TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 7 de junio de 2022

WAKCHA: Siniestros espíritus errantes de la oscuridad

Protagonista de diversos mitos y leyendas en la zona, el Wakcha (que en lengua nativa significa pobre, huérfano o desamparado) es un extraño búho miniatura que fue descubierto en la selva peruana en 1976 y es considerado uno de los más pequeños del mundo, el cual se encuentra en proceso de extinción. Cabe precisar ante todo que no se trata del Urcututo, que es de gran tamaño y del cual ya nos ocupamos en una anterior oportunidad. El Wakcha es diminuto, pero igual de letal. Conocido con el nombre científico de Xenoglaux loweryi, esta pequeña ave se caracteriza por poseer largas plumas faciales, tiene un tamaño de 13 a 14 centímetros aproximadamente y un peso de aproximadamente 48 gramos, es casi del tamaño de un puño. Tiene un plumaje principalmente marrón con el vientre y las cejas de color blanquecino. Los ojos son grandes y de color naranja-marrón. Aunque no tiene mechones en las orejas, las plumas de la cara se extienden más allá de su cabeza, haciendo que parezca tener mechones largos. Se trata de una especie endémica de una zona limitada de la cordillera de los Andes en la región de Amazonas y San Martín en el norte de Perú. Habita únicamente los bosques nubosos con una densa vegetación de maleza y epífitas, entre 1890-2200 msnm. Desde que fue descubierto no volvió a ser visto hasta el 2007, por lo que muchos investigadores consideraron que se había extinguido, debido al pequeño número de ejemplares. Hubieron de pasar varios años para volver a apreciarlo, aunque muy brevemente. Si bien en esa ocasión pudo ser capturado utilizando redes de niebla, fue posteriormente liberado en un árbol, donde se le tomaron las últimas fotografías y grabaron sus llamadas, antes que desapareciera en la oscura noche. En el 2010 fue también observado en La Esperanza en Amazonas, y desde esa ocasión no se le ha vuelto a ver más, aunque si se ha podido escuchar su lúgubre canto, el cual es un suave silbido áspero que se repite cada pocos segundos. Fue una rara oportunidad de volver a apreciar esta especie en su hábitat natural, se cree siendo optimista que su población no supera los 1000, aunque muchos especialistas no creen que llegue a los 250, debido a la indiscriminada destrucción de los bosques. Se sabe muy poco acerca de esta especie y debido a su pequeño tamaño es probable que se alimente de insectos y pequeños roedores. Como podéis imaginar, esta pequeña criatura también forma parte de la mitología de los nativos, para quienes los Wakchas son en realidad almas errantes de niños que murieron en trágicas circunstancias y que con su canto, llaman a sus padres para que los acompañen en el otro mundo, por lo cual son muy temidas y cada vez que los oyen se esconden por miedo a ser “elegidos”. Aunque no pueden ser vistas ya que por su pequeño tamaño suelen esconderse perfectamente en la espesura del bosque, sienten como se aproximan por su aleteo sin dejar de cantar y se ha dado el caso - afirman - que el dueño de la cabaña donde se posan las aves es encontrado muerto al día siguiente, por lo que hay quienes al escuchar a lo lejos que se aproximan, al no poder matarlas, prenden fogatas alrededor de sus casas para espantarlas. Pero ocurre que en ocasiones, sin querer le hacen el trabajo a los búhos ya que el fuerte viento hace que sus chozas se incendien muriendo todos los que habitan en ella. A pesar de todo lo malo que digan acerca de estas pequeñas aves, es imperativo protegerlas de alguna manera, pero el problema es que al no saber donde se ocultan ni cual es su número existente en la actualidad será muy difícil lograrlo. Mientras la leyenda negra continuara.