TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 13 de agosto de 2024

ENGENDROS DEL DIABLO: Los rituales de Hugo Chávez y Nicolás Maduro inspirados en la brujería, la superstición y la santería cubana

Si bien la semana pasada tratamos sobre la vomitiva “religión chavista” que la dictadura busco imponer en Venezuela en sustitución del cristianismo - con Hugo Chávez como su dios - los jerarcas del régimen también tenían sus propios rituales reservados para ellos, demostrando su naturaleza diabólica. En efecto, la superstición y la brujería son parte del régimen dictatorial que oprime al país llanero a sangre y fuego. Ya sea desde el ridículo viaje de Nicolás Maduro para entrevistarse con aquel gurú indio que algunos veneraban como la reencarnación del dios Vishnú, o los cientos de miles de dólares gastados para contratar santeros cubanos, el círculo íntimo del sátrapa venezolano está altamente involucrado con el espiritismo. Sin embargo, Maduro no fue el primero que venera la brujería. El fallecido Hugo Chávez, quien se confesaba constantemente como “cristiano”, era un arduo creyente y seguidor del espiritismo, los videntes y la santería. Al respecto, el periodista y escritor venezolano David Placer, autor del libro El dictador y sus demonios: la secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela - publicado en el 2019 - cuenta como la santería y brujería caribeña han sido centrales en las creencias tanto de Chávez como de su sucesor. Ya en Los Brujos de Chávez, que salió en el 2015 por la editorial Sarrapia, Placer ya había detallado las más extrañas de creencias del tirano venezolano. Dialogando con chavistas dedicados a la práctica de la santería, entrevistando a los ministros y amigos del dictador y hasta incluso metiéndose dentro del "Salón de las Brujerías" en el Palacio de Miraflores - sede del Gobierno - Placer realizó un enorme trabajo periodístico en el cual exploró el uso de la brujería y el espiritismo en el régimen chavista. "La verdadera religión del chavismo es la santería" dijo Placer. En un minucioso trabajo, Para llegar a esa conclusión, Placer entrevistó a más de 70 personas acerca de las creencias espirituales de Chávez, quien en vida nunca negó tener fuerte conexión a esa creencia espiritista proveniente de Cuba. La santería cubana, a su vez proveniente de las prácticas espiritual de los Yoruba del oeste de África, es muy popular en varios países caribeños. Conocida por sus excéntricos rituales como el ebbó, que consiste en sacrificar animales para resolver problemas económicos o de salud, la santería tiene mala fama en gran parte de la cultura occidental. No obstante su oscura reputación, Chávez aparecía como una persona muy espiritual incluso antes de tomar las riendas del poder en 1999, aunque no se sabe exactamente cuándo o en dónde -si fue en Caracas o La Habana- Chávez se convirtió en santero luego de pasar por varios rituales requeridos para ascender a dicha posición dentro del culto antes de llegar a Miraflores. En su incansable investigación, Placer logró entrevistar a una de las figuras más importante para el mismo Chávez, su amiga - muchos cercanos al dictador aseguran que fue su amante - Elisabeth Sánchez. Ella contó que Chávez estaba obsesionado con las supersticiones y que por eso ella lo había conectado con Cristina Marksman, una santera que cambiaría la vida del sátrapa para siempre. Cristina, una santera venezolana que se convirtió en una de las consejeras más respetadas por Chávez, le dijo una frase que modificaría la manera en la cual el autócrata vivió el resto de su vida: "Vas a morir antes de cumplir 60 años de una enfermedad terrible”… Y así sucedió. Chávez falleció de cáncer a los 59 años en un mar de lágrimas, porque en sus últimas horas “suplicaba a sus médicos que no lo dejasen morir” según conto el propio Maduro. Hábil practicante de rituales de la santería, Cristina se convirtió en la guía espiritual de Chávez ya que decía tener habilidades para ver el futuro y predecir las consecuencias de ciertas acciones tomadas por el tirano. Logró influir en Chávez de maneras inexplicables, ya que este acudía a su consejo cada vez que debía tomar cualquier decisión importante. Placer logró comprender que, para Chávez, mezclar la santería con “su cristianismo” era habitual. Chávez siempre tuvo una extraña relación con el mundo del "del más allá". Placer relata que cuando visitaba hoteles, cenaba solo pero pedía un plato de pollo y plátanos para Simón Bolívar, cuyo espíritu creía que estaba comiendo junto a él. Otros cuentan como Chávez dejaba una silla vacía para Bolívar en las reuniones con sus ministros. Además, Chávez decía que “mantenía charlas en todo momento” con el difunto libertador. Otras veces, durante los rituales santeros en las cárceles, Chávez decía estar poseído por el alma de su bisabuelo, “que hablaba desde el más allá a través de él”. Algunos testigos decían incluso que aseguraba haber visto a la infame 'llorona', el espíritu maligno de una conocida leyenda latinoamericana. Durante su investigación, Placer cuenta que uno de los momentos más impactante para él fue cuando logró que lo dejaran entrar al Palacio de Miraflores, el centro del poder en Venezuela, para conocer el salón donde Chávez llevaba a cabo sesiones de espiritismo. Lleno de velas, frutas y flores, el salón que el régimen bautizó como "El Salón de la Patria", funciona como un templo de santería dentro de la misma sede de gobierno. Ideado por el supersticioso pintor y amigo personal de Chávez, Chepín López, el salón le rinde homenaje a partes de la historia revisionista que el régimen chavista cuenta sobre Venezuela. Con retratos de varios personajes pintados por López, el salón también cuenta con macabros altares a las deidades del culto santero. El salón está repleto de retratos con pequeños santuarios a los dioses Yoruba, frutas desparramadas por el piso, y muñecas vestidas de blanco, todos símbolos del espiritismo. "Estaban presentes todas las deidades de la Santería", contó el periodista. Placer, que al principio dudaba de los relatos de aquellos que habían visitado el salón, quedó muy impactado cuando por fin logró visitarlo: "Había una cabeza de caimán, símbolos Yoruba, ladrillos puestos allí a propósito, para darle 'lugar donde reposar' a los espíritus." Pero posiblemente lo que más le sorprendió fue ver una pequeña copa reposada sobre el vidrio que cubría a la espada del libertador Simón Bolívar. "Había una copa de cristal con pétalos, caramelos y miel sobre la espada de Bolívar para atraer a su espíritu." Placer cuenta que fue muy impresionante ver que las creencias en brujerías de Chávez se encontraban presente de tal manera dentro del núcleo del poder venezolano. El periodista, que hace 25 años está radicado en España, relata cómo Chávez creó un círculo de gente espiritista alrededor de él. Placer cuenta que en su visita al palacio presidencial pudo conversar con Chepín López, quien le confesó: "Aquí somos todos espiritistas". Mientras Chávez se encontraba en Cuba, operándose de un cáncer que le costaría la vida, su círculo más cercano comenzó a realizar grandes rituales, convocando a santeros traídos especialmente para "sanar" a Chávez. En una demostración de cómo las brujerías santeras, de la mano del mismo Chávez, habían llegado a influir al pueblo venezolano, Placer comenta: "Los rituales santeros se transmitían por la TV pública." Aunque muchos saben de la obsesión de Chávez por las brujerías y las supersticiones de la santería, el libro de Placer explica que Maduro también tiene obsesiones similares. Según cuenta Placer, la adopción por el régimen chavista de la santería tiene que ver con la falta de estructura jerárquica. "El santero es el dueño de su propio rituales y no responde a nadie." En este sentido, al avocarse a la santería, Chávez y Maduro pueden evitar los conflictos políticos que han tenido con la iglesia Católica y con las otras instituciones religiosas que les presenten desafíos a su autoritarismo. Maduro, por su parte, cuenta con sus propias obsesiones espiritistas dentro de las cuales se incluyen un viaje a visitarlo a Sai Baba, el fallecido gurú indio. Este personaje bizarro que se vestía con una túnica anaranjada, contaba con millones de seguidores en todas partes del mundo que lo consideraban la reencarnación de Ananta Shesha -traducido del hindú como "el que está acostado sobre la serpiente Shesha" - un avatar del dios Vishnú. Según cuenta el libro de Placer, Maduro se rodeó de ministros de las sectas santeras y de fanáticos del culto que "tejieron una red de espionaje invisible e inviolable," construyendo terroríficas mazmorras decoradas con altares santeros, como la ubicada dentro de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), centro donde ocurren la más horrorosas torturas del régimen chavista, y no se le permite el acceso a los sacerdotes católicos. Hugo Carvajal, diputado de la Asamblea Nacional y exdirector de Inteligencia y Contrainteligencia Militar del régimen, contó a través de una carta publicada en la antigua Twitter (hoy X) que Maduro habría gastado hasta 500.000 dólares en la santería cubana. Placer cuenta además que a través del uso que Chávez y ahora Maduro le han dado a la santería cubana, en Venezuela se practican varias formas de espiritismo y santería. Esta creencia africana ha estado presente en Venezuela durante décadas, aunque algunos expertos dicen que ahora está más presente debido a la situación política. El movimiento de la santería hoy en día atraviesa diferentes grupos raciales y clases sociales, e incluye abogados y otros profesionales, así como a los desempleados entre sus seguidores. Pero la santería también le ha sido muy útil al régimen cubano que, utiliza las creencias del alto mando chavista para obtener información confidencial. Placer explica que los cubanos introdujeron a babalawos (santeros) en organismos y empresas del régimen, creando una red de espías que obtienen información confidencial gracias a su labor como guías espirituales, sabiendo cuales son las necesidades y problemas de los funcionarios chavistas, y trasmitiéndoselas a La Habana. Placer conto que sus dos libros fueron muy criticados por el régimen de Maduro por contar estos temas de manera tan detallada. "Todos sabían que Chávez era santero", dice Placer, pero sus relatos, explicando la lógica mística con que Chávez, y ahora Maduro, toman sus decisiones, causó un fuerte rechazo dentro del gobierno. "Diosdado Cabello me ha criticado mucho un su programa de TV", contó Placer. Es entendible que el régimen chavista quiera negar u ocultar sus creencias supersticiosas, pero tampoco han hecho mucho esfuerzo para esconderlas, agrega el periodista. Los dos libros de Placer han tenido mucho éxito y, a pesar de que son difíciles de conseguir allí, han causado furor en Venezuela. Hoy, en la lucha contra el régimen de Maduro, que mediante una feroz represión y los asesinatos indiscriminados por parte de los colectivos chavistas busca acallar las multitudinarias protestas por el fraude cometido el pasado 28 de Julio para reelegirse, hay quienes aseguran que la lucha contra el chavismo es tanto espiritual como política. (Otro pantallazo de aquella época, nos demuestra lo bajo en lo que habían caído esos dementes en adorar al demonio. Esperemos que así como ya se llevó a Chávez, pronto se lleve a Maduro y sus secuaces de vuelta al Averno)