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martes, 28 de junio de 2022

EXCEPCIONAL DESCUBRIMIENTO: Hallan un extraño objeto en forma de espiral vagando por la Vía Láctea

Un equipo de astrónomos ha descubierto un disco protoestelar masivo en el centro de la Vía Láctea. Los discos de acreción, también conocidos como "discos protoestelares", son componentes clave en la formación de las estrellas. Estos discos alimentan continuamente gas a las protoestrellas desde su entorno más próximo. En este sentido, son cunas estelares donde nacen y se crían las estrellas. El misterioso objeto está ubicado a 26 000 años luz de distancia de la Tierra y, según los expertos, investigadores del Observatorio Astronómico de Shanghái (SHAO), de la Academia de Ciencias de China, parece una mini galaxia con forma de espiral que gira alrededor del centro galáctico, informa Space. Los científicos utilizaron observaciones de alta definición tomadas con el telescopio ALMA, en Chile, para descubrir esta extraña estructura que, lejos de ser una pequeña galaxia es, en realidad, una gigantesca estrella errante y “deformada”, afectada por la colisión con un cuerpo intruso durante su etapa de formación. La estrella de tipo O, ubicada cerca del denso y polvoriento centro galáctico, es unas 32 veces más masiva que nuestro Sol y se encuentra dentro de un enorme disco de gas en remolino, conocido como "disco protoestelar". Según explican los autores de la investigación, el disco parecía haber sido literalmente agitado por una colisión cercana con otro cuerpo, posiblemente el misterioso objeto del tamaño de un triple sol que todavía es visible cerca de él. Si el objeto siguió un camino específico, podría haber pasado rozando el disco hace unos 12 000 años, perturbando el polvo lo suficiente como para dar como resultado la vívida forma espiral que podemos ver actualmente. "La buena combinación entre los cálculos analíticos, la simulación numérica y las observaciones de ALMA brindan evidencia sólida de que los brazos espirales en el disco son reliquias del sobrevuelo del objeto intruso", aduce Lu Xing, investigador asociado del Observatorio Astronómico de la Academia China de Ciencias y coautor del trabajo. Usando estas observaciones, el equipo de investigación logró una resolución de 40 milisegundos de arco. Con estas observaciones de alta resolución y alta sensibilidad, el equipo descubrió un disco de acreción en el centro galáctico. Reprodujeron con éxito toda la historia del objeto que volaba por el disco hace más de 10.000 años, cuando habría provocado espirales en el disco. El descubrimiento sugiere que las estrellas tempranas masivas de tipo O pasan por una fase de formación que involucra discos de acreción, y esta conclusión es válida para el entorno único del centro galáctico. Lo más llamativo de todo es que los dos brazos espirales del disco son visibles. Dichos brazos se encuentran generalmente en las galaxias espirales, pero rara vez en los discos protoestelares. Los brazos espirales en los discos de acreción generalmente se forman debido a la fragmentación inducida por la inestabilidad gravitatoria. "Este hallazgo demuestra que los discos de acreción en las primeras etapas evolutivas de la formación de estrellas están sujetos a procesos dinámicos frecuentes, como sobrevuelos, y estos procesos pueden influir sustancialmente en la formación de estrellas y planetas. La formación de esta protoestrella masiva es similar a la de sus primos de menor masa como el Sol, con discos de acreción y eventos de sobrevuelo involucrados. Aunque las masas estelares son diferentes, ciertos mecanismos físicos en la formación de estrellas podrían ser los mismos. Esto proporciona pistas importantes para resolver el misterio de la formación de estrellas masivas”, concluyen los expertos. ¿Podría representar esto que el centro de nuestra galaxia está repleto de espirales en miniatura como están esperando ser descubiertas?