sus callecitas, logrando fusionar perfectamente la herencia de la construcción española con los elementos criollos.La paz se siente al caminar por las bóvedas abiertas pintadas de color ocre, con buganvilias rosadas que aparecen cada tanto como en el Patio del Silencio, donde las monjas solían leer la biblia y rezar el rosario. De pronto aparecen también espacios completamente azules, generando un contraste únicamente característico de la ciudadela de Santa Catalina.Con sumo cuidado, las autoridades arequipeñas han logrado mantener intactos los rincones que, frente a los ojos modernos, podrían parecer bastante austeros. Es el caso de los claustros privados, que tuvieron que ser desalojados luego de que el papa Pío IX dictara la encíclica que determinó que las religiosas debían dormir en espacios comunes. Hoy, cada uno cuenta con el nombre de la última monja que vivió allí.Caminando por la ciudadela también es posible conocer la cocina, donde se exhiben los utensilios que se utilizaban en la época y el pozo que las abastecía de agua. Lo mismo ocurre con la lavandería, con el canal central por donde corría el agua que llenaba las tinajas.Sin embargo, uno de los lugares que más valor histórico concentra es la pinacoteca, un espacio con forma de cruz en el que se exhiben cerca de 400 pinturas de la época del Virreynato, que fueron encontradas y restauradas una vez que se decidió abrir el convento al público. Es, sin duda, una de las colecciones de arte religioso más importantes de América.Todos los días, a las 7 de la mañana, las puertas de la iglesia del Convento de Santa Catalina se abren al público, para que todos puedan participar en la misa. Quien no lo sepa, podría no darse cuenta de que está compartiendo el espacio con las cerca de 15 mujeres que aún permanecen abocadas a la religión.Una reja las separa de la vida exterior a la que, probablemente, no volverán, cuidadosa de no dejar ver ni un detalle de lo que pasa dentro del claustro. Porque la vida al interior de los 5.000 metros cuadrados que no están abiertos al público sigue siendo un misterio. Sólo se sabe que nuevamente duermen en habitaciones separadas y que, probablemente, algo de modernidad haya cruzado las paredes de sillar del convento. No por nada, los domingos tienen permitido ver un poco de televisión bajo la supervisión de la madre superiora.A lo que dediquen el tiempo las escasas religiosas que aún permanecen en Santa Catalina es algo que no sabremos por muchos años más. Pero si te quedas en silencio, quizás logres oír el rezo de estas mujeres que, en pleno siglo XXI, mantienen vivo el ideal de llevar una vida de oración completamente dedicada a Dios. Por cierto, el Monasterio de Santa Catalina es conocido por sus leyendas y misterios, que se entrelazan con su rica historia y arquitectura colonial. Entre las historias más destacadas se encuentran las relacionadas con Sor Ana de los Ángeles, una monja famosa por sus predicciones y milagros, y la vida de clausura de las religiosas, quienes crearon una comunidad autónoma dentro de sus muros. Esta monja, beatificada en 1985, es recordada por sus dones de predicción y curación. Se dice que predijo enfermedades, curas e incluso la muerte, y que su cuerpo mantuvo un olor agradable tras su fallecimiento. Otra de sus leyendas, es el “encantamiento" de una casa vecina - denominada la Casa de Los Polar, propiedad de la familia Polar- Vargas, ubicada cerca del monasterio, la cuales habitada por duendes, que se relaciona con historias de fetos robados y consumidos. Al parecer, las monjas no eran tan recatadas y puras como aparentaban ser, y al intentar deshacerse de las pruebas de sus pecados, arrojaban los fetos a la basura, de la cual eran extraídos por los duendes para devorarlos de inmediato, en la creencia de que al ser de hijas “consagradas a Dios” tenían ciertos poderes que ellos adquirían. Si bien hay quienes dicen que son solo habladurías, la citada casa existe y esta deshabitada desde hace siglos, ya que la consideran maldita y nadie quiere vivir en ella. ¿De dónde provienen esas criaturas? Se dice que son precisamente los espíritus de los fetos no bautizados. Los que se han atrevido a ingresar, huyen espantados al detectar la presencia de estos pequeños seres que, a altas horas de la noche, salen en busca de sus víctimas.Y como este, hay muchas otras historias de sucesos paranormales que suceden allí, pero lo dejamos para más adelante ¿vale?
martes, 5 de agosto de 2025
EL PODER DE LA RUDA: ¿Realmente atrae el dinero y la prosperidad?
La ruda es una planta que ha sido utilizada en diversas tradiciones espirituales y rituales por sus propiedades protectoras y de purificación. Se cree que puede alejar energías negativas, malas vibraciones y mal de ojo, además de servir para manifestar buena suerte o atraer energía positiva. La ruda se utiliza en la medicina tradicional y la herbolaria, y es conocida por sus usos en la protección energética, limpieza del hogar y rituales ancestrales. Existe una creencia generalizada que ubica la ruda como una planta útil para atraer la prosperidad y la buena suerte. De hecho, en varias culturas, la ruda ha sido considerada una planta con propiedades místicas y protectoras.La tradición ha asignado diversos simbolismos a la ruda. A manera de ejemplo, dicha planta ha sido utilizada en rituales especiales en diversas culturas a lo largo de la historia. Estas prácticas a menudo se transmiten de generación en generación, y la ruda se ha convertido en un símbolo de protección y buena suerte. Algunas características por las cuales se dice que la ruda atrae la prosperidad incluyen: Propiedades aromáticas: El aroma fuerte y distintivo de la ruda se asocia con la limpieza y la purificación. Se cree que, al purificar el entorno, la ruda puede ayudar a atraer energías positivas, incluida la prosperidad; Asociación con deidades o figuras míticas: En algunas culturas, la ruda está vinculada a deidades o figuras míticas relacionadas con la prosperidad, la salud y la protección. Esta asociación refuerza la idea de que la presencia de ruda puede atraer influencias positivas; Creencias populares: Las creencias populares a menudo se desarrollan en torno a historias de éxito personal. Si alguien utiliza la ruda en un momento propicio y experimenta éxito, esa experiencia puede contribuir a la creencia de que la ruda tiene ‘poderes’ para atraer la prosperidad; Precisamente, esta es la razón por la cual es tan popular la expresión “un baño de ruda”. Es más, hay quienes deciden intentarlo y se bañan con esta planta para limpiar sus energías, eliminar la mala suerte y llamar la prosperidad. Otros no llegan al extremo de bañarse y optan por ubicar la planta en algún lugar del hogar. Pero, ¿existen espacios más recomendados que otros? La inteligencia artificial ChatGPT sugiere ubicar la ruda en lugares específicos de la casa para atraer la prosperidad: En la entrada principal: Colocar un ramo de ruda cerca de la puerta principal del hogar se considera una práctica común para atraer la buena suerte y proteger contra energías negativas; Cartera o billetera: Algunas personas llevan consigo una hoja de ruda o una bolsita con ruda en la cartera para atraer la prosperidad e invocar protección para su dinero; Oficina o lugar de trabajo: Una posibilidad es armar un pequeño arreglo de ruda en el escritorio o cerca del área de trabajo para fomentar la prosperidad en el ámbito laboral; Negocio: Hay quienes colocan ruda en la entrada para atraer clientes y buena fortuna; Espacios particulares dentro del hogar: Además de la entrada principal, otra opción es poner ruda en áreas específicas de la casa, como cerca de la caja fuerte (si la hay) o en la esquina de la habitación donde se guarda el dinero. Es importante señalar que estas creencias se basan en la tradición popular, de manera que no hay evidencia científica que respalde la idea de que la ruda posee propiedades metafísicas o que es capaz de atraer abundancia y prosperidad. En ese orden de ideas, si bien alrededor de la ruda circulan numerosos mitos, cada persona le atribuye un valor específico a esta planta. Finalmente, respecto a su éxito, también es prudente considerar que las percepciones de prosperidad y abundancia pueden ser subjetivas, en tal virtud, no todas las personas invocarán lo mismo a la hora de refugiarse en la ruda.
martes, 29 de julio de 2025
EL GIGANTE DE MARCAHUASI: Enigmático custodio de sus secretos
Marcahuasi, aquella gran meseta ubicada en la sierra de Lima, famoso no solo por el inmenso bosque de piedras que alberga - de grandes dimensiones y formas caprichosas, al parecer talladas por las fuerzas de la naturaleza - sino también porque han sido avistados OVNIS en el lugar, por lo cual es muy visitada por los creyentes en lo paranormal, vuelve a hacer noticia. En efecto, un fotógrafo local compartió en un programa televisivo dominical una imagen que lo ha dejado sin respuestas desde hace nueve años. En la foto, tomada por accidente, aparece un personaje que no logra identificar hasta el día de hoy. “Hice tres tomas y dentro de esas tres tomas, una de esas fotos es un personaje que hasta ahora yo no entiendo, no comprendo, no sé quién es”, contó durante el reportaje. Todo ocurrió cuando Juan Puelles trabajaba en un encargo para hacer fotografías del bosque de piedras de Marcahuasi, a más de 4000 metros de altura. Ya de regreso al pueblo de San Pedro de Casta, se detuvo frente al portal de entrada para capturar una última imagen. Aunque llevaba su cámara profesional, decidió usar su celular, algo que aún le resulta extraño. En ese instante, solo había otra persona presente: un campesino de avanzada edad que pasaba por el lugar. Puelles esperó a que el hombre siguiera su camino y luego tomó la foto. Ya en su casa, al revisar las imágenes con más calma, se dio cuenta de que había algo raro en una de las fotos. Al fondo se notaba una figura de gran tamaño, que no parecía humana. “Ese personaje al fondo que yo hasta ahora no sé quién es”, dijo mientras mostraba la imagen en el programa Hora Contacto de TVPerú. Según sus cálculos, esa figura mediría más de dos metros. Él, que mide 1.80 m, se ve claramente más pequeño al recrear la toma. Incluso en la comparación directa, los reporteros comprobaron que la figura misteriosa los superaba por lo menos hasta el pecho. Lo más inquietante es que el aparente ser aparece completamente oscuro. Ni el rostro ni ningún rasgo se logra distinguir, a pesar de la buena iluminación. “Porque si es mediodía, aunque sea el rostro se le debe ver, ¿no?”, comentó. Por su parte, Julio Chamorro, experto en ufología, también dio su opinión al respecto. Según él, esta imagen podría ser una prueba valiosa de algo que no pertenece a este mundo. “Es posible que se haya logrado tomar una foto en otra dimensión del que nos rodea”, afirmó. Chamorro también cree que el ser estaba consciente de que lo estaban fotografiando. “Está en la foto porque él quiso salir en la foto”, comentó. Luis Salinas, vecino de San Pedro de Casta, quien aseguró que no sería la única vez que este extraño personaje ha aparecido. Según él, existe otra imagen donde se ve a un ser de aspecto similar. “Quizás sea el mismo, custodiando los secretos que esconde Marcahuasi” asevero, agregando que el gigante ya es parte de la mitología local, asociándolo con Soctacure, el dios de los truenos. “Aparece en otras fotografías. Está comentado en una de las fotos de Marcahuasi. Sí nos han comentado eso, sí existe”, confesó. En el 2010, Gladys Córdoba grabó un video en el que se observan dos figuras sentadas en la altura de los cerros de Marcahuasi. Al levantarse, estas figuras parecían increíblemente altas, lo que, tras comparar la imagen con la de unas personas que también habían estado en esa cima, llevó a calcular que medían cerca de 3 metros. Estos avistamientos han contribuido a la creencia de que algo inusual sucede en el lugar. En tanto, Puelles no ha dejado de buscar respuestas, quien ha expresado su disposición a entregar la fotografía a especialistas para que se verifique su autenticidad y se resuelva el misterio que ha perdurado durante casi una década. .¿Es un truco de la luz? ¿Una entidad desconocida? ¿Un habitante de otra dimensión? La duda sigue abierta.
martes, 22 de julio de 2025
TREN CHATARRA DE PORKY: Terror sobre rieles
Como sabéis, hace unos días, un cerdo asqueroso que tiene convertida a Lima en un chiquero y que pretende lanzarse como candidato para las elecciones generales del 2026, “presentó” en sociedad - con descarrilamiento incluido de uno de sus vagones - su tan promocionado ferrocarril a Chosica, que en realidad es una chatarra de 40 años de antigüedad, altamente contaminante y cuyos vagones muestran un estado lamentable de conservación: sucios, viejos y oxidados, con sillones y lunas rotas, producto de una “donación” que no es tal, ya que costó millones de dólares traer esa basura desde los EE.UU. donde desde hace décadas permanecían abandonados a su suerte. Y luego del desfile “triunfal” de algunos de sus viejos vagones (los menos deteriorados obviamente), terminaran almacenados por tiempo indefinido en la antigua estación de Monserrate - convertida en patio de chatarras - ya que además de que las locomotoras están malogradas (si no se percataron, fue una perteneciente al Ferrocarril Central el que los remolco) no existe la infraestructura adecuada, como la doble vía, estaciones, paraderos, cruces de rutas, etc. etc. etc. como para que entre en funcionamiento, y según los especialistas, hacer todo ello demorara como mínimo un año, el cual tendrá un coste de mil millones de dólares, dinero que la Municipalidad de Lima no dispone porque está en quiebra. En pocas palabras, esa chatarra seguirá en estado de abandono, pero esta vez en tierras peruanas. Según la Contraloría, hace décadas que no se les ha hecho mantenimiento alguno y por lo tanto, son un peligro público para la sociedad. Es el precio de la improvisación, producto de su más absoluta incapacidad. Como recordareis, a una semana de las elecciones municipales del 2 de octubre de 2022, Porky y su principal oponente, Daniel Urresti, estaban en un empate técnico. Ambos excandidatos presidenciales se disputaban voto a voto el sillón municipal. Fue ahí donde el hoy rey de la chatarra, con gesto serio y voz grave anunciaba que, de ser favorecido con el voto popular, “gobernaría la ciudad de Lima hasta el último día de su mandato legal”. Más aún, rechazó categóricamente lo que llamo “las calumnias e infundios” de sus detractores, de los ‘caviares’ y demás herejes, quienes sostenían que la municipalidad era un peldaño temporal, casi un pretexto, en su ambición y que, de ser electo, tendría su mente, prioridades y esfuerzo en su pretensión presidencial y no en gobernar Lima (hay que reconocer que estos sectores tenían razón). Ya bien entrados en la segunda mitad del periodo edil, su gestión es un completo fracaso: pavimentación de pistas de rango distrital, anuncio de nuevas obras sin expediente técnico, reinauguración de obras de gestiones anteriores, prolongación de la Vía Expresa (en donde no se ha cavado un solo metro del viaducto) o la prolongación de la Ricardo Palma (donde apenas han inaugurado 2 kilómetros). Eso es todo lo que puede mostrar - poco o nada - mientras Lima continua convertida en un asco total. Es evidente que la gestión municipal no es la prioridad este porcino. A esto se suma la evidente falta de pericia para la gestión pública, comprometiendo miles de millones de soles en deuda (hasta por 4,000 millones), con altísimos intereses, para obras que carecen de expediente técnico y por las que la siguiente administración deberá pagar 350 millones soles anuales o más en intereses. En cualquier gestión medianamente competente, primero se identifica la obra, luego se hace el estudio de factibilidad, el expediente técnico y se estructura un presupuesto. Con un presupuesto establecido, se determina la necesidad de endeudamiento. Nada de esto ha ocurrido con la actual gestión municipal. Se ha tomado deuda por miles de millones de soles a tasas de 10% o más, y ese dinero está depositado, inutilizado, en bancos locales. Por si ello fuera poco, la agencia calificadora de riesgo Moody's degradó la calificación crediticia de la municipalidad por debajo del grado de inversión, situándola en grado especulativo o chatarra. Esto debido al plan de sobreendeudamiento que persiste en llevar a cabo. De otro lado, la ejecución presupuestal edil del 2024 fue muy mediocre. Recibió recursos como municipalidad provincial y como Gobierno regional. En el primer caso, la ejecución de “adquisición de activos no financieros”, es decir, obras, fue de apenas 64.7%. En cuanto a la ejecución del presupuesto como Gobierno regional, el escenario fue mucho peor, ubicándose en el último lugar del Perú con apenas 45.9% de ejecución por todo concepto.A todo esto hay que sumar el coste (al menos, US$2,700 millones) de las categóricas derrotas en los arbitrajes internacionales debido a la inepta defensa de los intereses de la ciudad, como es el caso de los peajes. En relación a los trenes chatarra, mientras el mundo avanza hacia sistemas de transporte limpios y eficientes, Porky insiste en hundir a la ciudad en un proyecto obsoleto, contaminante y financieramente sospechoso. La llamada “donación” de trenes diésel de más 40 años de antigüedad, procedentes de EE.UU., no es un gesto de cooperación internacional, sino un negocio opaco que ya ha costado millones de dólares a los limeños y que amenaza con convertirse en un elefante blanco de proporciones catastróficas. Desde el principio, este proyecto ha estado plagado de mentiras. Porky lo vendió “como una solución rápida y económica”, pero la realidad es que la Municipalidad de Lima ya ha desembolsado 24.5 millones de dólares en traslados, seguros y reparaciones dudosas. Peor aún, investigaciones revelan que se pagaron 800 millones de soles en seguros por estos trenes, una cifra tan absurda que la SUNAT y la Contraloría ya han puesto la lupa sobre el caso. ¿Por qué tanto dinero por vagones que, lucen oxidados, vandalizados y en pésimo estado? Incluso Ferrovías Central Andina, la operadora del Ferrocarril Central, ha rechazado usar esas unidades por considerarlas inseguras. Pero el problema no es solo el dinero. Es el retroceso tecnológico y ambiental que representa. Mientras ciudades como San Francisco y Los Ángeles eliminan sus trenes diésel por su alto impacto ecológico, Lima importa esa basura como si fueran una maravilla. El senador californiano Scott Wiener ha denunciado que esto no es más que un intento de “exportar contaminación” a países con regulaciones más laxas. Y tiene razón: estos trenes no cumplen estándares modernos de emisiones, no tienen homologación técnica en Perú y, para colmo, las actuales vías del Ferrocarril Central - que únicamente transporta minerales hacia el Callao - están en un estado deplorable, sin señalización ni sistemas de seguridad básicos. A pesar de todo, Porky sigue adelante con su ridículo espectáculo. Hace unos días, en una entrevista, admitió que los vagones aún no reciben mantenimiento, contradiciendo sus propias promesas de que estaban “listos para operar”. Así, su patética exhibición en el Parque de La Muralla fue pura propaganda electoral con fondos públicos: los trenes no tienen permiso para circular, el MTC no avala el proyecto y la denominada “marcha blanca” se ha postergado indefinidamente. ¿Cuántas veces cambiara la fecha de su “inauguración” antes de admitir que esto es un fracaso? La pregunta que todos se hacen es: ¿quién gana con este despropósito? Porky, como accionista de PeruRail, tiene claros intereses en el negocio ferroviario. ¿Es una ‘casualidad’ que este proyecto beneficie más a sus conexiones empresariales que a los limeños? Los contratos han sido opacos, los sobreprecios escandalosos y el dinero público se malgasta en tecnología obsoleta en lugar de invertirse en soluciones reales, como la expansión del Metro. Lima merece algo mejor que ser el vertedero de desperdicios que ya nadie quiere. Este proyecto es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y un peligro para el medio ambiente y las finanzas públicas. Porky deberá rendir cuentas ante la justicia por este negociado. Los limeños no pueden permitir que su maltratada ciudad sea tratada como un basurero. Exigen transparencia y soluciones que realmente beneficien a Lima ¡Basta de mentiras!
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