TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 29 de abril de 2025
YAURINKHA: La gran serpiente de ojos de fuego
Según la mitología aymará, se trata una deidad que habita en el lago Titicaca, el cual actualmente está dividido entre Perú y Bolivia. Se cree que puede pertenecer a la cosmología de los Tiawanaku (Tiahuanaco), una antiquísima civilización que se extendió por los Andes desde el 600 d.C. hasta su enigmática desaparición cuatrocientos años más tarde. El Yaurinkha es una serpiente acuática gigante y monstruosa. Es de color negro y tiene una cabeza inmensa, con unos ojos muy grandes que despiden llamaradas rojas de fuego y posee fauces dilatadas. Existen dos versiones del lugar que habita la terrible criatura. Una relata que ronda en las profundidades del lago Titicaca, y es guardiana de la sagrada isla del Sol. Otras versiones cuentan que habita debajo de la Cordillera de los Andes y saca su gran cabeza del fondo de las lagunas. Algunos relatos cuentan que la vieron durmiendo en las playas de la isla del Sol. También se dice que algunas veces se comprime y empequeñece “hasta tomar la forma de una lonja”. Así, se envuelve en las pantorrillas de alguna persona y le chupa la sangre, provocándole anemia. Por otro lado también se cree que esta serpiente es la que provoca la tisis, muy común entre los nativos. Muchas criaturas mitológicas cumplen una función de ayudar a sobrellevar situaciones difíciles o incomprensibles para las comunidades, como enfermedades graves o complejas de diagnosticar en áreas rurales o alejadas. Además de su peculiar apariencia, se creía que esta serpiente acuática gigante era la responsable de causar las grandes oleadas del lago Titicaca, pero también se le atribuían los sismos. Así, cuando Yaurinkha despierta, se agita y comienza una serie de ondulaciones de terreno que desencadenan en temblores violentos en las tierras cercanas a donde habita el monstruo. Si un terreno se derrumba o sufre deslizamientos de manera constante, se cree que la criatura se ha hinchado en su interior. De esta manera, cada movimiento de expansión hace que la monstruosa serpiente cause desastres en el terreno. Es de suponer que Yaurinkha puede habitar ambos espacios a la vez, tierra y agua, lo cual se atribuye a la cualidad de enlace y trascendencia que posee la serpiente para las sociedades andinas ya que es conectora de los distintos espacios espirituales del mundo. La serpiente está directamente relacionada al mundo subterráneo o subacuático llamado «Ukupacha». Pero, también puede conectar el mundo de arriba «Alajpacha» con el mundo de los hombres «Akapacha». La serpiente posee el poder de subir desde lo profundo de la tierra o mundo de abajo, transitar el suelo, que habitamos los humanos, y llegar hasta el cielo, tomando la forma de rayo. Como sabéis, muchas culturas consideran a la serpiente una criatura sagrada. En el mundo andino está directamente relacionada con el inicio de la temporada de lluvias, el rayo y la vía láctea. Desde el periodo preincaico ha trascendido distintas culturas, de manera que aymaras y quechuas la conservan en su iconografía. Incluso suele confundírsele con el Amaru, aunque se tratan de distintas criaturas. En la arquitectura Tiawanaku, la serpiente es el cuarto animal en porcentaje de representación, luego del puma, el cóndor y los camélidos. Se puede encontrar enroscada, formando un círculo, escalonada o de forma lineal. Los soportes varían desde piedra, tejidos, vasijas e incluso piezas arquitectónicas como el sistema hídrico encontrado en las ruinas de Tihuanaku. Precisamente, un descubrimiento que llamó mucho la atención en el lugar es un geoglifo serpentiforme de 425 metros de longitud, que todavía se encuentra bajo tierra. Fue posible detectarlo, porque en el 2017 la Unesco llevó adelante un relevamiento usando un dron en el territorio donde se logró registrar muchos elementos subterráneos no excavados de la ciudad.