TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 14 de enero de 2020

ALMAS EN PENA: Los fantasmas de los muertos

Ante todo, debemos comenzar por entender por qué existen los fantasmas. De acuerdo con los múltiples testimonios recogidos, todo parece indicar que la mayoría de estos espíritus en pena que no logran despegarse de este mundo fueron personas que sufrieron muertes violentas. Algunas murieron trágicamente antes de completar el término de vida que venían a cumplir en este mundo, como las que murieron asesinadas o se suicidaron, por ejemplo. Y hay otras que no se resignan a tener que abandonar una casa o unas personas a las que estaban muy amarradas en vida, ya bien fuera por amor u odio, o por obsesión y compulsión. Existen casos en que no se han dado cuenta de que han muerto, mientras hay otras situaciones en que no se resignan a estar muertos. En cualquier caso, las evidencias que surgen continuamente de esta clase de actividad fantasmal apuntan al papel decisivo que han jugado las emociones humanas en estas personas ya descarnadas: el amor, el odio, los remordimientos de conciencia, el sentido de culpa o la sed de venganza. Los fantasmas nos visitan y permanecen entre nosotros por distintos motivos. Están los seres queridos que se nos presentan al pie de la cama para despedirse cuando están en el proceso de morir o al poco tiempo después; están los que aparecen cuando se realiza una remodelación en la casa; los hay que aparecen cuando la casa cambia de dueños; cuando aumenta el calor húmedo; cuando se producen tormentas eléctricas; coincidiendo con un aniversario que fue importante para ellos en vida; en los lugares donde hay una fuente de agua, ya que en la antigüedad los pueblos se fundaban cerca de los surtidores de agua (ríos, lagos, arroyos). Por ejemplo, se ha documentado la presencia sistemática de fantasmas que llevan siglos vagando por castillos en Europa y fortificaciones en toda América. Los fantasmas o aparecidos actúan en ciclos. Van de menor actividad a mayor. El ritmo de actividad va disminuyendo hasta que desaparece por un tiempo, para luego volver a iniciar el ciclo de apariciones. La palabra en inglés “haunting” que describe esta actividad en particular puede resultar más familiar para muchos lectores. A estos espíritus que vagan les gusta instalarse en un solo recinto y entre estos eligen el sitio donde se sienten atados por lazos emocionales fuertes. También pueden elegir a una persona en particular de la casa o el recinto como su foco de atención. En muchos casos, los fantasmas se van materializando gradualmente. Esto significa que pueden comenzar por aparecer como una fina nube de gas que se va haciendo más densa, más espesa. Algunas de estas nubes de energía pueden llegar a lucir como cualquier persona viva aunque la persona sólo pueda apreciar una parte de la figura. Hay otros que ni se les ve. Los fantasmas no poseen luz propia. Siempre necesitarán de una fuente de luz para reflejarse, por eso sus lugares favoritos suelen ser los pasillos, las escaleras y otras zonas de mucho tráfico en una casa. Hay fantasmas burlones que gastan bromas a los residentes; no tienen que ser necesariamente bromas pesadas porque los hay risueños y hasta tímidos. También hay fantasmas tranquilos, que son los que muchas veces sorprenden a las personas vivas que los ven inesperadamente. Hay que tener en cuenta que esos espíritus se han quedado en la edad que tenían al morir. Podemos tropezarnos con fantasmas de todas las edades, así como con los fantasmas de animales, también, pero no hay que confiarse de ellos ni por un momento ya que no son de este mundo. Los mas temidos son obviamente quienes aparecen al borde de las carreteras a altas horas de la noche ya que con engaños buscan la perdición de quienes los recogen a esas horas, como pueden ser los taxistas, quienes cuentan historias de lo mas escabrosas. A tener cuidado si te encuentras con alguno de esos condenados.