TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 24 de noviembre de 2020

HUANKARQUYCHI: Las apariencias son engañosas

Una de las creencias más extendidas en el Apurímac - ubicado en los Andes Centrales del Perú - son los numerosos relatos sobre la existencia de un mítico ser asociado con el agua. Cabe destacar que en el lugar existen muchas lagunas a lo largo de la cordillera y sus aguas son de lo más puras y cristalinas que pueda haber en kilómetros a la redonda. Sucede que cuando ocurren lluvias, las lagunas parecen cobrar vida, lo que ha dado origen a muchas leyendas acerca de seres fabulosos que las custodian. Como recordareis, ya en anteriores ocasiones nos hemos referido a los toros de oro - de los cuales se afirman que protegen los tesoros arrojados por los incas al fondo de las lagunas para salvarlos de la codicia de los españoles que conquistaron el Imperio en el siglo XVI - pero en esta oportunidad se trata de otra criatura, pequeña en tamaño pero sumamente peligrosa. Precisamente nos referimos al Huankarquychi, el cual se dice que tiene la apariencia de un inmenso gato con grandes ojos que brillan como fuego dándole un aspecto terrorífico, quien gusta danzar alrededor de las fuentes de agua y cuando ello se produce, toda persona que atine a pasar por el lugar en ese momento es embrujado y aparece muerto posteriormente. Fueron los antiguos cronistas españoles quienes escribieron acerca de esta criatura, gracias a las historias que pudieron recoger de primera mano de los nativos. Por cierto, esta misteriosa criatura esta presente también en la iconografía Paracas apareciendo en uno de sus mantos funerarios con una expresión feroz, parado en dos patas y sujetando a sus victimas (como pueden observar en la imagen que acompaña nuestra nota), así como entre los Nazca, tal como se ve en un geoglifo recientemente descubierto, lo que demuestra su antiquísimo origen. Precisamente, uno de los relatos mas conocidos acerca de la existencia de este extraño ser demoníaco, procede de los felices tiempos del Virreynato, cuando una de sus victimas experimentó este tipo de sucesos misteriosos, lo cual al final le costo la vida, apareciendo su cuerpo con el estómago hinchado y oliendo a petróleo. Era un día caluroso y nada hacía presagiar que lloviera, cuando Valentina - tal era su nombre - hacía como de costumbre sus faenas agrícolas. Era el mes de abril y había que recoger las cosechas del campo. Al terminar su labor caminó por el sendero rumbo a su casa, cuando de pronto se desató una lluvia torrencial. Creyendo que iba a pasar, se cobijó debajo de un árbol de capulí. Pero el tiempo pasaba y la lluvia no cesaba de caer. Valentina estaba incómoda por el mal tiempo, pero no se atrevía a regresar a su casa por la intensa lluvia que caía. De pronto, como por encanto se hizo de noche. Ella tembló de miedo porque su casa estaba muy lejos y recordó que su abuela, le había contado que de las lagunas de la cordillera salía un gato gigante y comenzaba a dar vueltas alrededor del agua. Entonces quiso correr, pero un miedo terrible le impedía moverse. Mientras se encontraba tiritando por la lluvia que caía inmisericorde, advirtió que algo se movía alrededor de una laguna cercana y era nada menos que el Huankarquychi, quien para su mala suerte la había visto. En sus ojos había deseo. Se acercó raudamente como hacen los felinos, hasta donde estaba Valentina, quien no pudiendo soportar tan terrible visión, se desmayó inmediatamente. Al día siguiente, los campesinos la encontraron ahogada en la laguna, completamente desnuda y con sus ojos desmesuradamente abiertos demostrando que había muerto de espanto. Entonces, se dieron cuenta que fue obra del demonio. Desde entonces, cada vez que llueve, la gente se retira de las lagunas inmediatamente y se mantiene alejada de ellas. No les importa si al hacerlo, puedan perder todo lo que llevaban en aquel momento, ya que lo primordial es salvar sus vidas. Y es que saben muy bien que el Huankarquychi podía hacerse presente en cualquier momento. Se sabe que continúa apareciendo especialmente en temporada de lluvias por lo que el número de sus victimas no deja de crecer. Al respecto, muchos se preguntaran porque el monstruo se presenta en forma de gato en uno de los lugares mas apartados de los Andes del Perú. Sucede que para el Demonio no hay nada imposible y se puede presentar de mil formas para engañar a la gente.