Siempre se nos ha dado a entender que así como el oxigeno es vital para la existencia de vida en la Tierra, lo es igualmente para el resto del universo. Pero al parecer, ello no es así. En efecto, una nueva combinación de gases, sin la presencia de oxígeno, proporcionaría evidencia de vida en otros planetas. Se trata del metano (CH4) y el dióxido de carbono (CO2), sin ningún monóxido de carbono (CO) apreciable. "Esta idea de buscar oxígeno atmosférico como una bioforma ha existido durante mucho tiempo. Pero el error que estamos cometiendo en la búsqueda de vida extraterrestre, es que lo estamos viendo desde el punto de vista humano, donde no se concibe vida sin su existencia", explica en un comunicado Joshua Krissansen-Totton, estudiante de doctorado de Ciencias de la Tierra y el Espacio en la Universidad de Washington (Seattle – EE.UU.). "Pero no queremos poner todos nuestros huevos en una sola canasta. Incluso si la vida es común en el cosmos, no tenemos idea de si es la que produce oxígeno. La bioquímica de la producción de oxígeno es muy compleja y podría ser bastante rara", señala este científico, según da cuenta esta semana Space. El nuevo estudio analiza la historia de la vida en la Tierra, el único planeta habitado que conocemos, para encontrar momentos en que su atmósfera contenía una mezcla de gases que están fuera de equilibrio y podría existir solo en presencia de organismos vivos. De hecho, la capacidad de la vida para producir grandes cantidades de oxígeno solo ha ocurrido en la octava parte de la historia de la Tierra. Los investigadores identificaron la nueva combinación de gases que proporcionaría evidencia de vida. "Necesitamos buscar bastante metano y dióxido de carbono en un mundo que tiene agua líquida en su superficie, y encontrar una ausencia de monóxido de carbono", explica el coautor David Catling, profesor de Ciencias de la Tierra y del Espacio en la Universidad de Washington. "Nuestro estudio muestra que esta combinación sería un signo de vida convincente. Lo emocionante es que nuestra sugerencia es factible y puede llevar al descubrimiento histórico de una biosfera extraterrestre en un futuro no muy lejano", augura. El documento analiza todas las formas en que un planeta puede producir metano, a partir de impactos de asteroides, desgasificación del interior del planeta o reacciones de rocas y agua, señalando que sería difícil producir una gran cantidad de metano en un planeta rocoso como la Tierra sin ningún organismo vivo. Si el metano y el dióxido de carbono se detectan juntos, especialmente sin monóxido de carbono, es un desequilibrio químico que señala la vida. Los átomos de carbono en las dos moléculas representan niveles opuestos de oxidación. El dióxido de carbono contiene la mayor cantidad de moléculas de oxígeno que puede, mientras que el carbono en el metano carece de oxígeno y en su lugar tiene un adversario químico del oxígeno, el hidrógeno. "Así que hay estos niveles extremos de oxidación. Y es difícil hacerlo a través de procesos no biológicos sin también producir monóxido de carbono, que es intermedio, plantea Krissansen-Totton. Por ejemplo, los planetas con volcanes que expulsan dióxido de carbono y metano también tenderán a expulsar monóxido de carbono. Además, este tiende a no acumularse en la atmósfera de un planeta que alberga vida. "El monóxido de carbono es un gas que los microbios podrían comer fácilmente argumenta Krissansen-Totton. Entonces, si el monóxido de carbono fuera abundante, eso sería una pista de que tal vez estás observando un planeta que no tiene biología". Los autores coinciden en que el oxígeno es una buena forma de buscar signos de vida, pero piensan que con esta nueva combinación es muy probable que surjan mayores posibilidades de encontrarlo a través del telescopio James Webb de la NASA, que será lanzado por un Ariane 5 entre marzo a junio del 2019. "La vida que hace que el metano use un metabolismo simple es omnipresente y ha existido durante gran parte de la historia de la Tierra" dice Krissansen-Totton. Es algo fácil de hacer, así que es potencialmente más común que la vida productora de oxígeno. Esto es definitivamente algo que deberíamos estar buscando a medida que se conecten los nuevos telescopios" indicó.