TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 28 de febrero de 2017

LA SIRENA DE LA LAGUNA AZUL: Muerte en las profundidades

En el distrito de El Sauce, ubicado en el departamento de San Martín - en el oriente peruano - existe un misterioso lugar llamado La Laguna Azul, visitado por turistas que vienen de todas partes del Perú y del extranjero. El nombre se debe a que, cuando el cielo está limpio de nubes, el agua cobra un intenso color azul. Está rodeado de una selva muy exuberante, y a tan solo 42 km de la ciudad de Tarapoto, conocida como La ciudad de las Palmeras. La temperatura de sus aguas oscila entre los 25ºC (77ºF) y los 28ºC (82ºF). La laguna tiene una extensión de 5 kilómetros y es hábitat de una muy variada fauna que le da identidad al lugar. Se llega desde la ciudad de Tarapoto atravesando el majestuoso río Huallaga y cerca de dos horas de viaje en auto. Es un lugar ideal para pasear en bote, caballo y kayaks. Como es obvio, un lugar tan misterioso y alejado de la civilización es motivo de mitos y leyendas, siendo el más importante y llamativo el de una sirena que habita la laguna, de quien se dice que se trata de un criatura angelical que tras su aparente inocencia, oculta un monstruo de maldad que se lleva al fondo de la laguna a quienes han caído bajo sus encantos, para aparecer posteriormente ahogados. “Cada año se lleva por lo menos a uno, sea poblador o turista hasta el fondo de la laguna, no falla”, dice Giancarlo, un guía encargado de mostrar este recóndito paraje de la selva peruana. Relata que la sirena tiene debilidad por los varones y que nunca ahogó a una mujer o un niño. “Lleva a sus victimas hasta el lecho de la laguna y ahí los utiliza como esclavos sexuales, quienes luego aparecen ahogados y desfigurados a los cuatro o cinco días de la desaparición” afirma con convicción, ante la incredulidad general. Muchas son las personas que dicen haber visto a la sirena nadando o descansando en las orillas, esperando pacientemente a sus victimas, a quienes atrae con sus encantos. Existe asimismo una pared de roca en uno de los bordes de la laguna, de tono marrón y muy resbaladiza, con una saliente conocida como “la silla de la sirena”, donde los lugareños señalan haberla visto sentada. Si bien en más de una oportunidad, los parientes de sus victimas han intentado cazarla, es muy escurridiza y siempre ha sabido escapar de sus perseguidores, aunque en una ocasión por poco la matan a pedradas cuando la sorprendieron arrastrando a una de sus victimas - que parecía hipnotizada ya que se dejaba llevar sin resistencia alguna - hacia las frías y profundas aguas de la laguna. Bañada en sangre y dando grandes alaridos, la criatura logro ponerse a salvo y no se dejo ver por mucho tiempo, por lo que muchos creyeron que estaba muerta. Sin embargo, en una ocasión, tal vez desesperada, atacó un kayak y se llevo arrastrando al fondo de la laguna a un turista, quien apareció muerto al cabo de cuatro días en una orilla a unos dos kilómetros del lugar donde lo había capturado. La sirena había cobrado una nueva víctima y el misterio aún continúa. Como podéis imaginaros, los escépticos niegan su existencia, pero no pueden dar una explicación satisfactoria acerca de que o quien origina las misteriosas desapariciones de personas en la laguna. Y es que debido a la vasta extensión de la amazonia peruana, existen lugares inexplorados de los cuales no tenemos conocimiento alguno de lo que alberga en su interior.Lo extraño de todo es que no es el único lugar donde dicen haberlas visto, ya que criaturas similares han sido captadas a lo largo de los siglos y en distintos lugares del mundo. En el caso del Perú, se afirma que también existen en lugares apartados de la Cordillera de los Andes y en el lago Titicaca, de cuyos casos ya me ocupe anteriormente. Vaya uno a saber si son algo mas que una leyenda.