TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 24 de septiembre de 2024

TACAYNAMO: El conquistador que se convirtió en Dios

Tacaynamo fue el fundador y primer gobernante del Imperio Chimú (1000 -1470) quien habría venido de lejanas e ignotas tierras, implantando un estado despótico, militarista y de gobierno hereditario. Cabe precisar que de este misterioso personaje solo se tiene conocimiento gracias a una crónica escrita en 1604, cuyo autor es anónimo, en la que habla de que “No se sabe de dónde hubiese venido”, “dio a entender que era gran señor”, Vino en “balsa de palos…”,“…el cual había sido enviado a gobernar esta tierra… de otra parte del mar”. Sin embargo, algunos autores como Federico Kauffman Doig han planteado que su procedencia sería de Tumbes ya que se menciona una “balsa de palos”, además que usaba en ceremonias “polvos amarillos” y “vestía paños de algodón con que traía cubierta las partes vergonzosas” (taparrabos) que el autor afirma que son tradicionales de donde el gobernante veía y que fueron muy usadas en esas regiones. Al parecer, reunía poderes tanto políticos como sacerdotales, quien a su llegada habría empezado a construir la ciudad de Chan-Chan como la capital de su imperio, la cual consta de diez ciudadelas, el mismo número que el de los gobernantes Chimú hasta ser conquistados por los incas en 1470, por lo que se supone que cada una de las cuales habría sido construida por los gobernantes que sucedieron en el trono. Por cierto, fuera de la crónica citada no se sabe nada más de Tacaynamo, del cual hay que señalar además la interesante semejanza de esta leyenda con la de Naylamp, el mítico fundador del reino Lambayeque, y que al igual que él, a su muerte a Tacaynamo le salieron alas y se elevó al cielo. Su sucesor fue su hijo Guacricur, con el que empezarían las conquistas, forjando un imperio que se extendió en una larga franja costera que iba desde Tumbes por el norte hasta Lima en el sur, donde levanto a Fortaleza de Paramonga para proteger su territorio. Se atribuye al obispo de Trujillo Carlos Marcelo Corne, fundador del seminario de esa ciudad, el haber hecho conocer la llegada a las costas de Pacasmayo de un personaje llamado Tacaynamo el cual se asentó en el valle del Chimor y lo conquistó. A Guari-Caur le sucedió en el gobierno su hijo Nancen-Pinco, quien extendió las fronteras de su reino, aunque no pudo conquistar la sierra, debido no solo al clima frio al que no estaban habitados, sino también a la fuerte resistencia que encontró. De Nacen-Pinco se sucedieron hasta media docena de reyes - de los cuales la crónica no menciona sus nombres - hasta llegar a Michancaman V en cuyo tiempo el imperio logro su mayor extensión, pero también fue el último de su dinastía al ser conquistado por los Incas, cuyas huestes al mando de Túpac Yupanqui, derrotaron a los Chimú quienes al negarse a rendirse fueron ejecutados en nada, mientras que ChanChan termino saqueada e incendiada. En cuanto a Minchancaman V, capturado en su huida, fue obligado a presenciar la destrucción de su capital, así como la muerte de su familia y sus partidarios a manos de los invasores, siendo posteriormente llevado prisionero al Cuzco en donde lo casaron con una matrona de sangre imperial y recluido en un palacio a las afueras de la capital inca bajo férrea vigilancia, donde murió de melancolía al poco tiempo de su llegada. Se dice que los incas se sorprendieron por el oro que relucía en abundancia en sus templos y palacios, en forma de estatuas y como adornos de su clase dirigente, por lo que se decidió que los orfebres que fabricaron aquellas maravillas, fueran traslados con sus familias al Cuzco, donde desde entonces trabajaron para los incas y hacer del Coricancha aquel famoso templo tan celebrado por los españoles, quienes fundieron las estatuas de oro macizo de sus dioses, así como las gruesas y pesadas planchas del reluciente metal que enchapaban sus paredes, por lo que se puede deducir que el oro del Coricancha en realidad era de origen Chimú, producto del saqueo y destrucción de su capital. Convertido el otrora Imperio Chimú en un Estado títere, a partir de entonces se sucedieron una serie de reyes vasallos como Chumun-Caur, Guaman Chumu y Anco Coyuch, quien al morir no dejó sucesión, por cuyo motivo entro a reinar su hermano Caxa Cimcim, en cuyo tiempo llegaron los españoles con los cuales se alió para luchar contra los incas y posteriormente recibió el bautizo, tomando el nombre de Martín, siendo sepultado al morir en la iglesia de Santa Ana. Así llego a su fin aquella nación fundada por el mítico Tacaynamo, cuyo verdadero origen se pierde en la noche de los tiempos.