TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 18 de octubre de 2022

EXPEDIENTES SECRETOS PERÚ: La conexión Nazca

Hasta ahora nadie ha podido descifrar el significado de las líneas y los dibujos de las pampas de Nazca. Solo existen algunas explicaciones parciales consideradas como “probables”, pero nada que se pueda calificar como definitivo. De Nazca se ha dicho casi todo y continuamos sin saber casi nada. La informaciones más antiguas que tenemos sobre las líneas provienen del licenciado Luis de Monzón, corregidor de Soras y Rucanas, que fue el primero en informar en 1686, a su regreso a Europa, sobre las “marcas del desierto” dando noticia de las tradiciones locales que las ligaban a los wiracochas (Fernando Silva Santistevan “Nazca, otra interpretación”). Luego de este testimonio, nada sabemos de la extraordinaria obra realizada en las pampas de Nazca y de quienes lo hicieron y porque motivo. Pareciera como si las líneas y los dibujos hubiesen esperado dormidos, casi 300 años, que alguien les devolviera su valor y quizás, descubriera su verdadero sentido. Lo primero ocurrió en 1939 gracias a Paul Kosok, investigador de la Universidad estadounidense de Long Island, que las dio a conocer al mundo. Ese mismo año, Toribio Mejía Xespe las analizó en una ponencia presentada al XXVII Congreso Internacional de Americanistas. Para él, se trataba de caminos procesionales ligados a algún tipo de culto. Desde entonces, las líneas y dibujos de las pampas de Nazca han sido objeto de numerosas teorías, que resumimos a continuación. Antes de entrar en las hipótesis contemporáneas debemos buscar indicios sobre la existencia de las líneas en su tiempo. ¿Existe alguna mención al respecto durante el Imperio Inca? Hasta ahora no hay evidencia alguna de ello. Cuando ellos llegaron a esas tierras, los Nazca ya habían desaparecido mucho tiempo atrás, luego de ser invadidos y ser conquistados por los Wari y ser anexados a su Imperio. Como sabéis, esta civilización fue anterior a los Incas y tenía su capital en Ayacucho y eran descendientes de los Tiahuanaco, cuyos mismos dioses adoraban, por lo que no fuera de extrañar que las misteriosas líneas continuaran cumpliendo su función. Pero cuando por algún motivo desconocido, ese Imperio colapso, surgieron otras civilizaciones en su lugar, siendo los Incas uno de ellos, quienes acabaron imponiéndose al resto mediante la conquista de sus territorios. Triunfantes, borraron de la “historia oficial” toda mención a quienes los antecedieron, catalogándolos como “barbaros” justificando así sus planes de expansión. De esa manera, es de presumir que no haya referencia alguna en sus cantares de las líneas y dibujos de las pampas, o a quienes estaban destinadas. Es más, si bien en el Coricancha se guardaban imágenes y representaciones de los dioses conquistados por los Incas a lo largo de su imperio, no hay referencia alguna que nos indique que hayan llevado como un trofeo a su recinto sagrado un posible dios Nazca, ello debido a haber sido conquistados siglos atrás por los Waris, desapareciendo junto con su civilización. En cuanto a las líneas, los Incas ignoraron su existencia ya que sus enigmáticas figuras solo es posible contemplarlas desde el cielo en toda su extensión, y como estos no tenían la capacidad de volar, no les dieron la importancia que tenia, ya que vistos al ras del suelo parecen líneas dispersas por el horizonte que no llevan a ninguna parte. En la actualidad, la más conocida de la teorías es la del ‘calendario astronómico con fines agrícolas’ esbozada por Maria Reiche. Ella identifica la figura del Mono con la Osa Mayor, que habría anunciado la llegada del verano, en tanto que otras figuras como las del Ave de pescuezo replegado, el Delfín y la Araña, que podrían estar representando a las estrellas de Orión, habrían anunciado las demás estaciones. Con todo el respeto que merece el trabajo de Maria Reiche, esta teoría parece disparatada, ya que ni siquiera sabemos cómo contaban los días, las semanas o las horas, ni tampoco sabemos cuán avanzados eran sus conocimientos de astronomía, y menos aún si poseían objetos de medición científica además de la simple observación a ojo abierto. Esta teoría tampoco explicar científicamente el objeto de las líneas. En cambio, Paul Kosok ve en ellas algo así como un zodíaco cuyas proyecciones debieron tener algún tipo de correspondencia con el movimiento de los astros. A su turno, Hans Horkheimer y Tony Morrison se inclinan por una suerte de culto a los antepasados y a los Apus, donde las líneas serian senderos trazados para ser recorridos en ceremonias religiosas. Mientras, Johan Reinhard sostiene por su parte que los geoglifos estuvieron relacionados con el culto a la fertilidad y a las montañas y de alguna manera tuvieron relación con la escasez de agua. De igual manera, Anthony Aveni ve en las líneas un circuito procesional relacionado con un culto al agua y sugiere una conexión entre canales subterráneos de agua, las montanas sagradas o Apus y ceremonias rituales en la pampa siguiendo los trazos de las líneas y dibujos. Esta teoría no responde a una pregunta básica, ¿porque encontramos líneas que se superponen unas a otras sin un aparente orden? María Rostworowski se preocupa por el carácter y naturaleza de las líneas y dibujos de las pampas, y manifiesta que los motivos de su existencia serían puramente religiosos y estarían relacionados con el dios Kon, el cual, de acuerdo con las creencias de los Paracas y Nazcas, aparecía en una época del año surcando los cielos. Aquí entramos en una consideración mayor que para nosotros es capital: las líneas y las figuras fueron hechas para un Dios alado que las podía ver desde el cielo. Al respecto, Guillermo Illescas Cook en su libro “Astrónomos en el antiguo Perú” afirma que las líneas y los dibujos fueron hechos para invitar a viajeros interestelares, que los Nazcas identificaban con las estrellas fugaces, a visitar la Tierra. Para Erich von Daniken en tanto, las líneas serian pistas de aterrizaje para naves espaciales conducidas por seres extraterrestres quienes eran tomados por dioses por los antiguos habitantes de Nazca. En ese mismo sentido, Zecharia Sitchin - quien propone a través de sus obras que muchas de las culturas antiguas de Sudamérica y del Mediterráneo tuvieron contacto con una especie de seres alienígenas conocida como los Anunnaki - asegura que ellos fueron los constructores tanto de las líneas como de la curiosa imagen del “astronauta” quien brazo en alto, saluda la llegada del Anunnaki Teshub/Wiracocha. No cabe duda que a pesar de todo lo que se haya dicho de ellas, los dibujos y líneas de de Nazca continuan siendo un enigma, debido a que sólo pueden ser vistas desde el cielo, por lo que evidentemente fueron hechas no para la vista del hombre sino para los dioses. Lo de Nazca es único por cantidad, dimensión y estética, cuando no por antigüedad, locación y misterio. Nazca interpela aún nuestra curiosidad y nos obliga a revisar nuestras ideas sobre el pasado del antiguo Perú, que debido a las grandes lagunas que tenemos de una época en la que no se conocía la escritura, nos es difícil de interpretar. Si bien en Nazca no hemos podido encontrar ninguna representación exacta del “Dios de los báculos” de los Annunaki como en Chavin y Tiahuanaco, hay una serie de representaciones, como puede apreciarse en su cerámica, que se asemejan mucho a lo que hemos visto en las anteriores culturas. La diferencia principal entre la figura Nazca y las anteriores, es que en Nazca el extraño personaje lleva, en una de las manos, una cabeza trofeo en vez de un báculo. Puede decirse que por algún motivo, los Nazca decidieron representarlo de manera casi abstracta y probablemente como un dios menor en comparación con su principal deidad, el dios Kon, que les proveía su diario sustento del mar. Lo que no previeron es que ofendidos por esta situación, los Anunnaki volvieron de la mano de los Waris - quienes como herederos de los Tiahuanaco también adoraban al enigmático “Dios de los Báculos” - para acabar con su civilización y restablecer su dominio. De esta forma hemos podido reconstruir la ruta del Anunnaki Teshub/Wiracocha por las tierras del antiguo Perú hasta los Nazca. ¿Podría esta ser la clave tan buscada por los investigadores para descifrar porque se hicieron las misteriosas líneas y figuras de la pampa de Nazca? La respuesta yace quizás a miles de años luz de nuestro Sistema Solar. Pero antes de ocuparnos de la relación de los Anunnaki con los Wari, debemos hacer un alto y referirnos a una civilización contemporánea a los Nazca que se desarrolló en la península de Paracas, cuyo origen es todavía un misterio, aun para los arqueólogos. Se dice también fue una cultura de “amortiguamiento” entre Chavín y Tiahuanaco (que coincidentemente también tienen al “Dios de los báculos” representado en su arte) Nos referimos como podéis imaginar, a los Paracas, que serán parte de nuestra próxima entrega.