TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 9 de diciembre de 2014

EL MITO DEL INKARRI: La venganza del dios Sol

Era el año de 1572 y la plaza mayor del Cuzco se encontraba atestada de personas entre indígenas y españoles. El Virrey Francisco de Toledo los había convocado para presenciar la ejecución del último Inca de Vilcabamba, Túpac Amaru I .El pueblo al ver a su Inca, con una soga al cuello y las manos atadas siendo escoltado por quinientos lanceros cañaris, pidió su libertad a gritos. Ante este bullicio, el Inca hizo una señal para que guarden silencio. En el tabladillo se encontraba el verdugo que procedió a prepararlo para la decapitación. El Virrey Toledo estaba dispuesto a organizar el Virreinato del Perú; y para lograrlo consideraba que debía estar pacificado, es decir, no debía existir ninguna clase de oposición. Túpac Amaru I se mantuvo altivo hasta el final e inclusive comunicó que no conversaría con el Virrey Toledo por ser un mayordomo de otro Inca - haciendo alusión al Rey de España - y el como Hijo del Sol no se rebajaría a hacerlo. Entonces, el Virrey dio la orden al verdugo y este lo decapitó. El pueblo al presenciar la ejecución de su Inca, vio desmoronarse la esperanza de la restauración del Imperio; porque su muerte significó el final de la resistencia de los Incas de Vilcabamba. Sin embargo, ante la imposibilidad de cambiar los hechos, surgió en el pueblo andino otra resistencia; esta vez ideológica con el mito del Inkarri que era la esperanza mesiánica del regreso del Inca. Este mito señala que la cabeza decapitada del Inca generaría un cuerpo el cual tomando vida instauraría un nuevo orden o cosmos. En el mundo andino el Inkarri representa al mundo ordenado. Este mundo ordenado se destruye con la derrota de Inkarrí ante Españarrí instaurándose el caos que acontecía al finalizar una edad andina. Cuando la cabeza del Inkarrí haya formado un nuevo cuerpo bajo la tierra y cuando Él esté completo, el mundo dará vuelta y volverán a gobernar los Incas restaurándose el orden. El mito del Inkarrí nos permite entender la concepción cíclica de la historia andina; porque el Inkarrí sería un nuevo Pachacutec, es decir, un personaje asociado a cambios trascendentales en el mundo andino que acontece cuando se inicia una nueva era. Este mito cobro fuerza con el paso de los años y en el siglo XVIII con el resurgimiento de la cultura inca y de las rebeliones indígenas, especialmente cuando estalló el gran movimiento revolucionario de Túpac Amaru II - descendiente del ultimo Inca de Vilcabamba - quien puso en jaque a la corona española, hasta su derrota final, captura y ejecución en 1783, paradójicamente también en la plaza mayor del Cuzco, lo cual reforzó el mito de Inkarri, el cual con el advenimiento de la República, fue ignorado por historiografía oficial, sin embargo ha sabido mantenerse vivo hasta el dia de hoy. En efecto, otras versiones del mito - con evidentes matices cristianos - dicen que cuando regrese Inkarri, ocurrirá el fin del mundo y el día del juicio final. La hora de la venganza del dios Sol habrá llegado.