TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 14 de abril de 2020

INESPERADO DESCUBRIMIENTO: El océano subterráneo de Plutón podría ser muy antiguo, profundo… y habitable

Un nuevo análisis de las imágenes obtenidas por la sonda New Horizons, de la NASA, sugieren que Plutón cuenta con un vasto océano subterráneo creado al poco tiempo de que el planeta enano se formara, hace unos 4.500 millones de años, informa esta semana Space. El océano, además, podría estar rodeando por completo el núcleo rocoso, y estar interactuando con él, lo que proporcionaría nutrientes para hipotéticas formas de vida. El hallazgo, que habría tenido que ser presentado oficialmente durante la Lunar and Planetary Science Conference del pasado 16 de marzo, cancelado a causa del Coronavirus, que esta dejando a su paso miles de muertos por todo el mundo. El hecho de que también Plutón cuente con una gran reserva de agua subterránea indica que los océanos podrían ser comunes en los bordes externos del Sistema Solar. Algunos de ellos, además, entre ellos el del propio Plutón, podrían incluso ser capaces de sustentar vida, lo cual cambia radicalmente lo que pensábamos sobre el cinturón de Kuiper, la extensa región de objetos helados que hay más allá de la órbita de Neptuno.Ya en el 2015, la New Horizons captó los primeros signos de que Plutón, a casi 6.000 millones de km de la Tierra, albergaba un océano de agua líquida bajo su superficie helada. Es difícil saber exactamente de cuánta agua estamos hablando, cuánto tiempo lleva allí y cuánta de esa agua ha podido ir congelándose a lo largo del tiempo. Y eso es precisamente lo que la nueva investigación trata de esclarecer. En palabras de Carver Bierson, de la Universidad de California en Santa Cruz y primer firmante del estudio, “si hoy existe (en Plutón) un océano, ¿desde cuándo está ahí?”. Para responder la pregunta, Bierson y sus colaboradores han considerado dos posibles escenarios. Si Plutón hubiera tenido un “origen frío”, toda el agua subterránea se habría congelado antes de empezar a derretirse a causa del calor generado por los elementos radioactivos en descomposición en el núcleo del planeta. Luego, parte de esa agua se habría vuelto a congelar con el tiempo. En ese escenario, los investigadores esperarían ver grietas y ondas en la capa de hielo superficial, causadas primero por la contracción de Plutón a medida que el hielo se derretía, y por su expansión después, a medida que el agua volvía a congelarse. En el segundo escenario, Bierson imaginó un “origen caliente” para Plutón, donde el océano del planeta habría permanecido en estado líquido durante toda su existencia, ininterrumpidamente desde hace 4.500 millones de años. En ese caso, la superficie solo mostraría grietas achacables al mar expandiéndose, a medida que se el agua se fuera congelando parcialmente. Y eso es exactamente lo que Bierson y sus colegas encontraron en las imágenes de New Horizon, lo que sugiere que el océano líquido de Plutón es casi tan viejo como el planeta mismo. “Probablemente -explica el científico- eso significa que el origen de Plutón fue caliente. Y que tal vez empezó muy pronto a tener un océano líquido”. En cuanto a la cantidad de agua que contiene ese océano, podría ser mucha. En otro estudio publicado en el 2019 y en el que también participaba Bierson, ya se decía que para explicar las líneas de la superficie de Plutón se necesitaría un océano de, por lo menos, 150 km de profundidad, diez veces más que el más profundo de la Tierra. Y también sería necesario que el núcleo rocoso del planeta contuviera minerales, como la serpentina, que se forma debido a la interacción entre las rocas y el agua. Si eso es así, tendríamos un “camino” abierto para llegar hasta la vida. Los astrobiólogos creen, en efecto, que esas interacciones rocas/agua podrían proporcionar energía y nutrientes para dar sustento a seres vivientes. Una idea que llena de excitación a los científicos. La posibilidad de que Plutón tenga un océano habitable, por lo tanto, aumenta las posibilidades de que también en otros objetos del cinturón de Kuiper esté sucediendo lo mismo. Lo cual sería una de las mejores hipótesis que se puedan imaginar para ser comprobada por futuras misiones a Plutón y más allá.