TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 27 de marzo de 2018

UN ENIGMA SIN RESPUESTA: ¿Los extraterrestres se encuentran ocultos en obras de arte religiosas antiguas?

Para todas aquellas personas que creen en la existencia de vida más allá de la Tierra, la existencia de imágenes de OVNIS en obras de arte antiguas reafirma sus convicciones de que ello es posible. Como sabéis, ya sea en la Navidad como en la Pascua, salen a relucir esta clase de interrogantes, con mayor razón cuando el protagonista de esta historia es un enigmático personaje como Jesús, cuyo nacimiento, vida, muerte y resurrección esta envuelto en el más absoluto misterio, ya que aparte de los escritos dejados por sus seguidores - cuya ‘objetividad’ es por todos conocida - no existe prueba alguna de su existencia, ya que la ciencia no ha podido comprobar efectivamente si se trato de un ser real. En todo caso, el auge del cristianismo ha posibilitado que a lo largo de los siglos, se hayan creado obras maestras basadas únicamente en lo que describen las Escrituras, reforzando una imagen idealizada acerca de cómo habría sido y que perdura hasta hoy. Sin embargo, es en el arte donde se dan a conocer extraños sucesos acerca de su vida, plasmados en numerosas pinturas que han dado lugar a grandes controversias, ya que – sea coincidencia o no – siempre aparecen en ellas inusuales objetos en el cielo que tienen un gran parecido a naves extraterrestres que se ven hoy en día, con la diferencia que estos fueron pintados hace varios siglos atrás. Eso nos lleva a preguntarnos ¿Estaban los alienígenas presentes en la vida de Jesús? Para los expertos en fenómenos asociados a los OVNIS, las pinturas religiosas antiguas son la prueba de de su presencia en la Tierra. Que aparezcan elementos que puedan ser considerados extraterrestres en las representaciones religiosas no es nada nuevo. Existen muchas pinturas donde aparecen y que no tienen explicación. La Crucifixión De Cristo: Una obra considerada como la mas clara evidencia ufológica, es un fresco realizado en 1350 y que se encuentra en el Monasterio Visoki Decani, en Kosovo (Serbia) donde se aprecian la existencia de dos objetos voladores no identificados a ambos lados de la cruz que parecen llevar dentro a dos seres que evidentemente no son de este mundo; La Anunciación de Carlo Crivelli: Esta pintura data de 1486 y se encuentra en The National Gallery de Londres. En la parte superior se puede observar claramente un objeto redondo sobrevolando el cielo y del que sale un rayo de iluminación que parece terminar en la cabeza de María; La Madonna de Saint Giovannino: Esta obra asignada a Domenico Ghirlandaio se encuentra en el Palazzo Vecchio, en Florencia, y data del siglo XV. Es un clásico dentro de las pinturas con significados ocultos o aparición de OVNIS. La explicación es el objeto volador que se encuentra sobre el hombro derecho de la virgen, que no podría tratarse del sol porque está justo al otro lado y que es observado por un hombre en la lejanía; El Triunfo del Verano: Este tapiz fue realizado en Brujas en torno al año 1538 y se puede ver en el Museo Nacional de Baviera, en Alemania. En la parte superior de la imagen, aparecen unos objetos voladores no identificados que para muchos demuestran que los avistamientos de OVNIS se vienen dando desde mucho tiempo atrás. Los cuatro supuestos platillos volantes comparten la misma forma, color y prácticamente el mismo tamaño, lo que descarta que se pueda tratar de aves, estrellas (no son luminosos) o de una anunciación; Autor desconocido: Esta obra fue encontrada por el científico ruso Vicheslav Saisev en China y se estima que puede datar de hace 2.000 años. El autor de la obra es desconocido, pero lo que queda claro con su representación es una cosa: o tenía mucha imaginación o había sido testigo de algún fenómeno alienígena. De otra forma no puede explicarse que en el dibujo aparezca un OVNI en la parte superior, que parece estar a punto de aterrizar, y lo que podría ser un extraterrestre, justo en el centro de la imagen, con la cabeza grande y redonda y con antenas, como el clásico ‘marciano’. Pero pensar que esta obra fue hecha hace 2.000 años resulta bastante aterrador; Le Livre des Bonnes Moeurs: Esta imagen pertenece al libro francés Le Livre Des Bonnes Moeurs, del autor Jacques Legrand, que se puede encontrar en el Museo Condé de Chantilly con referencia de 1338, 297 parte 15B 8. Lo más curioso del dibujo es la enorme bola dorada que sobrevuela el cielo. Como hemos estado viendo, la representación del sol suele venir acompañada de algunos rayos de luz, por lo que esa opción estaría descartada. Otra teoría explica que ese objeto sería un globo, pero en el año 1338, en Francia, no había ningún globo. Así que no podría ser otra cosa más que un objeto volador no identificado; La Glorificación de la Eucaristía: Pintada por Buenaventura Salimbeni entre 1598 y 1614, se conserva en una pequeña iglesia de la localidad de Montalcino, cerca de Siena. Esta pintura – que ilustra nuestra nota – llama poderosamente la atención, porque en la parte alta podemos observar sobre una gruesa nube, a la izquierda a Jesús y a la diestra a Dios Padre, quienes sujetan con sus manos, dos antenas que parten de una gran esfera transparente, más bien sólida, que recuerda nada menos que al Sputnik ruso de los años 50. Entre ambas “antenas” y a la altura de la cabeza de las dos figuras se observa una paloma, símbolo del Espíritu Santo de la que emana una intensa luz. El detalle que hace que el observador quede más perplejo es la protuberancia, a la derecha y abajo, similar a un objetivo de una tele-cámara en el interior del cual se adivina la presencia de una lente. Aunque se observe el cuadro de forma superficial, es imposible pensar que el pintor pudiera haber visto un objeto similar al satélite ruso y que lo hubiera representado, siglos antes de que sea fabricado; La Muerte de Cristo: Es el último en ser descubierto en el 2017 en la catedral de Svetitsjoveli, ubicada en la localidad georgiana de Misjeta. El fresco religioso muestra la tradicional escena de Cristo crucificado con una gran multitud a su alrededor. Lo que llamó la atención de los aficionados a la ufología, sin embargo, fueron los objetos similares a ¿medusas? voladoras en las esquinas superiores de la imagen, lo que sería una prueba definitiva de que los extraterrestres sí estuvieron presentes al momento de su crucifixión de Jesucristo. Pero los historiadores plantean que se trata simplemente de una forma de representar a ‘los ángeles guardianes’ cuya existencia por cierto, es otro misterio sin resolver. Como podéis imaginaros, este descubrimiento se ha viralizado en las redes sociales y millones de visitas confirman el interés de quienes están convencidos de que no estamos solos en el universo.